Perejaume expone en el MNAC su visi¨®n del arte
El artista conecta obras tradicionales con barroco y vanguardia
El Museo Nacional de Arte de Catalu?a (MNAC) sorprendi¨® hace 15 d¨ªas con una nueva presentaci¨®n del arte catal¨¢n del siglo XIX en el que hu¨ªa de estilos y c¨¢nones y establec¨ªa un relato a partir de su rica colecci¨®n y recuperaba cientos de obras de los almacenes. Ayer, el museo volvi¨® a aportar un nuevo relato que huye de criterios historiogr¨¢ficos y academicistas al inaugurar la exposici¨®n temporal Maniobra de Perejaume en la que propone una nueva lectura de los objetos art¨ªsticos al relacionar las obras de artistas tan conocidos como Salvador Dal¨ª, Dom¨¨nech i Montaner, Fortuny, Jujol, Lorca, Joaquim Mir, Joan Mir¨®, T¨¤pies o Jacint Verdaguer, con otras obras an¨®nimas, ni siquiera art¨ªsticas, con las que dialogan y dan contenido.
El art¨ªfice de esta exposici¨®n singular que requiere inter¨¦s, tiempo y detenimiento es Perejaume (Sant Pol de Mar, 1957). Se nota que no es un encargo del MNAC, todo lo contrario. Las 130 piezas (tan solo hay una del artista) entre pinturas, dibujos, esculturas, pero tambi¨¦n objetos pr¨¢cticos, textos literarios, documentos meteorol¨®gicos, estampas y juegos populares reflejan el mundo personal del artista, sus obsesiones como Jacint Verdaguer y su reflexi¨®n sobre el arte. ¡°M¨¢s que ver cosas nuevas lo que nos interesa es la conexi¨®n entre las cosas¡±, advirti¨® el artista. Y por eso todas se muestran sin marco, para que la conexi¨®n sea limpia. El museo, empe?ado en que los creadores intervengan y lo hagan suyo, se sirve de Perejaume y el artista del museo, en una relaci¨®n simbi¨®tica, para llevar a cabo la materializaci¨®n de sus ¡°emparejamientos de obras que desvelan un bajocampo persistente y discreto que subyace en el arte¡±.
Perejaume lleva a?os trabajando la idea de que todo el arte tiene un sustrato anterior y un fino hilo que une el pasado con el presente y viceversa. Lo reflej¨® en su premiado libro Mareperlers i ovaladors (Edicions 62) publicado en 2013. La exposici¨®n es la materializaci¨®n y puesta en escena del libro y una continuaci¨®n. En unas salas de luz tenue ¡ªel artista dice que por respeto a los materiales que se exponen¡ª, pero en realidad es para crear intimidad, el artista explica, con cierto rubor, cu¨¢les son estas l¨ªneas. Todo arranca con unas patatas, las que dibuj¨® en 1912 Joan Mir¨® adolescente despu¨¦s de tocar los tub¨¦rculos con sus manos a ciegas, y le siguen otras manos: las dibujadas por T¨¤pies o Garc¨ªa Lorca, la mano impresa con tinta de Joan Mir¨®, las de una virgen con el ni?o del siglo XIV o el enorme brazo de una giganta de Olot del siglo XIX. Todo junto en una vitrina. Lo mismo ocurre con las nubes. Perejaume ha recuperado cientos de fichas de nubes que recopil¨® Eduard Fontser¨¦ entre 1932 y 1938 desde el Tur¨® de l'Home o desde Sant Jeroni de Montserrat. Los conecta con las formas curvas de los retablos barrocos.
Tambi¨¦n est¨¢n colocados juntos las formas ovaladas de un mortero ib¨¦rico encontrado en Santa Coloma con las mandorlas almendradas de una cruz de Dom¨¦nech i Montaner o las formas creadas por Josep Maria Jujol para Can Negre, una de sus viviendas m¨¢s destacadas.
En otra vemos un papel en el que Mir¨® escribi¨®: ¡°Ver la Pedrera y el Parc G¨¹ell¡± junto a una foto del pintor dentro de un ¨®valo que hizo Gaud¨ª en su parque y una segunda de Mir¨® reproduciendo la forma en uno de sus murales. ¡°Muchas de las piezas son min¨²sculas, pero tienen un potencial enorme¡±, explic¨® Perejaume.
Pepe Serra, el director del MNAC, agradeci¨® al artista el ¡°dominio insultante del lenguaje¡± y no dud¨® de calificar la muestra de gran regalo para el MNAC, un museo que tiene pendiente una revisi¨®n del arte catal¨¢n durante el Barroco y que comenzar¨¢ en breve. La exposici¨®n (240.000 euros) estar¨¢ abierta hasta el 11 de enero y se ha programado dentro de los actos del Tricentenari.
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