El estibador al que quer¨ªan en la c¨¢rcel
La juez archiva una causa contra un trabajador del puerto de Barcelona al que le colocaron un kilo de coca¨ªna en el coche
No es m¨ªa, me la han colocado. La frase debe ser una de las m¨¢s repetidas en las comisar¨ªas de la polic¨ªa cuando pillan a alguien con droga. Pero en este caso no era una excusa. El Juzgado de Instrucci¨®n 31 de Barcelona ha archivado la causa contra un estibador del puerto de Barcelona, C. L., a quien encontraron cerca de un kilo de coca¨ªna, seis piezas de hach¨ªs y una pistola semiautom¨¢tica cargada en su coche.
La juez afirma que no hay ¡°ning¨²n indicio¡± de que C. L. estuviese ¡°implicado en actividades de tr¨¢fico¡± de drogas. Y apunta a que dos acusados, Joaqu¨ªn B. y Juan Antonio R., se la colocaron ¡°intencionadamente¡± a modo de represalia por la ¡°enemistad que se hab¨ªa ganado¡± por haber denunciado ¡°una trama de entrada y salida de droga¡± del puerto, seg¨²n consta en el auto de archivo provisional. Para lograrlo, los investigados contaron presuntamente con la ayuda de dos mossos d¡¯esquadra, Xavier G. y Francesc d¡¯A., acusados de facilitar datos personales y ¡°la informaci¨®n sobre c¨®mo proceder¡± para que C. L. acabase entre rejas.
La pesadilla de C. L. empez¨® hace tres a?os. Eran las nueve de la noche del 15 de junio de 2016. C. L. sal¨ªa de nadar del gimnasio David Lloyd, en la zona alta de Barcelona. Al subirse a su Golf e intentar arrancar fue detenido por una patrulla de Mossos que ya lo esperaba. Una fuente an¨®nima, identificada como Alberto, hab¨ªa llamado a comisar¨ªa para dar el chivatazo de que hab¨ªa droga dentro de ese coche.
Tras su detenci¨®n, los agentes registraron la casa de C. L., pero no encontraron ni una b¨¢scula, ni droga, ni nada que indicase que se dedicaba a traficar. El estibador insisti¨® a los agentes en que todo obedec¨ªa a una vendetta de otro portuario, David C., con quien ten¨ªa un largo historial de agravios: denuncias cruzadas, una pelea en la Ciudad de la Justicia y una declaraci¨®n de C. L. ante un juez acusando a David C. de liderar una red de tr¨¢fico de drogas en el puerto de Barcelona.
Otros elementos inquietantes ayudaban a la versi¨®n exculpatoria de C. L. ?Qui¨¦n dejar¨ªa un coche cargado de droga m¨¢s de una hora en el aparcamiento de un gimnasio? ?Qui¨¦n avis¨® a los Mossos desde un n¨²mero oculto? ?Por qu¨¦ la llamada lleg¨® a la comisar¨ªa de Sant Mart¨ª, en la otra punta de Barcelona, si el veh¨ªculo estaba en el distrito de Les Corts?
La polic¨ªa catalana acab¨® dando credibilidad a la versi¨®n de C. L. e inici¨® una ¡°profusa investigaci¨®n", en palabras de la juez, de m¨¢s de un a?o para aclarar lo sucedido.?Rastrearon el n¨²mero oculto desde el que se hizo la llamada a la comisar¨ªa dando el chivatazo del kilo de coca, hasta llegar a dos nombres: Joaqu¨ªn B., un hombre vinculado a la empresa Desokupa, y su sobrino, Juan Antonio R. Los Mossos consideran que fueron ellos quienes siguieron a C. L., abrieron su coche y colocaron la droga. Adem¨¢s, dos testigos protegidos ratificaron esa tesis. Uno se ech¨® atr¨¢s luego ante la juez, pero el otro asegur¨® que David C., que es amigo de Joaqu¨ªn B, fue quien lo orden¨®.
Los dos mossos implicados, destinados en Sant Mart¨ª, desempe?aron un papel clave, seg¨²n la juez. Conocidos de los detenidos y de personas del mundo portuario (uno de ellos es agente de la polic¨ªa portuaria en excedencia), consultaron tres meses antes de todo lo ocurrido en el sistema policial a David C., a C. L. y el veh¨ªculo de este. Y lo hicieron con la contrase?a de su jefe para ¡°no dejar huella¡±. El cabo Xavier G. es quien recibi¨® la llamada an¨®nima y detuvo a C. L. en el aparcamiento del gimnasio. Para desenmascararlos, el departamento de Asuntos Internos de los Mossos coloc¨® micr¨®fonos en su despacho y en sus coches.
¡°Los perdono y que vayan con Dios¡±, asegura C. L., a la espera del archivo definitivo, sobre sus tres a?os de calvario. El proceso sigue abierto para el resto de los acusados. La investigaci¨®n se?ala qui¨¦n coloc¨® la droga a C. L., pero no hay nadie imputado por haber ordenado hacerlo. David C. neg¨® ante los Mossos ser el responsable.
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