Alberto Fabra entierra las reclamaciones a Mariano Rajoy con una rebaja fiscal

La necesidad de una financiaci¨®n auton¨®mica justa ha tenido este martes, en el ¨²ltimo debate de pol¨ªtica general de la legislatura en las Cortes Valencianas, un tono tan bajo en boca del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, que perdi¨® casi todas sus aristas. No hubo alusi¨®n a la urgencia de un cambio de sistema, ni a la deuda hist¨®rica, ni al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aunque s¨ª al socialista Rodr¨ªguez Zapatero. Tras agradecer al Ejecutivo central el apoyo a trav¨¦s del Fondo de Liquidez Auton¨®mico y el Plan de Pago a Proveedores, el jefe del Consell se limit¨® a consignar: ¡°Necesitamos otros mil millones para compensar lo que deber¨ªamos recibir, y que hoy ponemos de nuestros recursos para cubrir sanidad y educaci¨®n¡±.

La reducci¨®n del tono en el problema de la financiaci¨®n fue m¨¢s llamativa y m¨¢s intensa que la bajada de impuestos que Fabra convirti¨® en la medida estrella de un discurso que centr¨® en la voluntad de hacer llegar los efectos de la recuperaci¨®n econ¨®mica a las familias. El presidente de la Generalitat reiter¨® varias veces que la suma de la rebaja del IRPF del Gobierno y la del tramo auton¨®mico que anunci¨® supondr¨¢ un ahorro de 830 millones, de los que 274 dejar¨¢n de ser ingresados por la Generalitat y 556 por el Estado.

La cifra que las Administraciones del PP dejar¨¢n de ingresar para dejarla en manos de los contribuyentes permitir¨ªa cerrar la horquilla entre los ingresos del Estado y los gastos en sanidad y educaci¨®n o bien afrontar la deuda millonaria destapada esta semana en Feria Valencia.

Alberto Fabra se present¨® como si hubiese pasado por las aguas del Jord¨¢n. Ni una alusi¨®n a la herencia recibida tras ocho a?os de gobierno de Francisco Camps, ni una referencia al Gobierno de Mariano Rajoy en materia de financiaci¨®n e inversiones, que ha situado a la Comunidad Valenciana a la cola de Espa?a. El presidente tan solo defendi¨® la gesti¨®n realizada desde julio de 2011, fecha en la que sustituy¨® a Camps, para resaltar que la situaci¨®n de la Comunidad Valenciana es hoy mejor que hace tres a?os y que la salida de la crisis est¨¢ ya encarrilada.

Por el contrario, el presidente de la Generalitat acudi¨® al debate de pol¨ªtica general como si asistiese a un debate de investidura. ¡°Les he expuesto un programa de gobierno para seguir creando empleo, apoyar a las familias y mejorar las infraestructuras y los servicios p¨²blicos¡±, asegur¨® Fabra, que desgran¨® decenas de promesas a desarrollar en la pr¨®xima legislatura.

Fabra se present¨® como la opci¨®n de gobierno ¡°que mejor puede garantizar a los valencianos la estabilidad necesaria¡±. Y lo justific¨® ignorando o reivindicando el pasado a conveniencia. El d¨¦ficit de financiaci¨®n auton¨®mica, de recursos h¨ªdricos y el paro desbocado se los endos¨® a Zapatero sin pesta?ear. ¡°Los socialistas nos impusieron la guerra del agua entre regiones¡±, prosigui¨® el jefe del Consell, que aludi¨® a ¡°un sistema de financiaci¨®n que nos impusieron aquellos que quer¨ªan frenar la Comunitat Valenciana, el Partido Socialista del se?or Zapatero, y que es el mismo que el del se?or S¨¢nchez¡±.

