El mundo hecho fotos
La muestra World Press Photo lleva al C¨ªrculo de Bellas Artes las mejores im¨¢genes en prensa
Arriba, contra el cielo azulado, est¨¢ la luna, que se refleja en el mar, y debajo brillan unas estrellas alzadas por unas siluetas misteriosas al borde de una playa. Pero las estrellas son en realidad pantallas de tel¨¦fonos m¨®viles. Esta sugerente imagen bien podr¨ªa ser un anuncio de una compa?¨ªa telef¨®nica pero es Se?al, la obra de John Stanmeyer ganadora de la ¨²ltima edici¨®n del certamen de fotoperiodismo World Press Photo. Y quienes levantan los m¨®viles (o las estrellas) no son modelos, sino inmigrantes africanos en una playa de la Rep¨²blica de Yibuti, tratando de captar la red telef¨®nica de la vecina Somalia. ¡°Muchas veces se puede presentar a las v¨ªctimas de las tragedias, que lo son, de una manera diferente que resalte su lado m¨¢s humano y parecido a nosotros, como estos inmigrantes que tratan de contactar con su familia y amigos¡±, dice Erik de Kruijf, representante de la organizaci¨®n.
La exposici¨®n, que se puede ver en el C¨ªrculo de Bellas Artes hasta el 12 de octubre, re¨²ne 160 fotograf¨ªas premiadas en diferentes categor¨ªas de entre un total de 98.671 im¨¢genes que resumen los acontecimientos m¨¢s se?eros de 2013 a veces de manera amable (hay secciones de medio ambiente, vida cotidiana o deporte) o m¨¢s dura (aquellas referidas a las sempiternas guerras y cat¨¢strofes). ¡°A¨²n as¨ª muchos se?alan que est¨¢ edici¨®n no ha resultado tan sangrienta como otras y en muchas fotograf¨ªas se reflejan los dramas de manera m¨¢s sutil¡±, explica De Kruijf.
Por ejemplo en las im¨¢genes Occupied pleasures de Tanya Habjouqa, que retratan los quehaceres diarios en Gaza lejos de las habituales estampas de los bombardeos (unas j¨®venes prepar¨¢ndose para una fiesta, un hombre nadando en una piscina) o en la imagen de unas inocentes tiendas de campa?a plantadas una pista de baloncesto b¨²lgara, obra de Alessandro Penso, en las que resulta que habitan refugiados sirios (Temporary accommodation). Tambi¨¦n en el caso, m¨¢s inquietante, de Fred Ramos, que en vez de retratar a personas asesinadas en Honduras, Guatemala y El Salvador, retrata su ¨²ltimo y ensangrentado atuendo en la obra The last outfit of the missing.
Trabajos sobre la violencia de g¨¦nero, las tradiciones congeladas en el tiempo de los habitantes de Transilvania, el hurac¨¢n de Filipinas, los ni?os albinos ciegos de India, o la muerte de Nelson Mandela, entre muchos otros, completan la selecci¨®n. Hasta una curiosa selfie de un puma con Los ?ngeles al fondo. Temas como los desnudos o la homosexualidad resultan escabrosos en ciertos pa¨ªses: ¡°Nuestra regla es que si vamos con nuestra exposici¨®n a un pa¨ªs, tiene que ser exhibida ¨ªntegramente¡±, afirma De Kruijf, ¡°si por alguna raz¨®n nos piden que quitemos una u otra foto decimos: de ninguna manera¡±.
Y hay representaci¨®n espa?ola: el retrato de una novia bereber tomado en Marruecos por Pau Barrena, adem¨¢s del cortometraje (en la secci¨®n multimedia de el certamen) de David Airob y David Ramos sobre el calcio storico, una forma primitiva del f¨²tbol que a¨²n se juega en Florencia. El mundo, con todo su costumbrismo o tragedia, convertido en im¨¢genes.
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