El alcalde de Trazo, en el juicio: ¡°Firmo sin leer los papeles que me ponen delante¡±

¡°No s¨¦, no me acuerdo, no comprob¨¦ nada, firmo sin leer todos los papeles que me ponen delante¡±. Sentado en el banquillo de la Audiencia de A Coru?a, acusado de un delito de falsedad documental por el que el fiscal le pide tres a?os de prisi¨®n y la inhabilitaci¨®n total, Jos¨¦ Dafonte, alcalde por el PP desde hace 12 a?os de Trazo (A Coru?a), se escud¨® en la falta de tiempo y formaci¨®n para defenderse de haber ordenado y pagado unas obras que no exist¨ªan con el fin de obtener una subvenci¨®n.

Los hechos ocurrieron hace cinco a?os. El PP eludi¨® aplicar su c¨®digo ¨¦tico que obliga a dimitir a todo cargo p¨²blico que es procesado antes de celebrarse el juicio. Incluso ratific¨® como candidato a su reelecci¨®n en 2015 a Dafonte. Fue una denuncia del grupo municipal socialista la que llev¨® en 2010 a la justicia a investigar y procesar al regidor por unas gradas para el p¨²blico en el campo de f¨²tbol de Trazo. Su construcci¨®n, por valor de 26.500 euros, fue adjudicada en julio de 2009.

Pese a tener un plazo de ejecuci¨®n de 18 semanas, el alcalde apenas tard¨® cuatro en firmar y pagar la factura, lo que sirvi¨® para certificar como realizada la obra ante la Diputaci¨®n de A Coru?a y recibir una subvenci¨®n de 18.500 euros, el 70% del total. El problema es que un notario, a petici¨®n de los socialistas, levant¨® acta dando fe que en septiembre no hab¨ªa grada alguna. Ya abierta la investigaci¨®n en un juzgado de Ordes se erigi¨® el grader¨ªo.

Dafonte insisti¨® en su ignorancia sobre el estado de esa construcci¨®n. No sab¨ªa, asever¨®, que no exist¨ªa cuando firm¨® la factura que sirvi¨® para certificar su realizaci¨®n. Un argumento que contradijo su abogado al reconocer en sus conclusiones que ¡°no se discute que las obras se pagaron cuando no exist¨ªan¡±. Pero neg¨® que supusiera incurrir en una falsedad documental. No se manipul¨® a conciencia ning¨²n papel, arguy¨®, tan s¨®lo se dio por hecha antes de tiempo ¡°para evitar el perjuicio de perder una subvenci¨®n¡±.

El alcalde admiti¨® que cuando se trata de obras menores, como era el caso, ¡°nadie supervisa su ejecuci¨®n¡±. ¡°No hay un control, nadie me inform¨® de c¨®mo iba, no comprob¨¦ nada, no sab¨ªa qu¨¦ supon¨ªa firmar la factura¡±. Su aprobaci¨®n y firma en la junta local de gobierno, como explic¨® la secretaria municipal, implica dar conformidad a la obra.

Este caso no es una excepci¨®n. Una de cada cuatro obras p¨²blicas que subvenciona la Diputaci¨®n de A Coru?a no se realizan,como comprob¨® en inspecciones aleatorias el propio organismo provincial. As¨ª lo confirm¨® ayer su interventor adjunto cuando le pregunt¨® el presidente del tribunal si era posible dar una subvenci¨®n para una obra que no existe, si nadie lo comprobaba. En el caso de las gradas de Trazo, la Diputaci¨®n sancion¨® con 1.800 euros al Ayuntamiento por ¡°inexactitud en la certificaci¨®n de las obras¡±, esto es por darlas por hechas y pagarlas antes de hacerse. Una sanci¨®n ¡°extremadamente leve que deb¨ªa haber sido considerada como grave¡±, lament¨® el fiscal.