El mito expeditivo
El ilustre genio del rock sure?o debuta en Espa?a encadenando ¨¦xitos de forma tan fulminante que dej¨® al p¨²blico sin respiraci¨®n
Los acontecimientos hist¨®ricos no solo se hacen de rogar; tambi¨¦n pueden resultar medianamente accidentados. El hombre de luengas barbas que anoche pisaba por vez primera un escenario espa?ol, ?a sus 72 a?os!, despert¨® una expectaci¨®n avalada por sus tiempos como escudero de George Harrison, Joe Cocker o Elton John. Pero como el remol¨®n Teatro Lara adelant¨® ayer los horarios, nos encontramos que el cuarteto de Russell hund¨ªa el pie en el acelerador mientras el p¨²blico sufr¨ªa por localizar su butaca en los misteriosos limbos del Entresuelo y el Principal. As¨ª aconteci¨® todo: al galope. La cita con el mito esquivo y su car¨¢cter expeditivo a la hora de suministrar veintitantos cl¨¢sicos de estopa sure?a con un segundo de intervalo entre uno y otro.
El de Oklahoma es capaz de incendiar la sala sin aparente inmutaci¨®n, relegado a un lateral de las tablas y escondido tras el sombrerito blanco vaquero, las gafas oscuras y esas pelambreras n¨ªveas que le cubren media camisa estampada. Parece pulsar las teclas con el rictus imperturbable que inculcaban en las academias de secretariado, pero el fuego prende con cada arpegio ba?ado en gospel o blues. No hay ni aspavientos, tampoco reducci¨®n en el l¨ªmite de velocidad. El cuarteto procede en tromba, como si afuera esperasen las calles de Nueva Orleans, y la voz rasposa y afilada del jefe se apropia de cuanto pasa por ella. Sobre todo en las versiones: lleva un rato identificar t¨ªtulos tan c¨¦lebres A hard rain¡¯s a-gonna fall (Dylan), Wild horses (Rolling Stones) o I¡¯ve just seen a face (Beatles) porque el bardo los envenena de ese vivaz p¨¢lpito del sur.
Tal vez solo sobrara la tanda con Leon en solitario, por la anacr¨®nica reverberaci¨®n de su teclado, pero como el ciclo acab¨® con A song for you poco podremos objetar. Y a las 23.30, inaudito, hab¨ªa terminado todo. Tan fulminante que no sabremos bien c¨®mo cont¨¢rselo a los nietos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.