El presidente, pese a su discurso de regeneraci¨®n, orilla la corrupci¨®n del PP

En materia de regeneraci¨®n democr¨¢tica, el presidente del Consell evit¨® mencionar el nombre de la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, imputada en el caso Brugal e imputada en el caso Rabassa. Con dos imputados del caso G¨¹rtel en su bancada (Ricardo Costa y Yolanda Garc¨ªa), el presidente de la Generalitat, que busc¨® hasta ¨²ltima hora llegar al debate con el grupo parlamentario limpio, se limit¨® a defender su criterio de tolerancia cero contra la corrupci¨®n sin adentrarse en el jard¨ªn.

¡°La situaci¨®n de esta bancada es muy distinta a la que hab¨ªa hace tres a?os y esa regeneraci¨®n no la han hecho ustedes¡±, dijo a la oposici¨®n Fabra, que acab¨® por admitir que act¨²a al ritmo que marca la justicia. ¡°Cuando los tribunales hablen aceptaremos lo que digan¡±, le respondi¨® al portavoz de Comprom¨ªs, Enric Morera, que no cej¨® hasta que consigui¨® que el jefe del Consell se refiriese a la alcaldesa de Alicante.

En el turno de r¨¦plicas, que el presidente respondi¨® globalmente reduciendo la duraci¨®n del debate en cerca de dos horas, Fabra opt¨® por pasar a la ofensiva embarrando al secretario general del PSPV, Ximo Puig, con las conversaciones del empresario Enrique Ortiz y los socialistas ?ngel Franco y Josep Catalu?a en el caso Rabassa. Aunque el socialista Antonio Torres replic¨® con artiller¨ªa pesada y exhibi¨® un book fotogr¨¢fico del jefe del Consell con algunos de los principales condenados por corrupci¨®n del PP.

El cierre vespertino del debate empa?¨® as¨ª una sesi¨®n matinal en la que el presidente hizo un esfuerzo por alcanzar a los votantes desencantados con su partido.

Fabra resalt¨® que 590 de los 830 millones que se dejar¨¢n de ingresar con la rebaja de los tipos del IRPF beneficiar¨¢n a las rentas inferiores a los 30.000 euros anuales. La rebaja se aplicar¨¢ a los tramos auton¨®micos del IRPF de 2014 y 2015.

Otras medidas temporales, y que afectar¨¢n a los ingresos del Gobierno que surja de los comicios de 2015, son la deducci¨®n del 25% del coste de las obras de mejora en el domicilio habitual; la prolongaci¨®n de la desgravaci¨®n por gas¨®leo para los transportistas hasta 2015; la reducci¨®n de tarifas en la inspecci¨®n peri¨®dica de gas natural o ayudas para el cambio de ventanales y calderas de calefacci¨®n.

Aunque el apartado fiscal fue el grueso de las promesas del presidente, las inversiones prometidas en sanidad y educaci¨®n asemejaron las de los tiempos gloriosos. Nuevos colegios ¡ªde los que ayer salieron a concurso dos de los ya prometidos en el Diari Oficial de la Comunitat Valenciana¡ª. Nuevos hospitales ¡ªotro m¨¢s en el antiguo emplazamiento de La Fe para sustituir al Arnau de Vilanova valorado en 65 millones de euros, centros de salud¡ª. Y mayor cobertura en la ley de Dependencia. ¡°Un espejismo¡±, en palabras de la portavoz de Esquerra Unida, Marga Sanz.

El discurso de Fabra fue interpretado como ¡°una moci¨®n de censura a los 20 a?os del PP¡± por parte de Torres, que cuestion¨® el liderazgo del presidente del Consell al recordar que mientras la alcaldesa de Valencia estaba reunida con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el jefe del Consell estaba ¡°en la antesala de la secretaria del ministro¡± de Hacienda, Crist¨®bal Montoro, esperando una fecha que no llega para recibir a los empresarios valencianos.

Sin embargo, la bancada popular ¡ªa pesar de que el expresidente Francisco Camps aprovech¨® el debate para repasar unos apuntes de facultad y Barber¨¢ y el presidente de la Diputaci¨®n de Valencia, Alfonso Rus, llegaron cuando Fabra ya estaba sentado en su esca?o¡ª se mostr¨® ayer satisfecha. Dieron imagen de unidad y disciplina y a su presidente lo desgastaron poco.