Feij¨®o ataca al Gobierno por no compensar su esfuerzo de austeridad
Propone eliminar donaciones a los partidos y reducir las campa?as a una semana
Alberto N¨²?ez Feij¨®o se present¨® ayer en el debate parlamentario anual sobre el estado de la autonom¨ªa con una defensa a ultranza del Estado auton¨®mico, que opuso tanto a la apuesta catalana por la soberan¨ªa como a la pol¨ªtica de los sucesivos Gobiernos centrales con Galicia. De estos ¨²ltimos ni siquiera salv¨® el presidente de la Xunta al Ejecutivo de su compa?ero Mariano Rajoy, al que acus¨®, sin citarlo directamente, de no compensar a Galicia por sus esfuerzos para reducir el d¨¦ficit p¨²blico y aplicar una pol¨ªtica de austeridad.
?¡°Galicia sabe mejor que nadie lo que es que un Gobierno de Espa?a d¨¦ las espaldas a un territorio¡±, proclam¨® Feij¨®o para referirse a actuaciones de a?os anteriores como el reparto de las inversiones en infraestructuras. Pero, lejos de detenerse en las alusiones al pasado, el presidente tambi¨¦n denunci¨® que ¡°durante la crisis¡± algunas comunidades han sido tratadas con ¡°desconsideraci¨®n¡±. Y dej¨® caer que las autonom¨ªas m¨¢s comprometidas con la contenci¨®n del gasto han sido maltratadas por el Gobierno central. ¡°A?o a a?o exige m¨¢s cumplimiento a los que m¨¢s cumplimos, y disminuye el margen de maniobra quien despu¨¦s se reserva holguras para s¨ª y se jacta de hacer lo que a nosotros se nos imposibilita hacer¡±, clam¨® Feij¨®o en uno de los ataques m¨¢s duros contra el Gobierno central, en manos de su partido, desde que gobierna en la Xunta. Por si quedaba alguna duda, m¨¢s tarde el portavoz del PP, Pedro Puy, remach¨® la cr¨ªtica al denunciar la ¡°falta de lealtad con Galicia¡± de los sucesivos Gobiernos de Madrid ¡°con independencia de su color pol¨ªtico¡±.
Feij¨®o abri¨® el debate sobre el estado de la autonom¨ªa con un discurso m¨¢s largo de lo habitual, de una hora y 45 minutos, y, en contra de lo que era moneda corriente en los ¨²ltimos a?os, sin apenas alusiones a la herencia recibida y m¨¢s centrado en enviar un mensaje de esperanza en el futuro. El posterior cruce dial¨¦ctico con los portavoces de la oposici¨®n tambi¨¦n result¨® menos crispado que en otras ocasiones ¡ªel presidente incluso agradeci¨® la ¡°cordialidad¡±¡ª, aunque a ¨²ltima hora volvi¨® a producirse un incidente protagonizado por el l¨ªder de AGE, Xos¨¦ Manuel Beiras, quien, tras bajarse de la tribuna, se acerc¨® como hace unos meses al esca?o del presidente para continuar recrimin¨¢ndole, lo que le vali¨® dos llamadas al orden de la presidencia del Parlamento.
Aunque el presidente manifestase que se siente agraviado en algunas cuestiones por el Gobierno central, tambi¨¦n dej¨® claro que ¨¦l nunca entender¨¢ el ¡°autogobierno como un combate con el Estado¡±. Y dedic¨® una buena parte de su intervenci¨®n a martillear a los nacionalistas catalanes por una apuesta soberanista que, en opini¨®n de Feij¨®o, resulta tambi¨¦n muy perjudicial para Galicia. Los independentistas, acus¨®, dibujan un paisaje ¡°en blanco y negro¡± entre ¡°una Espa?a que ya no existe y una Catalu?a que nunca existi¨®¡±. ¡°El desaf¨ªo al sistema auton¨®mico no solo va contra la pluralidad que dicen defender¡±, manifest¨® Feij¨®o a prop¨®sito del Gobierno catal¨¢n y de sus aliados, ¡°es una afrenta, un ultraje al autogobierno gallego¡± que ¡°requiere una respuesta pol¨ªtica desde Galicia¡±. Esa respuesta debe consistir en ¡°la defensa del modelo que los gallegos eligieron¡±, es decir, el Estado de las autonom¨ªas.
Aunque el presidente reconoci¨® que el sistema auton¨®mico est¨¢ en crisis y que es necesaria su reforma, precis¨® que la Constituci¨®n sigue siendo un ¡°marco suficiente¡± para abordar esa remodelaci¨®n. Entre los asuntos a revisar, coloc¨® en primer lugar la reforma de un sistema de financiaci¨®n auton¨®mica que ¡°no garantiza que los gallegos reciban las mismas prestaciones¡± al no valorar ni el envejecimiento ni la dispersi¨®n de la poblaci¨®n. Pero, m¨¢s tarde, en el debate con el portavoz del BNG, Francisco Jorquera, el presidente dio un paso atr¨¢s y se?al¨® que esa reforma deber¨¢ quedar para m¨¢s adelante porque, en las circunstancias actuales, entre la presi¨®n de Catalu?a y las penurias econ¨®micas, Galicia, seg¨²n ¨¦l, saldr¨ªa perjudicada.
El mensaje de Feij¨®o no pudo eludir otra de las grandes preocupaciones del momento, la corrupci¨®n. Y, como ya ha hecho tambi¨¦n el Gobierno de Rajoy, present¨® a la oposici¨®n una propuesta de ¡°impulso democr¨¢tico¡±, aun consciente de que algunas de las medidas planteadas exceden la competencia legislativa de la comunidad aut¨®noma. La m¨¢s novedosa de sus ideas es la de restringir la financiaci¨®n de los partidos pol¨ªticos a las aportaciones p¨²blicas y las cuotas de los militantes, lo que implicar¨ªa suprimir las donaciones privadas. Tambi¨¦n propuso reducir las campa?as electorales a una sola semana. La oposici¨®n no mostr¨® demasiado entusiasmo con la oferta y le record¨® que el PP arrastra el estigma del caso G¨¹rtel.
Frente a las cr¨ªticas habituales de la oposici¨®n sobre el paro y las situaciones de exclusi¨®n social, el presidente no se sali¨® del guion de siempre, al destacar que los datos econ¨®micos de Galicia mejoran la media espa?ola. Feij¨®o se cuid¨® de no aventurarse en conclusiones triunfalistas sobre la marcha de la econom¨ªa y se limit¨® a se?alar que ¡°avanzamos hacia la recuperaci¨®n¡±. Lanz¨®, eso s¨ª, numerosos mensajes de esperanza en el futuro, incluido un plan para aumentar el peso de la industria en la econom¨ªa gallega con el horizonte de crear 50.000 puestos de trabajo. Y se neg¨® reiteradamente a reconocer que los recortes hayan afectado a los servicios sociales. Es m¨¢s, se erigi¨® en primer defensor del Estado de bienestar y se jact¨® de estar construyendo una Galicia ¡°justa y cohesionada¡±.
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