Una noche entre tiburones
El Acuario de Sevilla abre sus puertas y cuenta con actividades como dormir entre escualos
Mide tres metros de largo, pesa 250 kilos y desde este martes los habitantes de Sevilla podr¨¢n pasar una noche con ella. Se llama Margarita y es uno de los dos tiburones toro del Acuario de la ciudad hispalense, que acaba de abrir sus puertas. Dormir entre escualos es una de las actividades que propone el nuevo centro, que cuenta con m¨¢s de 400 especies y 10.000 ejemplares que recrean el viaje que realiz¨® Fernando de Magallanes alrededor del mundo en 1519.
El trayecto comienza en el Puerto de Sevilla, donde el viajero se sube a bordo de la Victoria. De las cinco naves que salieron de la ciudad en el siglo XVI, solo esta consigui¨® volver, completando as¨ª la primera vuelta al mundo. El marinero portugu¨¦s que capitane¨® la ruta tampoco logr¨® regresar, ya que muri¨® en una reyerta en Filipinas. Pero para esto queda mucho recorrido y el visitante a¨²n se encuentra en Sevilla. El primer tanque del Acuario representa la fauna del Guadalquivir y en ¨¦l nadan a sus anchas carpas y esturiones, entre otras especies. Es una de las pocas representaciones de agua dulce del centro.?
La Victoria pone rumbo al Atl¨¢ntico y el ambiente se oscurece. Lo que observa el viajero ahora es oc¨¦ano, con sus diversos fondos y ecosistemas. Aparecen tambi¨¦n los primeros tiburones: la pintarroja. Este escualo es uno de los m¨¢s peque?os de su especie, no mide m¨¢s de 100 cent¨ªmetros, pero es una antesala en miniatura del gran anfitri¨®n que aguarda en el tanque central. Frente al acuario de la pintarroja hay otro dedicado al pulpo, y a su lado, en otro tanque, varias morenas descansan rodeadas de langostas y un bogavante.
El precio del mar
Tarifas: adultos 15 euros y ni?os 10.
Horario:?Abierto todos los d¨ªas del a?o desde las 10.00 de la ma?ana.
La cafeter¨ªa y la tienda del Acuario permanencen abiertas hasta el cierre.
Entre los recovecos de la falsa roca del acantilado que rodea ahora al visitante reposan algunas especies que, al contrario que sus vecinas, no est¨¢n protegidas por vitrinas. Es la instalaci¨®n toca-toca, donde se puede echar mano (lavada previamente con un jab¨®n especial) a estrellas de mar, erizos y pepinos de mar, entre otros.
El reflejo cristalino del agua sobre las paredes adquiere tonos aceitunados en un instante. Al fondo, los ojos vidriosos y diminutos de una anaconda verde se han percatado ya del intruso. El viajero est¨¢ ahora en la jungla, rodeado de reptiles. Pero no se tarda mucho en atravesarla y es entonces cuando, a la vista de Margarita, el coraz¨®n se sobrecoge, a sabiendas de que el escualo se encuentra al otro lado del cristal. El tibur¨®n toro nada en un tanque de nueve metros de fondo, el m¨¢s profundo de Espa?a. Junto a ella, otro tibur¨®n toro, tiburones grises, rayas y bancos de peces que deslumbran con sus destellos plateados.?
Tras varios intentos, la empresa Aquagesti¨®n Sur ha conseguido convertir el Acuario de Sevilla en una realidad que tiene como objetivo ser un reclamo para el turismo, explica I?aki Aguinaga, director general de la entidad. Pero, adem¨¢s, el proyecto supone "el primer paso de la revitalizaci¨®n del r¨ªo Guadalquivir y de su integraci¨®n en la ciudad", apunta el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido. "Es un lugar de prestigio cient¨ªfico y un s¨ªmbolo de una ciudad con una clara vocaci¨®n marinera", apunt¨® la presidenta de la Junta, Susana D¨ªaz.
Junto al r¨ªo permanecer¨¢, desde este martes, el Acuario de Sevilla. Y en su interior un mundo fascinante de criaturas marinas en el que reina Margarita, con su corona de dientes, siempre dispuesta a recibir la visita de los curiosos que se atrevan a mirar en su interior.?
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