Carne picada en El Cabanyal
En la Valencia asolada por la infecci¨®n zombi, un solo barrio resiste. Ya est¨¢ acostumbrado
Las buenas gentes del 'cap i casal' ya no van a trabajar, ni se arreglan para salir a la calle. Ahora deambulan con paso torvo en busca de un pedazo de carne humana que llevarse a la boca.
Ausencia de comercios, ventanas y portones tapiados, paredes con cables colgando, desconchadas, medio derruidas o directamente inexistentes... Algunas esquinas del valenciano barrio de El Cabanyal parecen el escenario inmediatamente posterior al Apocalipsis (sobre todo de noche). Un grupo de vecinos, profesionales y aficionados al audiovisual, surgidos del nuevo y combativo tejido asociativo de la zona, ha aprovechado el 'regalo' para crear una webserie de tem¨¢tica zombi: "Nuestro plat¨® est¨¢ patrocinado por Rita [Barber¨¢] y los 16 a?os de abandono y degradaci¨®n a los que nos ha sometido", afirma orgulloso Joan Alamar, regidor y uno de los dos creadores.
No solo el escenario estaba servido. El argumento tambi¨¦n ?Qu¨¦ otro barrio estar¨ªa mejor preparado para organizarse y resistir, mientras todo el planeta sucumbe a la infecci¨®n?
El Samaruc es la base de operaciones. All¨ª planifican los rodajes, venden camisetas y organizan eventos
"Es una met¨¢fora bonita", sonr¨ªe Joan. Este licenciado en Comunicaci¨®n Audiovisual, vecino de toda la vida, narra c¨®mo, despu¨¦s de pasar unos a?os fuera de Valencia, volvi¨® con ganas de retratar su ciudad. Corr¨ªa el verano de 2012 cuando comparti¨® esta inquietud con un viejo amigo, Gerardo J. N¨²?ez, la otra mitad del n¨²cleo duro creativo. Gerardo, por su parte, quer¨ªa hacer algo sobre zombis y yonkis. Dicho y hecho. En diciembre se estrenaba el primer cap¨ªtulo de Cabanyal Z.
A mediados de la d¨¦cada de 2010, la alcaldesa Rita Barber¨¢ encuentra el megaproyecto definitivo, el que le permitir¨¢ convertir a Valencia en la ciudad moderna que ella quiere: los Juegos Ol¨ªmpicos de 2024. A cambio, la CIA solo le pide que ceda uno de sus barrios como campo de prueba de una flamante y letal arma qu¨ªmica. ?Por fin podr¨¢ quitarse de encima a los pesados de El Cabanyal! Pero el plan se va de madre y el grueso de la poblaci¨®n mundial deviene en horda asesina y ansiosa de v¨ªsceras.
Es jueves en el Samaruc, la base de operaciones de la serie. Un d¨ªa a la semana, el equipo se re¨²ne aqu¨ª para llevar adelante el proyecto: planificar rodajes, vender camisetas u organizar eventos, como fiestas tem¨¢ticas. Es un estrecho, oscuro y c¨¢lido centro social, con un par de mesas, algunas sillas m¨¢s y una barra. Suenan Los Suaves.
-Podemos invitar a un chupito a los que vengan con maquillaje.
-S¨ª, bueno, a ver, que luego la pe?a le llama a todo ir maquillada de zombi...
"Vecinal" es como califican su modo de organizaci¨®n, impregnado en cada detalle de la filosof¨ªa de la serie. Un ejemplo de ello son los estrenos de los cap¨ªtulos. "Son los momentos m¨¢s bonitos", asevera Joan mientras el resto asiente frente a una cerveza. Eligen un solar fruto de alguna demolici¨®n reciente y plantan ah¨ª mismo el proyector, de manera gratuita y a modo de reivindicaci¨®n: "La idea es que la gente no pierda de vista c¨®mo hemos vivido siempre, desde que esto era un pueblo independiente. Aqu¨ª nunca nos hemos encerrado entre las cuatro paredes de casa, utilizamos el espacio p¨²blico. Y as¨ª debe seguir siendo".
