El 9-N como otra jornada particular
El ciclo propagand¨ªstico del 'proc¨¦s' se agota. El r¨¦gimen est¨¢ seriamente en crisis. Tanto en Madrid como en Barcelona
El 9-N parece un combate democr¨¢tico entre un Govern que reivindica el derecho a votar, y un Gobierno que lo niega. ?Es as¨ª? Es as¨ª, literalmente. Pero tambi¨¦n son muchas otras cosas. E inquietantes. En este art¨ªculo les invito a contemplar varias.
1.¡ªEl que nos ocupa no es, al menos, un combate democr¨¢tico entre dos gobiernos. Es m¨¢s, CiU ha participado junto a los grandes partidos del R¨¦gimen en la ola reaccionaria-hist¨®rica, King-size, XXL, que ha reformulado la democracia. En este choque no hay, por tanto, beligerancia alguna entre dos concepciones de democracia.
2.¡ªTampoco entre culturas pol¨ªticas. La gesti¨®n gubernamental del derecho a decidir ha consistido, b¨¢sicamente, en su apropiaci¨®n por el Govern. De principio ¡ªconvocatoria de elecciones en 2012¡ª, a fin ¡ªel decreto de convocatoria del 9-N se firm¨® el d¨ªa despu¨¦s de la declaraci¨®n de Pujol, para ensordecerla; no hubo otras astucias¡ª. La gesti¨®n gubernamental, o h) no ha sido honesta, o b) ha sido inepta. Y, por h) o por b), no finalizar¨¢ en una consulta, tal y como off the record siempre han confesado ¡ªincluso hoy¡ª, los emisores del proc¨¦s. Visto as¨ª, el proc¨¦s ha sido un producto de consumo interno. Exitoso. Ha salvado la vida a un gran partido del R¨¦gimen, ya expl¨ªcitamente corrupto, y ha reducido las reivindicaciones democr¨¢ticas ¡ªrupturistas, iniciadas en 2011¡ª, a una sola, que gestiona el Govern. A¨²n as¨ª, ?el proc¨¦s es una amenaza de ruptura?
3.¡ª Nadie lo sabe. Es decir, que lo que pase no depende del emisor del proc¨¦s. En todo caso, los emisores del proc¨¦s han mantenido un pulso constante contra la ruptura. Su propuesta es todo lo contrario a ella. Una depuraci¨®n de la representatividad, cuando est¨¢ seriamente en crisis: consulta no vinculante y cuyo resultado ser¨ªa motivo de negociaci¨®n entre el Estado y el Govern. Algo m¨¢s espa?ol que las lentejas o las portadas de prensa victoriosas. El proc¨¦s es as¨ª, y b¨¢sicamente, una demanda de di¨¢logo a dos partes. Es decir, CiU reivindica algo que ten¨ªa y que ya no tiene. La negativa del Gobierno a negociar nada es quiz¨¢s la gran novedad, el caso singular del enfrentamiento.
El proc¨¦s ¡ªart. 2 del decreto de convocatoria¡ª, est¨¢ preparado de serie para culminar, por cierto, en una solicitud de reforma constitucional
4.¡ª La gran novedad: el R¨¦gimen ha interrumpido el di¨¢logo consigo mismo. El Gobierno ha decidido un cambio unilateral. No hablar con el R¨¦gimen en Catalunya. Quiz¨¢s ha llegado a imaginar que puede participar en la ola reaccionaria que est¨¢ modulando Europa como ide¨®logo, y no como portero de finca, por lo que puede aprovecharla para colar sus revoluciones pendientes. La retirada de la ley Gallard¨®n ¡ªcontestada en Europa¡ª, es un indicio de que Europa est¨¢ m¨¢s preocupada por defender valores protestantes antes que cat¨®licos. El nacionalismo espa?ol, ese catolicismo, ?puede ser atemperado tambi¨¦n desde Europa?
6¡ª Pinta que no. Javier P¨¦rez Royo ya ha apuntado que el refer¨¦ndum escoc¨¦s ha sido la ¨²ltima emisi¨®n de democracia directa sobre tema territorial en Europa. La UE no quiere democracia directa, ni ampliaciones de la democracia. No enga?a a nadie, no es una instituci¨®n democr¨¢tica. Su escaso conflicto con Hungr¨ªa o, glups, Ucrania ¡ªesas joyas cuidando a sus minor¨ªas¡ª, indica adem¨¢s que, para la UE, los nacionalismos son pol¨ªticas internas. S¨ª, puede presionar por una reforma constitucional ¡ªme dicen que lo est¨¢ haciendo¡ª. El proc¨¦s ¡ªart. 2 del decreto de convocatoria¡ª, est¨¢ preparado de serie para culminar, por cierto, en una solicitud de reforma constitucional. Quiz¨¢s es eso para lo que fue emitido. La cultura del emisor no da para m¨¢s. Por ejemplo, para desobediencia democr¨¢tica.
7.¡ª El proc¨¦s, si uno lo entiende como un proceso de ampliaci¨®n de la democracia, y no como propaganda gubernamental, no existe. Por tres razones: UE, R¨¦gimen'78, y lo que ha sido y quiere ser el R¨¦gimen'78 en Catalu?a. Quiz¨¢s el proc¨¦s ¡ªes decir, la ampliaci¨®n de la democracia en lo territorial, como resultado de una ampliaci¨®n de la democracia; de toda¡ª, solo puede existir mediante un enfrentamiento con la UE, y mediante una ruptura con el R¨¦gimen. Solo puede existir a trav¨¦s de partidos y l¨®gicas pujantes, que ya existen, pero que no a¨²n no ocupan el poder. Quiz¨¢s solo puede existir con un cambio pol¨ªtico en Espa?a ¡ªel post15-M parece defender que la territorialidad debe votarse¡ª. Pero tambi¨¦n en Catalunya.
8.¡ª Costar¨¢ que el 9-N, cuando no pase nada, no pase nada. S¨ª, vale, se pueden montar los Pastorets-per-la-Consulta. Pero los ciclos propagand¨ªsticos agotan y, si no se van confirmando, finalizan abruptamente. Y este ya est¨¢ finalizando. El pasado s¨¢bado, por ejemplo, d¨ªa hist¨®rico, bla-bla-bla, Mas, preguntado por M¨°nica Terribas sobre su posible corrupci¨®n, no pudo utilizar la propaganda del d¨ªa, por no poder absorberlo todo ya, por ser m¨¢s d¨¦bil que la realidad. Un indicativo de lo que est¨¢ pasando a pesar de la propaganda. El R¨¦gimen est¨¢ seriamente en crisis. Y herido. En Madrid y Barcelona. El uso propagand¨ªstico del proc¨¦s en ambos biotopos puede dar para muy poco dentro de muy poco, si es que la sociedad decide observar el progreso de los derechos y la democracia, antes que el del fascinante mundo de la propaganda.
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