A las doce del mediod¨ªa Nuria Mill, de 87 a?os, sub¨ªa a un microb¨²s con una pancarta pegada al cap¨® en la que se pod¨ªa leerse: ¡°Venim a votar [venimos a votar¡±. Iba dirigida a los habitantes del pueblo de al lado. Porque como el resto de habitantes de Pontons, esta vecina ha tenido que desplazarse 9 kil¨®metros hasta la cercana Torrelles de Foix para poder votar en la consulta celebrada hoy en toda Catalu?a. Pontons, un municipio de unos 500 habitantes empadronados (tan solo unos 300 viviendo, seg¨²n los vecinos) es uno de los 5 pueblos de Catalu?a ¡ªHorta de Sant Joan Arres, Canejan y Bausen¡ª, donde el Ayuntamiento ha rechazado prestar ninguna instalaci¨®n municipal para celebrar la consulta. Su alcalde, Llu¨ªs Fernando Caldentey (PP), ya advirti¨® hace d¨ªas que no participar¨ªa en lo que considera un ¡°teatro¡±. Hoy lo ha cumplido.
Sin embargo, un grupo vecinos de este municipio del Alt Pened¨¨s, dedicado principalmente a la agricultura, se ha movilizado en las ¨²ltimas semanas para celebrar una consulta simb¨®lica en la plaza del Ayuntamiento y ha conseguido que el Consejo Comarcal, despu¨¦s de recoger 184 firmas en Pontons, fletase un microb¨²s cada hora para que los que lo deseasen pudieran ir a votar hasta el pueblo m¨¢s cercano. Durante todo el d¨ªa estar¨¢n celebrando una fiesta en las puertas del consistorio, que el s¨¢bado amaneci¨® con insultos al alcalde y dos esteladas pintadas en su fachada.
Pero Caldentey, que gobierna con mayor¨ªa absoluta desde hace cuatro legislaturas, segu¨ªa convencido ayer de su decisi¨®n. ¡°Sin vocales, ni listas electorales, ni presidentes de mesa todo esto es de una falta de rigor total¡±, explicaba mientras muestra la carta que la Delegaci¨®n del Gobierno le hizo llegar el viernes record¨¢ndole que los Ayuntamiento no deb¨ªan ceder los espacios p¨²blicos para la celebraci¨®n de hoy. Asegura que su voluntad es simplemente cumplir con la ley y con sus principios, aunque le cueste el cargo. Aunque esta ma?ana ya estaba un tanto agobiado con todo el revuelo que ha generado un caso que esta ma?ana ha llenado el pueblo de periodistas. ¡°Yo deseo que pase esto cuanto antes. Pero tampoco entiendo c¨®mo el ministerio proh¨ªbe que ceda instalaciones pero, en cambio, deja que se haga la consulta. Yo no voy en contra de nada, pero esto deber¨ªa ser legal. Si lo fuera, no me importar¨ªa colaborar¡±, insiste.
"Todo esto es de una falta de rigor total", dice el alcalde de la localidad
En Pontons, donde muchas casas tienen colgadas esteladas y pancartas pidiendo que se les deje votar, era pr¨¢cticamente imposible encontrar esta ma?ana a alguien que no estuviera a favor de hacer la consulta en el pueblo. A Francesc Gonz¨¢lez, el panadero de la localidad, por ejemplo, la decisi¨®n le parec¨ªa ¡°una locura¡±. ¡°Esto es la voluntad del pueblo, no se comprende. Pero supongo que el alcalde habr¨¢ querido escalar en su partido¡±, explicaba en la puerta del obrador. Algo parecido a lo que piensa Lourdes Dom¨¨nech, una de los 15 integrantes de la plataforma vecinal que, pese a la lluvia fina y el fr¨ªo, se concentraban en la plaza del Ayuntamiento por la ma?ana junto a una urna simb¨®lica en la que algunos vecinos se acercaban a depositar un voto que no ser¨¢ contabilizado oficialmente. ¡°Este es un pueblo un poco apagado, cuesta que la gente salga a la calle¡±, sostiene. Solo un hombre, que prefiri¨® no dar su nombre, reconoc¨ªa que estaba de acuerdo con la decisi¨®n del alcalde.
"El alcalde habr¨¢ querido escalar en su partido", se queja un vecino
Pero m¨¢s all¨¢ de las pintadas en el Ayuntamiento y algunas discusiones de barra de bar, la decisi¨®n del Caldentey no ha generado excesivas tensiones en el pueblo estos d¨ªas. Incluso algunos de los que han tenido que ir a votar a Torrelles de Foix por la ma?ana, la mayor¨ªa en su coche particular, defend¨ªan la gesti¨®n del alcalde en los ¨²ltimos a?os. ¡°Es que aqu¨ª la gente no vota a un partido, sino a una persona. Y as¨ª como esta decisi¨®n que ha tomado es completamente absurda y por empecinamiento personal, tambi¨¦n es verdad que Caldentey ha hecho bastantes cosas buenas¡±, reconoc¨ªa una vecina en la terraza del bar del pueblo. A las ocho, el recuento de la urna de Pontons en Torrelles dir¨¢ si iba muy desencaminado sobre lo que realmente piensa su pueblo.
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