De vespas y h¨¦roes de barrio
La magn¨¦tica obra de esta reconocida artista urbana salta de la calle a la galer¨ªa Astart¨¦
1. Casa Candi. No soy muy de bar preferido, me va igual de bien uno que otro. De hecho, soy m¨¢s de lata y pipas en el parque, pero este local merece una visita solamente por el carisma de su due?o. A C¨¢ndido le gusta la m¨²sica alta, la parranda y conoce a todo el barrio (Noviciado, 16).
2. Calle Ave Mar¨ªa. Me encanta ir por esta calle hasta Ant¨®n Mart¨ªn. Es cuesta arriba pero tiene poco tr¨¢fico y hay restaurantes indios en cada portal. Una de las pocas calles con vestigios de lo que fue el barrio cuando llegu¨¦ hace 15 a?os.
(Re)descubrir la calle
Las geometr¨ªas y colores planos de Nuria Mora (Madrid, 1974), referente ineludible del arte urbano, o te encuentran o las encuentras. Este mes no hay que buscar. Basta ir a la galer¨ªa Astart¨¦ para ver sus ¨²ltimas piezas.
3. Talleres Vespa Orteg. Juan te recibe siempre con cara de sorpresa, aunque sepa de sobra que las vespas viejas como la m¨ªa le echan de menos. Cuenta sus viajes en vespa por Europa con su perro y un sidecar. Mientras te arregla la moto le pregunto c¨®mo llegaba tan lejos y qu¨¦ tiene la m¨ªa que s¨®lo llega hasta Toledo (Yeseros, 5).
4. La aduana. Se han cargado todos los mercados. As¨ª que intento comprar todo a Abel por ser un h¨¦roe en el barrio y en la vida. A veces les compro fruta a unos pakistan¨ªes cercanos porque un d¨ªa me empotr¨¦ con la moto en su fruter¨ªa y me llev¨¦ todo el puesto de paraguayas y tomates que ten¨ªan en la calle (Lavapi¨¦s, 50).
5. Peseta. Soy fan, amiga e hija adoptiva de la casa desde que naci¨®, les he pintado la puerta y la tienda varias veces y no solo tienen los bolsos y complementos m¨¢s apetecibles de Madrid, sino que adem¨¢s son parte de mi vida. Sus talleres de labores y costura son m¨¢s que recomendables (Noviciado, 9).
6. Droguer¨ªa Manuel Riesgo. El sitio es precioso, est¨¢ lleno de cajones de suelo a techo con todo tipo de qu¨ªmicos y ung¨¹entos para hacer toda suerte de industrias, desde cremas a bombas caseras. Ah¨ª compro lo m¨¢s inveros¨ªmil y dif¨ªcil de encontrar para cocinar mis aparejos art¨ªsticos (Desenga?o, 22).
7. Bar La Ribera. Comemos ah¨ª cuando estoy en mi estudio, que comparto con Sean Mackaoui, porque est¨¢ al lado. Es de esos con serr¨ªn y c¨¢scaras de gambas en el suelo, est¨¢ lleno de personajes del barrio y alg¨²n guiri despistado. En la terraza en invierno, si te sientas en la ¨²ltima mesa, ves Ribera de Curtidores hacia abajo (Plaza de Cascorro, 13).
8. Lhardy. Aqu¨ª me tra¨ªa mi abuela los d¨ªas de fr¨ªo para tomar un caldo desde que era muy peque?a. Es self-service. Te lo tomas de pie, entras un poco en calor y te vas. Entrar aqu¨ª es hacer un viaje en el tiempo (Carrera de San Jer¨®nimo, 8).
9. Parque del Capricho. Me gustan sus empedrados de chinorros, el fort¨ªn donde las algas del agua suben por las llagas del ladrillo y se confunde la l¨ªnea que separa el muro del agua. Y, claro, no hay jard¨ªn rom¨¢ntico sin laberinto. Y el de aqu¨ª me encanta. Es. adem¨¢s. un lugar repleto de lilos y ¨¢rboles de J¨²piter, que en primavera se vuelve rosa y violeta.
10. Azoteas de Gran V¨ªa. Mi plan secreto es colarme en ellas para ver Madrid en cualquier ¨¦poca del a?o. Hay un edificio desde el que se ve hasta el chorro del lago de Casa de Campo; no puedo decir ni el n¨²mero ni c¨®mo entro por razones evidentes y porque quiero seguir subiendo. Frecuento cinco azoteas pero son todas muy diferentes, en unas se ve s¨®lo la Gran V¨ªa, donde Madrid quiere ser Manhattan, y en otras los tejados del barrio de Malasa?a y Conde Duque.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.