La virgen emigrante que lleg¨® en una maleta desde Ecuador
Cientos de ecuatorianos celebran a su patrona en Valencia con una peque?a imagen que trajo uno de ellos y que dej¨® al regresar a su pa¨ªs en 2013
Ramiro Zurbano lleg¨® a Valencia a principios de los a?os 2000 buscando una oportunidad. Como muchos de sus compatriotas, cape¨® la crisis aunque en 2013 acab¨® regresando a su pa¨ªs. Pero no se llev¨® todo lo que hab¨ªa tra¨ªdo. Una parte del contenido de su maleta se qued¨® en Valencia. No mide m¨¢s de 40 cent¨ªmetros, pero la peque?a imagen de la Virgen del Quinche congreg¨® ayer en el r¨ªo a cerca de 400 ecuatorianos que, recordando la peregrinaci¨®n a la bas¨ªlica de la patrona en Quito, caminaron varios kil¨®metros para demostrar su devoci¨®n y recordar sus ra¨ªces.
Un ruidoso rumor de rezos sorprend¨ªa ayer a quienes aprovechaban la noche para correr por el viejo cauce del r¨ªo Turia. Portando velas y peque?as im¨¢genes en adornadas canastillas, cientos de ecuatorianos caminaban en procesi¨®n al tiempo que sus familias lo hac¨ªan al otro lado del charco. La cofrad¨ªa de la Virgen del Quinche naci¨® en 2002, de la mano de un grupo de inmigrantes que se reun¨ªan en Valencia para compartir experiencias. Aunque inicialmente no ten¨ªan imagen, ni iglesia, una colecta bast¨® para que Ramiro trajera desde Ecuador a la imagen, venerada ahora por una de las comunidades latinoamericanas m¨¢s numerosas de la ciudad. Pese a su actual ausencia, durante este fin de semana diversas parroquias, como la de Santa M¨®nica, acogen las fiestas de la patrona con cantos, bailes y la tradicional bendici¨®n de beb¨¦s y de coches.
Hace m¨¢s de una d¨¦cada que Emma (70 a?os) hizo la peregrinaci¨®n en su pa¨ªs por ¨²ltima vez. Acalorada por la intensa caminata, recordaba que lleg¨® a Valencia hace 11 a?os siguiendo a sus tres hijos. ¡°La crisis peor que ha habido ac¨¢ en la vida¡±, dice, hizo que dos de ellos volvieran a su pa¨ªs. Realizar la peregrinaci¨®n supone reencontrarse con una tradici¨®n que se niega a perder pese a la distancia. A su edad, y con la mayor parte de su familia ya fuera de Valencia, cuenta que est¨¢ deseando tambi¨¦n regresar. ¡°Que la Virgen del Quinche nos lleve como vinimos¡±, pide tratando de mantener encendida una vela que se apaga con el viento.
¡°Cuando faltan d¨ªas para que llegue el d¨ªa 21 de noviembre, a veces muchos d¨ªas antes, la gente sale caminando de sus casas y de sus pueblos y hacen la marcha a pie, d¨ªa y noche, cruzando hasta monta?as para llegar a la bas¨ªlica, a unos 75 kil¨®metros de Quito¡±, explicaba Jorge, de 45 a?os. Caminar por el cauce del Turia es lo m¨¢s parecido que la ciudad les permite realizar. ¡°Estos d¨ªas all¨¢ hay r¨ªos de gente. Seg¨²n caminamos nos encontramos por los cuatro costados personas que van a la bas¨ªlica. Cuando se termina la celebraci¨®n, despu¨¦s de d¨ªas caminando, hay tanta gente que hay casi que pelearse para poder tomar autobuses de regreso¡±, recordaba.
En la oscuridad de la noche, rodeado de ni?os y adolescentes que jugaban con la cera de sus velas, Jorge recordaba su particular peregrinaci¨®n desde Ecuador hasta Valencia. ¡°Mi mujer, mi hija peque?a y yo vinimos por dos o tres a?os buscando algo mejor y llevamos ya 14¡±, contaba. Pese a las dificultades, Jorge y su familia han conseguido lo que buscaban. ¡°Vinimos por la necesidad y solo nos hemos dedicado a trabajar. No nos result¨® dif¨ªcil integrarnos y aunque yo ahora no tengo trabajo, no me quejo porque mi mujer s¨ª lo tiene y mi hija est¨¢ estudiando, que es lo que siempre hab¨ªamos querido¡±.
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