El h¨¢ndicap es el presupuesto, que les impide sacar m¨¢s de un cap¨ªtulo cada tres o cuatro meses: "Cuando reunimos lo suficiente, quedamos y grabamos las tomas que sean. Pero vaya, que el dinero se nos va casi todo en comida y bebida", cuenta Joan. A¨²n no han tenido que contratar a nadie ni alquilar material de rodaje. Los que participan lo hacen porque les apetece, y ponen los medios t¨¦cnicos que pueden. Muchos son profesionales, como puede verse en los m¨¢s que resultones efectos especiales, la fotograf¨ªa, o la interpretaci¨®n. La simpat¨ªa que despiertan les ha abierto las puertas a cameos de famosos. Arturo Valls, Chimo Bayo, o Tonino Guiti¨¢n ya han pasado por delante de la c¨¢mara.
Sin siquiera haber completado la primera temporada ¡ªllevan seis cap¨ªtulos, de diez que tienen programados¡ª, su frescura y buen hacer han sido reconocidos ya con el galard¨®n de la hist¨®rica (y valenciana) Cartelera Turia a la mejor webserie, as¨ª como con nominaciones en los festivales FEW, Carballo o el Baja Web Fest de Tijuana.
I?aki Mart¨ªnez interpreta al protagonista ¡ªGerm¨¢n, un alba?il bastante facha pero que se une a los rojeras de la resistencia cabanyalera para garantizar la seguridad de su hija¡ª. Describe as¨ª el ambiente de trabajo: "Yo he hecho cosas en teatro durante toda mi vida, y siempre me ha echado para atr¨¢s la lucha de egos que se crea. Aqu¨ª tenemos un equilibrio perfecto entre profesionalidad y libertad, entre trabajar a nuestro aire y aportar ideas sin miedo, y que cuando Joan diga: '?Acci¨®n!', todos se concentren al m¨¢ximo". Como ¨¦l, los integrantes del equipo ven en Cabanyal Z una oportunidad para dejar fluir su creatividad, hacer lo que no pueden en sus trabajos. Y, de paso, ayudar a transmitir el mensaje de la serie.
La resistencia se organiza de la ¨²nica manera posible: con autogesti¨®n. Hacen asambleas y sacan los v¨ªveres de la Huerta de Valencia
"Es una autocr¨ªtica sobre todo lo que ha pasado con la sociedad valenciana", interviene Joan, "que se ha dejado convertir en un grupo de zombis sin cerebro por sus dirigentes. Pero hay tambi¨¦n una declaraci¨®n de intenciones: no vamos a permitir que nos conviertan en eso, en una zona de ocio vac¨ªo, en la que comer arroz con bogavante y au. Estamos preparados."
Una de las cient¨ªficas norteamericanas, arrepentida, se entera de que hay un grupo de valientes que se organizan de la ¨²nica manera posible tal y como est¨¢ el percal: con autogesti¨®n. Toman las decisiones en asambleas y sacan los v¨ªveres de la cercana 'Horta'. Cuentan, adem¨¢s, con el inestimable apoyo log¨ªstico de un equipo de yonquis altamente cualificados y puestos de ant¨ªdoto hasta las cejas, lo que les permite ahuyentar a los muertos vivientes sin ponerse en riesgo. Por tener, tienen hasta una radio. As¨ª que la doctora escapa con ellos... y con la f¨®rmula del ant¨ªdoto. Pero Barber¨¢, atrincherada en su fortaleza de Nuevo Mestalla, medio zombi, rodeada de 'trepas' y solo con el apoyo de su hermosa y amada subalterna, no permitir¨¢ que esos terroristas vuelvan a irse de rositas.
"S¨ª, quer¨ªamos hacer algo gamberro. La t¨ªpica serie que no ver¨ªas en Canal 9". Y s¨ª, mucho tienen que cambiar las cosas para que acaben viendo ustedes Cabanyal Z en Canal 9.
Tr¨¢iler de Cabanyal Z.
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