Los muebles vuelven al Palau G¨¹ell

Cuesta creer que los muebles modernistas, las grandes sillas, los m¨¢s pesados sof¨¢s, mesas, chimeneas y hasta vidrieras, se movieran de un palacio a otro, como si se tratara de una mudanza cualquiera de muebles de Ikea. Pues era as¨ª. Prueba de ello es la exposici¨®n Palau G¨¹ell. Miradas al Mobiliario que se ha abierto en la que fue una de las residencias de la familia G¨¹ell, en el Palau G¨¹ell. En ella se podr¨¢ contemplar la famosa chaise longue que dise?¨® Antoni Gaud¨ª para las estancias matrimoniales del palacio, que construy¨® el arquitecto en entre 1886 y 1890 junto a la Rambla barcelonesa. Aunque solo durante dos meses, el tiempo que ha sido cedida por la familia G¨¹ell para que forme parte¡ª junto con una de las sillas de gatos y ratones¡ª de la exposici¨®n temporal, La decoraci¨®n de los G¨¹ell.

La otra exposici¨®n, la permanente, Los decorados del modernismo, re¨²ne varias piezas de mobiliario modernista que en alg¨²n momento de la historia estuvieron en el Palau G¨¹ell, especialmente durante los a?os en los que la familia vivi¨® en ¨¦l: desde 1890 a 1930. Son una colecci¨®n de obras de los principales ebanistas y decoradores catalanes de finales del siglo XIX y los primeros a?os del pasado, como Francesc Vidal, Gaspar Homar, Alexandre de Riquer i Joan Busquets.

Josep Casamartina, comisario de la exposici¨®n y cr¨ªtico de arte del diario EL PA?S, apunta que parte del mobiliario que ahora se puede contemplar en el Palau G¨¹ell no se encarg¨® para ese edificio, sino que form¨® parte de la decoraci¨®n de otras propiedades de la familia, como del Palau Fonollar, de la calle de Portaferrisa. ¡°Fue la residencia de la familia pero la acabaron perdiendo por la demanda del inquilino que ejerci¨® el derecho de tanteo. Fue entonces cuando el conde encarg¨® a Gaud¨ª el actual Palau G¨¹ell y vidrieras, chimeneas y muebles que hab¨ªan decorado el Palau Fonollar fueron trasladados al Palau G¨¹ell¡±, a?ade.

La muestra tiene piezas de Homar, Busquets y de Riquer

Como una impresionante chimenea de m¨¢rmol de De Riquer que preside una de las salas del piso noble de la familia. Debido a esa ¡°mudanza¡± de muebles, Gaud¨ª no contribuy¨® excesivamente a la decoraci¨®n del Palau G¨¹ell, salvo con algunas piezas que est¨¢n empotradas en las paredes, un vestidor y con el famoso chaise longue ¡ª de hierro forjado¡ª que estuvo en una de las habitaciones del matrimonio. De Gaud¨ª son tambi¨¦n dos sillas con gatos y ratones que salen de las patas que tambi¨¦n se podr¨¢n ver durante dos meses.

Una de las piezas de la muestra que destaca es un gran sof¨¢ y una butaca de Francesc Vidal, con profusi¨®n de tallas inspiradas en la naturaleza y en animales fant¨¢sticos. Tambi¨¦n se puede contemplar un secreter de Gaspar Homar, de 1905, con una clara influencia del arte japon¨¦s y marqueter¨ªas con flores. Otro de los muebles espectaculares en un sof¨¢ con vitrina, junto con cuatro butacas, de Joan Busquets que, junto con Homar, fue uno de los ebanistas m¨¢s prol¨ªficos del modernismo catal¨¢n. Y otra pieza que sobresale es un biombo de vidrio con formas femeninas de De Riquer. O la impresionante mesa de Eusebi G¨¹ell que ¡°podr¨ªa ser obra del arquitecto Camil Oliveras¡±, apuntaba Casamartina.

El Palau G¨¹ell dej¨® de ser residencia de la familia en 1930 y el mobiliario fue repartido entre sus miembros. Cuando fue cedido a la Diputaci¨®n, el palacio qued¨® pr¨¢cticamente vac¨ªo. En los 50 del siglo pasado, la familia lleg¨® a un acuerdo con la Diputaci¨®n y se abri¨® como Museo de las Artes Esc¨¦nicas y es a partir de ese momento cuando se intenta recuperar el mobiliario. Durante d¨¦cadas en proceso de m¨²ltiples rehabilitaci¨®nes, el Palau G¨¹ell encar¨® la restauraci¨®n a fondo entre 2002 y 2011. ¡°Se opt¨® por reabrirlo sin muebles para dar m¨¢s realce a todo el edificio ¡ªsolo permaneci¨® el comedor¡ª pero posteriormente se ha pensado que alg¨²n mobiliario de la ¨¦poca dar¨ªa una idea de c¨®mo vivieron¡±, comentaba Casamartina.

Gaud¨ª realiz¨® un ¡®chaise longue¡¯ de hierro forjado para el Palau

As¨ª que el visitante podr¨¢ contemplar unas piezas de mobiliario modernista que pertenecen en su mayor¨ªa a la colecci¨®n del Palau G¨¹ell y alguna, como la mesa de despacho de Eusebi G¨¹ell, que ha sido cedida? una por la Fundaci¨®n de la Junta Constructora de la Sagrada Familia. Pero con la certeza de que otras piezas modernistas que en su d¨ªa decoraron el Palau G¨¹ell, u otros edificios de la ¨¦poca, ya no aparecer¨¢n. Como dice Casanartina, ¡°el modernismo fue denostado a?os despu¨¦s y nadie quer¨ªa saber nada de esos muebles¡±.