Ley Municipal, ?35 a?os para esto?

El anteproyecto de ley municipal est¨¢ lleno de buenos principios, que por reminiscencias cat¨®licas en sus creadores son exactamente 10, como las leyes de Mois¨¦s. Pero a m¨ª me parece que no va a suponer grandes cambios en el funcionamiento real de nuestra sociedad.

Un tema tan importante como el de decidir si hay que fusionar Ayuntamientos para conseguir ahorros y eficacia administrativa, ni se menciona. Da lo mismo que Francia est¨¦ inmersa en la actualidad a un proceso de simplificaci¨®n administrativa, o que Dinamarca haya obligado a que todo Ayuntamiento tenga al menos 20.000 habitantes, o que en Grecia ese l¨ªmite se haya puesto en 10.000, o que B¨¦lgica y otros numerosos pa¨ªses, siguiendo criterios internacionales, hayan fusionado Ayuntamientos para lograr como m¨ªnimo 5.000 habitantes y a poder ser 10.000. Aqu¨ª seguimos con 98 micromunicipios con menos de 2.000 habitantes, que solo pueden vivir con masivas subvenciones desde las diputaciones, provocando estridentes agravios comparativos.

Y para una novedad significativa que se ha introducido, la de permitir la presencia de tres representantes municipales en el Consejo Vasco de Finanzas (CVF) cuando se discuta el reparto de los fondos del Concierto, la cuesti¨®n resulta pol¨¦mica tanto para el PP como para Bildu. El diputado general de ?lava, Javier de Andr¨¦s, dice que otorgar el poder de nombrar a la ¡°asociaci¨®n de municipios m¨¢s representativa¡±, es decir, a Eudel, no es democr¨¢tico, porque Eudel no se presenta a las elecciones. En su lugar propone que sean las Juntas de cada territorio quienes elijan al representante municipal.

Tiene raz¨®n De Andr¨¦s al resaltar la falta de legitimidad democr¨¢tica en la elecci¨®n v¨ªa Eudel, pero ?es que el resto de los miembros del CVF, han sido elegidos por el pueblo? ?No llevar¨ªa esa teor¨ªa a la conclusi¨®n de que los temas fiscales deben decidirse en el Parlamento y en p¨²blico, como se hace en todo el mundo y no en una covacha como el Consejo y en discusiones secretas?

Tampoco su alternativa es aceptable, pues deja la elecci¨®n de los representantes municipales en manos de la instituci¨®n provincial, que es como poner a la zorra a cuidar al gallinero. En efecto, de lo que se va a discutir en el Consejo es de c¨®mo se reparte el dinero entre Ayuntamientos y Diputaci¨®n y para eso los representantes municipales deben ser genuinos y no estar mediatizados por su adversario.

Pero es cierto que la f¨®rmula del anteproyecto tiene problemas reales. Imaginemos que Bildu, que controla el 80% de los municipios gipuzkoanos y buena parte del resto y que se opone al anteproyecto por haberse marginado a ese importante colectivo de municipios que no participa en Eudel, vuelve a su idea de crear una asamblea de municipios vascos y que esa asociaci¨®n llegara a ser mayoritaria. Imaginemos adem¨¢s que Bildu adopta de nuevo el tono rupturista que mantuvo hasta hace unos a?os y se niega a nombrar representantes en las instituciones ¡°vascongadas¡±. Todo el modelo girar¨ªa en el vac¨ªo.

Por ello, creo que hay que buscar otras f¨®rmulas y me atrevo a proponer una. Otorgar el derecho a nombrar los representantes municipales en el CVF no a Eudel, sino al ¨®rgano que el anteproyecto denomina en su art¨ªculo 79 como ¡°Comisi¨®n de Gobiernos Locales¡±. Esta Comisi¨®n est¨¢ formada por 12 representantes de los municipios y tiene entre sus funciones la de participar en la elaboraci¨®n de las leyes que afecten a los municipios, por lo que podr¨ªa encargarse del tema del reparto de los ingresos fiscales.

Bastar¨ªa con decir que los representantes municipales en esa Comisi¨®n se eligen entre las asociaciones de municipios existentes en proporci¨®n a su peso poblacional, y no solo en Eudel, para conseguir que nadie pueda boicotear su creaci¨®n. Este sistema es mucho m¨¢s representativo, impide el boicot del modelo por un solo partido y permitir¨ªa que hasta Bildu pudiera aceptarlo, allanando el camino para aprobar una ley necesaria, que ya lleva 35 a?os de retraso por discusiones como esta.