?D¨®nde vive nuestro amigo marco?
"No sabes si el 9-N es un acto de desobediencia o un desfogue colectivo para mantener la agenda del PP i CiU", se?ala el polit¨®logo Aitor Carr
9-N. Rep¨²blica Federal de Gr¨¤cia. Me voy a ver lo que pasa. Algo dif¨ªcil cuando no se sabe lo que pasa. Verbigracia: el polit¨®logo Aitor Carr, hace escasas horas que ha dibujado lo que pasa a trav¨¦s de esta frase: ¡°No sabes si el 9-N es un acto de desobediencia o un desfogue colectivo pactado para mantener la agenda de PP i CiU¡±.
Respecto al acto de desobediencia, se respira, en efecto, en el ambiente. Hay algo raro y rebelde, difuso y que ser¨¢ dif¨ªcil dilucidar en una consulta difusa, en una consulta que no es una consulta, pero que es consulta, en otro jal¨®n con final abierto. El pacto secreto tambi¨¦n se respira en el ambiente. De hecho, se respira, si se fijan, desde hace casi cuatro d¨¦cadas. El s¨¢bado, en ese sentido, se conoc¨ªan las negociaciones de Rigol con PP y PSOE, y que tal vez hayan posibilitado que el Estado haya decidido no intensificar la v¨ªa Weyler (capit¨¢n general gore de Cuba que hizo independentistas a los cubanos) de soluci¨®n de conflictos pol¨ªticos. A cambio, claro, de algo. El Estado, como la UDEF, nunca hace nada por nada. Bueno. Rep¨²blica Federal de Gr¨¤cia. Paseo.
Con dos millones de votos, se podr¨ªa decir que le habr¨¢ ido bien a Mas
Por la calle circula la graciedad endomingada. Nota: muy pocas personas con banderitas en la equipaci¨®n, lo que puede ser un indicio de que el exceso de banderas se soluciona hablando del tema / votando. Los colegios est¨¢n repletos. Hay alguna cola de m¨¢s de 100 metros. Espectacular. Si bien el hecho de que hoy haya menos mesas que en unas elecciones normales ¡ªla mitad, seg¨²n me comunica un corresponsal extranjero¡ª, despista.
Caf¨¦ en un local pr¨®ximo a un cole. En las mesas se repite un grupo humano formado por pap¨¢, mam¨¢, hijo peque?o e hijo adolescente. EL hijo adolesente les comunica, v¨ªa m¨®vil, novedades informativas. Por lo que oigo, el gran tema de inter¨¦s son las reacciones del R¨¦gimen. Declaraciones que, en lo que es un sentido no deseado por el emisor, provocan risa en los receptores.?
Cola electoral. Un matrimonio habla con otro. El matrimonio a) ve la cosa como un triunfo. La se?ora no deja de decir que tiene ¡°la pell de gallina", ese ov¨ªparo que, desde que fue domesticado en el Neol¨ªtico, no ha visto reconocidos muchos derechos. La sensaci¨®n es que para a) esto ya es la pera, es el momento definitivo y sentimental de un proceso. El matrimonio b) opina que esto no es nada, pero que se tiene que hacer a falta de otra cosa. Los b) hablan de recortes. No dicen las cifras ¡ª7.000 millones, m¨¢s otros 2.000 en los pr¨®ximos¡ª, pero explican a a) que no molan. El matrimonio a) opina que la culpa es de Madrid. El matrimonio b) dice que hay chorizos en todas partes, y habla de los Pujol. El matrimonio a) habla entonces de lo que comer¨¢n. Por lo visto, a) y b) se van a comer. Y, no es chiste, comer¨¢n callos a la catalana. Los callos a la catalana son como a la madrile?a, pero sin chorizo. Esta sociedad, en fin, est¨¢ acostumbrada a no reconocer los chorizos de cerca.
Cola en otro colegio. Coincido con un grupo de ancianos, llorosos, de los que salen por la tele diciendo que desde peque?os quer¨ªan votar una consulta c¨®mo esta ¡ªpregunta: ?d¨®nde se metieron desde el 77? ?por qu¨¦ votaron, posiblemente, lo contrario toda la vida?¡ª. Al final de la cola, frente a la urna, hay una abuelita de Gr¨¤cia. No aparece en el censo y est¨¢ colapsando la cola. EL CNI pone 1.000 abuelitas de Gr¨¤cia en 1.000 colegios electorales y supondr¨ªa la primera victoria de la historia por guerra biol¨®gica. Por Twitter percibo un micro-fen¨®meno. Personas que cuelgan las papeletas con las que votar¨¢n. Son futuros votos nulos. Algo irrelevante, por otra parte, en una consulta que carece de sistema de recuento, en el que lo ¨²nico valorable ser¨¢ la participaci¨®n. Hay algunas muy bellas. Un se?or se ha construido una papeleta en la que sale todo lo que quiere en un nuevo Estado. Ha marcado s¨ª en las casillas ¡°n Estat sense pol¨ªtics corruptes¡±, y otro s¨ª en ¡°Un Estat sense problemas de nutrici¨® infantil¡±.Lo que me remite a pensar, otra vez, en el objeto que estoy viendo. Me hago la pregunta del mill¨®n. ?Esto es desbordamiento o, todo lo contrario, canalizaci¨®n del descontento hacia un pacto? En la duda llamo a Guillermo L¨®pez, profe de Periodismo en la Universitat de Val¨¨ncia, y miembro de Lapaginadefinitiva.com, un grupo que, en cada comicio lo borda y ofrece previsiones y an¨¢lisis certeros antes y despu¨¦s de los resultados. En las europeas, de hecho, fueron los ¨²nicos que acertaron con Podemos, esa cosa que el R¨¦gimen no ha aceptado a¨²n a comprender. ¡°Mira, con dos millones de votos, se podr¨ªa decir que le habr¨¢ ido bien a Mas. Pero tambi¨¦n, y m¨¢s a¨²n, que esto lo supera. Adem¨¢s, el Gobierno no podr¨ªa seguir con su silencio, tendr¨¢ que hacer alg¨²n gesto. Y m¨¢s si quiere conservar a un socio potencial¡±.
Hoy empezar¨¢?la batalla
por canalizar?lo sucedido ayer
Y, posiblemente, esto es lo que he visto hoy. Un desbordamiento. Es decir, algo que supera el punto de vista del R¨¦gimen. Y que, por eso mismo, tambi¨¦n es sensible de ser canalizado. Hoy empezar¨¢ la batalla por canalizarlo. Se inicia una batalla por la interpretaci¨®n de lo que ustedes y yo hemos visto, una batalla por establecer el significado, el marco interpretativo del 9-N.
Supongo que la batalla por establecer el marco, por saber si hay ganado un Govern o algo m¨¢s amplio empezar¨¢ en breve, en la primera rueda de prensa de Mas, cuando celebre el 9-N como Cristiano Ronaldo celebra los goles de penalti. Sobreactuando un m¨¦rito cuestionable.
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