Fallece Josep Maria Bachs, uno de los primeros iconos de TV-3
El presentador forma parte del imaginario de varias generaciones de telespectadores gracias al emblem¨¢tico programa 'Filiprim'
Si ha habido un presentador en la historia aun relativamente joven de Televisi¨® de Catalunya m¨¢s ligado a una frase, quiz¨¢ sea Josep Maria Bachs vinculado a la expresi¨®n "Tanquem la paradeta" con la que desped¨ªa el concurso Filiprim. Bachs cerr¨® la paradeta de su vida vinculada a una largu¨ªsima trayectoria en radio y televisi¨®n el pasado domingo, a los 70 a?os, seg¨²n ha trascendido hoy lunes. La ceremonia de despedida tendr¨¢ lugar el martes, a las 11.30 horas, en el tanatorio de Les Corts de Barcelona.
"En este trabajo no te jubilas, te jubilan", dec¨ªa con un punto de sobria a?oranza a unos estudiantes de periodismo hace apenas dos a?os. Lo constataba quiz¨¢ pensando en esa trayectoria que le convirti¨® en uno de los primeros grandes rostros del star-system popular de la cadena auton¨®mica catalana. Era un ¨¦xito que ven¨ªa sustent¨¢ndose en una trayectoria trabajad¨ªsima de ese ni?o nacido en el barcelon¨¦s barrio de Gr¨¤cia en 1944 y que a los 13 a?os ya intentaba sus pinitos radiof¨®nicos. No estaba dispuesto a dejar ese mundo, ni cuando empez¨® vendiendo pastillas de tos para un laboratorio farmac¨¦utico, ganap¨¢n que compaginaba ya con su formaci¨®n en la escuela radiof¨®nica de Radio Juventud, obteniendo un t¨ªtulo de radiofonista que aplic¨® en la misma emisora en los a?os 70 del siglo pasado, con dos programas que han pasado ya a la peque?a historia del medio: el magac¨ªn Quisicosas y El sacapuntas, este ¨²ltimo con Jordi Estadella y Jos¨¦ Mar¨ªa Pallard¨®.
Consolidado en Radio Juventud salt¨® a Televisi¨®n Espa?ola en Catalunya. All¨ª present¨® diversos programas producidos en los hist¨®ricos estudios de Miramar en Montju?c (Opini¨®, Giravolt...); pero del que se sent¨ªa especialmente feliz era de haber sido el rostro visible de los Informativos catalanes de la cadena durante una d¨¦cada. En realidad, era un g¨¦nero que iba m¨¢s con su personalidad: un hombre que, aunque no era del todo cierto, admit¨ªa que pod¨ªa v¨¦rsele como "poco sociable", sobrio, de cultura notable, imaginativo y con un humor de corte brit¨¢nico. Algo de todo ello aprovech¨® para hacer frente a las propuestas que en 1984 le hicieran desde la reci¨¦n creada TV-3. All¨ª, tras presentar el magac¨ªn matinal Bon dia (del que solo se emiti¨® un programa) abord¨® el concurso Tres i l'astr¨°leg (1984). Menos de un a?o despu¨¦s estar¨ªa al frente de Filiprim (1986-1989), por el que siempre ser¨ªa ya recordado. Con un equipo de guionistas del que formaban parte monstruos del humor como Tom, Romeu y el inolvidable Jaume Perich, antes del Telenoticies vespre alcanz¨® una notable popularidad el espacio y ¨¦l mismo, entre otras cosas por una falsa seriedad que combinaba con las intervenciones y el atrezo m¨¢s singular, por lanzar chistes sobre la localidad de Palau de Plegamans (que luego le dedicar¨ªa una calle al concurso) y por la expresi¨®n con la que desped¨ªa el espacio: "Tanquem la paradeta". ?La clave del ¨¦xito?: "Era un programa pensado para adultos pero que acab¨® enganchando a los ni?os y a la gente de mayor edad, en realidad los due?os del mando a distancia en las tardes antes de los telediarios", argumentaba.??
"No soy humorista; por eso decid¨ª ponerme un bigote con el que me disfrazaba como si fuera Carnaval, y as¨ª me tapaba la cara y me daba menos verg¨¹enza hacer lo que hac¨ªa", justificaba tiempo despu¨¦s. Tras ¨¦l parapetado fue conduciendo en la cadena auton¨®mica espacios como Dicciopinta, 2/4 de Bachs (1991) y 10 del 3 (1993). El bigote desapareci¨® moment¨¢neamente cuando ese mismo 1993, quiz¨¢ en la cresta de su fama televisiva, salt¨® a TVE para presentar el emblem¨¢tico concurso Un, dos, tres, que dirig¨ªa Chicho Ib¨¢?ez Serrador. Sustituyendo a su antiguo compa?ero de Radio Juventud, Estadella, arranc¨® el primer programa asegurando: "Ojal¨¢ que nos aguanten hasta el final...". El final, desgraciadamente, lleg¨® pronto; fueron apenas 18 programas: el hist¨®rico formato parec¨ªa haberse agotado.
El famoso bigote desapareci¨® de su rostro de la tele catalana en 1997, cuando volvi¨® a la cadena para presentar Si l'encerto l'endevino: "Pasaban los a?os y, como me hab¨ªan salido canas, hab¨ªa que a?adir alg¨²n pelo blanco al bigote; y entonces cre¨ª que ya era la hora de dejarlo". Parec¨ªa una met¨¢fora de su trayectoria en TV-3, donde en 2003 presentar¨ªa su ¨²ltimo espacio: A+a+.
Desde entonces pareci¨® volver a sus or¨ªgenes radiof¨®nicos, que en realidad compagin¨® hasta que la televisi¨®n le absorbi¨® del todo. As¨ª, acabar¨ªa colaborando en programas radiof¨®nicos en Catalunya R¨¤dio, R¨¤dio 4 y RAC-1. En 2008 volvi¨® moment¨¢neamente a la televisi¨®n, de la mano del magac¨ªn matinal Connexi¨® Barcelona, de Barcelona Televisi¨®. Y hasta tuvo tiempo de publicar una novela: Un hombre indefinido (2011).
En los ¨²ltimos a?os, Bachs se mostraba educadamente cr¨ªtico con el medio en general e, indirectamente, con la cadena auton¨®mica. "Hac¨ªa este tipo de programas porque lo que me propon¨ªan eran concursos", dec¨ªa sobre una TV-3 de la que en los ¨²ltimos tiempos echaba en falta "la ilusi¨®n del principio de todo, cuando, en el fondo, todos comenz¨¢bamos, trabajando 12 horas al d¨ªa y con mucha imaginaci¨®n para sortear las dificultades iniciales... Tengo la sensaci¨®n de que no hoy no hay tantas ganas de hacer cosas nuevas, innovadoras".
Sin m¨®vil ("localizarme en la calle tampoco es necesario") y sin ordenador, admit¨ªa que le daba "cierta verg¨¹enza" ver "tanta caca de vaca en la tele de hoy". Pero tambi¨¦n lo dec¨ªa ¨¦l sobre su trayectoria y sobre la vida en general: "Mirar hacia atr¨¢s no es bueno". Paradeta cerrada.
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