La realidad es tozuda y obstinada
Para Rajoy y Homs, si la realidad resulta demasiado inc¨®moda, se ignora, no vaya a ser que nos obligue a repensar el camino
A ra¨ªz del dictamen del Consell de Garanties Estatut¨¤ries en que, no obstante las discrepancias jur¨ªdicas habidas en su seno, se termina afirmando que la Llei de Consultes es compatible con la Constituci¨®n y con el Estatut, el consejero Homs, en una alocuci¨®n realizada a toda prisa ante la prensa, pronunci¨® una frase tan grandilocuente como oscura. As¨ª habl¨® el consejero Homs: ¡°La realidad es tozuda y obstinada y el pueblo de Catalu?a a¨²n m¨¢s¡±.
Digo que es oscura porque no se sabe muy bien qu¨¦ deber¨ªa decir Homs si finalmente el Tribunal Constitucional declara inconstitucional la consulta prevista para el 9 de noviembre. Dado que un dictamen jur¨ªdico le parece ahora la ¡°realidad¡±, si finalmente el Tribunal Constitucional declara como inconstitucional la consulta, quiz¨¢s el consejero Homs deber¨ªa extra?amente concluir que el pueblo de Catalu?a es tozudo y obstinado pero la realidad ¡ªesa nueva realidad en forma de declaraci¨®n de inconstitucionalidad¡ªlo es todav¨ªa m¨¢s.
Son los peligros propios del recurso consistente en invocar la realidad ¨²nicamente cuando esta nos favorece. Esta pr¨¢ctica, por cierto, hermana al consejero Homs con su ilustre rival Mariano Rajoy, quien suele afirmar que quien quiera un cambio en la Constituci¨®n que presente en el Congreso, donde, ¡ªoh dichosa casualidad¡ª el PP tiene mayor¨ªa absoluta, una propuesta de reforma constitucional. Parece que Homs y Rajoy solo aluden a la realidad cuando esta rema a su favor; si en el Congreso el PP no tuviera mayor¨ªa absoluta, no es improbable pensar que no extender¨ªa la tramposa invitaci¨®n a la reforma constitucional con la displicencia y la arrogancia con la que lo hace; y si, finalmente, el Tribunal Constitucional declara inconstitucional la consulta del 9 de noviembre, entonces a lo mejor al consejero Homs ya no le importa demasiado si la realidad es tozuda, obstinada, gris o aburrida. Para Rajoy y para Homs, si la realidad resulta demasiado inc¨®moda, simplemente se ignora, no vaya a ser que a lo mejor nos obligue a repensar alguno de los caminos que hemos tomado.
La gente que dirige CiU est¨¢ destinada a negociar la actual situaci¨®n y las correspondientes demandas que vengan desde el Parlament con el Gobierno central
Aunque quiz¨¢s cabr¨ªa la posibilidad de que el consejero Homs, en caso de que la consulta fuera declarada inconstitucional, persistiera en que ¡°la realidad es tozuda y obstinada y el pueblo de Catalu?a a¨²n m¨¢s¡±, sugiriendo que en el fondo la realidad, siempre y en todo caso, va a importar un pepino, dado que la tozudez y la obstinaci¨®n del pueblo de Catalu?a se extiende hasta el infinito, contra viento y marea, contra la ley y el Estado opresor y contra las plagas y los desastres naturales. Esta ¨²ltima constituye la v¨ªa revolucionaria, en que se rompe el status quo y se llega al poder, o se consiguen objetivos pol¨ªticos, por medios que son por definici¨®n extrajur¨ªdicos.
Siendo honestos, no es f¨¢cil imaginar a Homs, a Puig o al propio Mas como si fueran Fidel, Camilo Cienfuegos o Ernesto Guevara (con la particularidad de que, en lugar de bajar de Sierra Maestra, los chicos crecidos bajo el ala de Jordi Pujol bajar¨ªan de Montserrat, qui¨¦n sabe si en coche oficial, hasta llegar, victoriosos, sucios y con una espesa barba, a la plaza de Sant Jaume).
Pero intentemos ser realistas, la gente que dirige CiU est¨¢ destinada a negociar la actual situaci¨®n y las correspondientes demandas que vengan desde el Parlament con el Gobierno central. Lo mismo vale para este ¨²ltimo, a quien el pseudoargumento oportunista de la imposibilidad de la reforma constitucional le durar¨¢, seg¨²n dicen las encuestas, lo que queda de legislatura. Pero negociar no consiste simplemente en decir que se quiere negociar y luego, cuando llega el momento de negociar, decir siempre no a todo y a todos ampar¨¢ndose en ¨²ltima instancia en algo desde luego relevante, pero a fin de cuentas circunstancial, como lo es una mayor¨ªa en el Congreso. Tal manera de abordar los asuntos pol¨ªticos es profundamente deshonesta y, adem¨¢s, o sobre todo, no ofrece ninguna v¨ªa de salida al problema que tenemos entre manos. Por otro lado, negociar tampoco quiere decir ir a Madrid a proponer un pacto fiscal despu¨¦s de una manifestaci¨®n multitudinaria y, tras una hora escasa de reuni¨®n, volver independentista a casa.
Cualquiera que estuviera en un avi¨®n en el tiempo que medi¨® entre la llegada de Mas a Madrid ese extra?o d¨ªa de septiembre de 2012 y su vuelta a Barcelona unas horas m¨¢s tarde habr¨¢ pensado, al bajar del avi¨®n, que en realidad ha estado volando durante meses y que han tenido que ocurrir much¨ªsimas cosas y muy complejas para que se d¨¦ ese cambio en una persona, cosas que no pueden tener lugar en una ¨²nica reuni¨®n post veraniega. Obviamente, no vale decir que la metamorfosis de Mas es anterior y que obedece en realidad a lo ocurrido los ¨²ltimos a?os, ya que, si as¨ª fuera, ello querr¨ªa decir que fue a Madrid a proponer algo que en realidad no deseaba obtener, lo cual, se mire como se mire, ser¨ªa por lo menos inquietante.
Pau Luque es investigador en el Instituto de Investigaciones Filos¨®ficas de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico
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