M¨¢s que el amigo suicida de Picasso
El MNAC reivindica al olvidado pintor Carles Casagemas fallecido en Par¨ªs a los 20 a?os en una exposici¨®n que re¨²ne 38 de las 45 obras que realiz¨®, 13 in¨¦ditas
El tiro que el joven de 20 a?os Carles Casagemas (Barcelona, 1880) se dispar¨® en la sien en un restaurante de Par¨ªs en 1901, tras errar el disparo dirigido a Germaine Gargallo, la mujer por la que estaba locamente enamorado, puso fin no solo a su vida sino tambi¨¦n a su prometedora carrera como pintor. En el olvido desde entonces solo era recordado por ser uno de los grandes amigos de juventud de Pablo Picasso, con el que comparti¨® estudio en Barcelona y con el que viaj¨® por primea vez a Par¨ªs. Tambi¨¦n, tras su muerte, se le achaca ser causa de la pintura m¨¢s triste del genial malague?o, la Etapa Azul, que comenz¨® con pinturas sobre la muerte de Casagemas y concluy¨® con La Vida, la obra maestra del periodo, en la que el protagonista no es otro que Casagemas abrazando a su amor no correspondido, Germaine. El Museo Nacional de Arte de Catalu?a (MNAC) reivindica la obra de este pintor con la exposici¨®n Carles Casagemas. El artista bajo el mito, en la se presenta al artista m¨¢s all¨¢ del personaje y su fat¨ªdico suicidio.
Famoso por su vida bohemia, sus borracheras y sus continuas trifulcas, Casagemas ha terminado con la etiqueta de artista maldito. Sin embargo, para el comisario de la exposici¨®n Eduard Vall¨¨s, se trata de un ¡°artista moderno¡± y plenamente integrado con las corrientes del momento y relacionado con artistas como Isidre Nonell o Joaquim Mir, de los que tambi¨¦n fue buen amigo.
La exposici¨®n re¨²ne por primera vez 38 obras (7 ¨®leos y 31 dibujos) de las 45 que Vall¨¨s, despu¨¦s de a?os de investigaci¨®n, ha determinado que el pintor realiz¨® ¡ªaunque reconoce que hay otras 25 o 30 dudosas o falsas¡ª. Trece de ellas son in¨¦ditas, seg¨²n Vall¨¨s ¡°porque no se hab¨ªan expuesto antes¡±. Entre ellas, Marina, la primera obra conocida de Casagemas, pintada entre 1896 y 1897 y que conservan sus descendientes; dos de las cinco que guard¨® toda su vida Picasso y que han cedido sus herederos: El mercado ¡ªuna de las obras m¨¢s importantes de Casagemas que lo coloca de pleno derecho en el Grupo del Azafr¨¢n¡ª y La calle (Montmartre). Tambi¨¦n se pueden ver las dos obras que conserva el MNAC: Casa de citas, comprado en 2007 y el dibujo Pompeu Gener como conde-duque de Olivares, otra in¨¦dita localizada recientemente pero que pertenece al museo desde 1920. La obra Paisaje con un gran ¨¢rbol del Museo Picasso de Barcelona, tambi¨¦n se muestra por primera vez. Desde que ingres¨® en el museo en 1970, junto con otras 920 obras que don¨® el propio Picasso, se consideraba como de autor desconocido.
Por primera vez se ven 2 de las 5 obras que el malague?o conserv¨® siempre
Sin embargo, la mayor¨ªa de obras reunidas en el MNAC provienen de coleccionistas privados, como las dos que han cedido los descendientes de Picasso, las cinco que conserva el anticuario Artur Ramon ¡ªque en 1979 impuls¨® la ¨²ltima exposici¨®n sobre el artista en la que se reunieron 13 obras¡ª, entre ellos el magn¨ªfico, ¨²nico y min¨²sculo autorretrato de Casagemas que se conoce en el que se represent¨® con facciones casi de roedor; las siete que provienen de la colecci¨®n privada Felip Massot; las cuatro obras propiedad de la Fundaci¨®n Godia, m¨¢s otra del la colecci¨®n del Conventet y otras nueve que han cedido coleccionistas particulares sin identificar. ¡°Muchas de las obras se han conservado gracias a sus amigos y cr¨ªticos que lo valoraron en su momento como Vidal Ventosa, los hermanos Junyer Vidal, Rusi?ol o Josep Maria de Sucre, adem¨¢s de Picasso¡±, explica Vall¨¨s.
Pese a que el comisario y el MNAC han querido prescindir de Picasso y sus obras ¡ªtan solo se exponen tres peque?os dibujos del malague?o al final del recorrido en las que pinta a su amigo suicida¡ª, ¡°para que el monstruo no se lo coma¡±, seg¨²n palabras de Pepe Serra, director del MNAC; el genial pintor est¨¢ muy presente en todo el recorrido. Incluso en uno de los cuatro de las cinco obras que existen documentadas que Casagemas realiz¨® de Germaine (Germaine de noche), que por primera vez se pueden ver juntas, aparecen las firmas de los dos. Para Vall¨¨s no hay duda de que se trata de una obra solo del joven pintor, ¡°pero que en un momento dado se a?adi¨® la firma de Picasso para darle m¨¢s valor¡±. Se puede ver tambi¨¦n muchos paralelos en obras como Pareja o Casa de citas, similar en forma, composici¨®n y color con El div¨¢n de P?casso, llegando incluso a parecer que se trata del mismo prost¨ªbulo.
Fue a Madrid a ver a Picasso antes de quitarse la vida en Par¨ªs¡±, dice Vall¨¨s
Tambi¨¦n planea el suicidio desde el principio de la exposici¨®n, pese a que el comisario intente evitarlo. El motivo que siempre se ha explicado para tan tr¨¢gico final era el mal de amores que sent¨ªa por Germaine, una mujer de una vida sexual de gran libertad ¡ªfue amante de Picasso y acab¨® cas¨¢ndose con el tambi¨¦n pintor Ramon Pichot¡ª que no le correspondi¨®. Casagemas la conoci¨® en 1900 en su primer viaje a Par¨ªs. A finales de a?o los dos artistas viajan a M¨¢laga para pasar el fin de a?o. A comienzos de 1901, tras una fuerte discusi¨®n por motivos pol¨ªticos con amigos malague?os de Picasso ¡ªVall¨¨s no se atreve a asegurar que Casagemas se identificaba con el ideario independentista¡ª Picasso viaj¨® a Madrid, solo, para poner en marcha un proyecto inicialmente com¨²n: la revista Arte Joven.
Siempre se asegura que Casagemas viaj¨® directamente a Par¨ªs donde se suicid¨®, pero Vall¨¨s aporta un nuevo dato: Las cr¨®nicas period¨ªsticas que relatan el suceso mencionan que Casagemas proced¨ªa de Madrid, y en su chaqueta aparecieron siete cartas, varias destinadas a sus amigos madrile?os. Para el comisario el joven pintor pas¨® antes por la capital espa?ola para hacer las paces y retomar su relaci¨®n con Picasso, pero no lo consigui¨®. De lo que no hay duda es de que a Picasso, que no quiso hablar del tema nunca, le marc¨® para siempre la muerte de su amigo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.