Vicente Lluch, el constructor que tradujo a Sartre

El empresario Vicente Lluch de Juan se ha llevado a la tumba a los 79 a?os la condici¨®n de ser el ¨²nico constructor valenciano que, por ahora, ha traducido a Jean Paul Sartre. Adem¨¢s de haberlo le¨ªdo, que es otro hito en el gremio. Lluch logr¨® la inasequible armonizaci¨®n del ladrillo con el existencialismo, quiz¨¢s impelido por un temperamento y una trayectoria que lo situaron a a?os luz de la leyenda m¨¢s oscura de la burgues¨ªa valenciana. Fue, por encima de todo, un hombre de di¨¢logo y mesura, aunque se ten¨ªa por ¡°muy radical como cristiano y como pol¨ªtico¡±.

Hijo del abogado y escritor Luis Lluch Gar¨ªn y formado con los jesuitas, su adolescencia en un chalet del barrio de Marxalenes fue decisiva en su pensamiento y su conducta social. El contacto con los obreros, la pobreza y el hambre lo decantaron, primero, hacia la Hermandad Obrera de Acci¨®n Cat¨®lica y, luego, hacia la fundaci¨®n del Partido Socialista Universitario con otros estudiantes como Tom¨¢s Llorens, por cuya actividad fue detenido.

La c¨¢rcel de Carabanchel, que gustaba definir como su universidad, culmin¨® su formaci¨®n con compa?eros como Julio Cer¨®n, Luis Mart¨ªn Santos, Sim¨®n S¨¢nchez Montero o Luis Solana. Tras el presidio, del que fue salvado por las influencias de su padre, que era un hombre del Movimiento, y a instancias del entonces arzobispo de Valencia, Marcelino Olaechea, control¨® una promoci¨®n de viviendas sociales de Caritas y se qued¨® para siempre en el negocio de la construcci¨®n.

A la llegada de la democracia, Lluch milit¨® en el PSOE, pero dej¨® el partido, seg¨²n su propio testimonio, cuando Felipe Gonz¨¢lez defendi¨® a Alfonso Guerra ¡°ante la corrupci¨®n de su hermano¡± porque ¡°la inmoralidad no se perdona a la gente de izquierdas¡±. En esos a?os venci¨® las tentaciones de dedicarse a la pol¨ªtica, aunque siempre mantuvo su compromiso c¨ªvico, y su ¨²nica participaci¨®n oficial fue en la Junta Central Fallera, donde influy¨® para cambiar el reglamento y que las falleras mayores no fueran elegidas a dedo.

Siempre detr¨¢s de los focos, Lluch fue una pieza clave durante la Transici¨®n en la Comunidad Valenciana. Tras la transformaci¨®n en sociedad an¨®nima, relanz¨® la editorial Prometeo, fundada por Vicente Blasco Ib¨¢?ez en 1917, y fue uno de los fundadores y presidente del foro Club Jaime I, que en esos a?os convulsos desempe?¨® una intensa labor conciliadora en una Valencia abstra¨ªda y enfrentada en la batalla de s¨ªmbolos y nominaciones.

En los ¨²ltimos a?os, el empresario, que estaba orgulloso de haberle negado la mano a Manuel Fraga porque hab¨ªa firmado sentencias de muerte, transform¨® su compa?¨ªa inmobiliaria en el grupo empresarial Luz Bulevar, reparti¨® juego a sus hijos, renunci¨® a las obligaciones y a las concesiones y se consagr¨® a la lectura, las puestas de sol y su familia. Ahora ya ha alcanzado la transparencia total.