Un respiro para el cemento
El consumo repunta en octubre y da esperanzas a un sector al ralent¨ª
Tras siete a?os de ca¨ªdas sin pausa, el consumo de cemento en Catalu?a creci¨® por primera vez en el mes de octubre. Lo hizo a un ritmo del 4,3%, si bien el acumulado anual sigue registrando una ca¨ªda del 12,7%. Los 1,11 millones de toneladas producidos hasta octubre es una caricatura de la cifra de 2007 ¡ªel 17% de entonces¡ª y un sin¨®nimo de incertidumbre para el sector, incapaz de adivinar un cambio de tendencia. El pasado jueves un ejecutivo de una cementera contextualizaba el dato as¨ª: ¡°Parece que sube el consumo no tanto porque la construcci¨®n repunte, sino porque el consumo no pod¨ªa caer m¨¢s¡±.
Lo cierto es que las administraciones vuelven a elevar su inversi¨®n en obra p¨²blica y que los fabricantes quieren espantar los fantasmas de los ¨²ltimos a?os, en los que las plantas que no han cerrado han reducido su producci¨®n. De las siete instalaciones existentes en Catalu?a solo la de Cementos Molins en Sant Vicen? dels Horts (Baix Llobregat) ha escapado a esa generalidad y produce al 100% de su capacidad. Del resto, dos est¨¢n fuera de servicio y no tienen previsiones de volver a funcionar y las otras est¨¢n a la mitad de su capacidad, buscando un resquicio de esperanza en las exportaciones, que se han duplicado en un a?o, y que han permitido que la producci¨®n haya crecido un 23% en lo que va de a?o.
Hasta hace a?o y medio, C¨¦sar Garc¨ªa llevaba 44 a?os trabajando en la planta de Vallcarca (Garraf). En esta ¨²ltima crisis hab¨ªa sobrevivido a dos regulaciones de empleo, pero a la tercera ya no resisti¨®. A sus 58 a?os se fue a casa prejubilado.
Ante la ca¨ªda de consumo, Portland Valderribas decidi¨® cerrar la planta Vallcarca y concentrar toda su plantilla en Catalu?a, unas 145 personas, en sus instalaciones de Santa Margarida i els Monjos. La compa?¨ªa ha destruido en siete a?os 130 empleos y mantiene a la venta Vallcarca, que solo abre unas semanas para producir un 10% de su capacidad y as¨ª no perder los derechos de emisiones de di¨®xido de carbono, que las cementeras pueden apuntarse como beneficios.
¡°Puedes irte o seguir aguantando. Nosotros creemos que el sector no recuperar¨¢ un nivel normal de consumo hasta 2020 o 2021¡±, explica Javier Fain¨¦, director de relaciones con inversores de Portland, del grupo FCC. Cuando habla de recuperaci¨®n se refiere a unos vol¨²menes que duplicar¨¢n el consumo actual pero que estar¨¢n a la mitad de lo que se produc¨ªa en 2007, en pleno boom de la construcci¨®n. Las cementeras han dejado de pensar en vacas gordas.
En los ¨²ltimos meses eran insistentes los rumores de que Lafarge comprar¨ªa la planta de Vallcarca. Miguel Varela, director de Recursos Humanos de la compa?¨ªa francesa en Espa?a, admite esa rumorolog¨ªa pero se?ala que esa operaci¨®n ¡°oficialmente no era cierta¡±. La compraventa estar¨ªa vinculada al posible cierre de la hist¨®rica cementera de Montcada, cada vez m¨¢s acuciada por las denuncias vecinales. M¨¢s all¨¢ de esa posible operaci¨®n, Varela dice estar contento por c¨®mo Lafarge ha logrado sortear la ca¨ªda de producci¨®n, sin despidos y con salarios congelados.
Molins es la ¨²nica cementera que mantiene una planta al 100% de su capacidad, la de Sant Vicen? dels Horts. Otra, la que compr¨® en 2013 en Sant Feliu de Llobregat a Cemex por 40 millones, est¨¢ cerrada y no hay previsiones de reapertura. Actualmente en la planta activa trabajan unas 160 personas, nada que ver con las 230 a las que lleg¨® a dar trabajo en 2011. M¨¢s del 50% de su producci¨®n se va al extranjero.
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