Benidorm considera un expolio que su playa sea adscrita al dominio p¨²blico
Ayuntamiento y afectados viven con preocupaci¨®n la decisi¨®n de la Direcci¨®n de Costas
Las relaciones entre el Gobierno central y Benidorm son cada vez peores. La Direcci¨®n General de Costas est¨¢ tramitando el traslado al dominio p¨²blico de la primera l¨ªnea de playa de esta ciudad que vive para el turismo. Los paseos mar¨ªtimos de sus playas pasar¨¢n al control del Gobierno central, una decisi¨®n que deja una sensaci¨®n de ¡°robo¡± entre las autoridades de la ciudad y los propietarios afectados. De no atenderse las alegaciones, cuyo plazo de presentaci¨®n acab¨® el viernes, deber¨¢n pedir permiso a Costas para cualquier obra que afecte a la fachada mar¨ªtima benidorm¨ª.
Unas 3.000 unidades habitacionales (residencias, habitaciones hoteleras, negocios, etc.) quedar¨¢n afectadas, seg¨²n los c¨¢lculos municipales, a lo largo de los cinco kil¨®metros que suman los paseos de Levante y Poniente. Punta Canfali, el acantilado natural que separa ambas playas y sostiene el casco hist¨®rico, tambi¨¦n. El Ministerio de Agricultura, Alimentaci¨®n y Medioambiente considera que estos terrenos nunca perdieron la categor¨ªa de dominio p¨²blico mar¨ªtimo terrestre y los reclama para s¨ª ajust¨¢ndolos a la Ley de Costas de 1.988, que desaconseja las construcciones paralelas al mar.
Hosbec, la patronal hotelera, encuentra la situaci¨®n ¡°kafkiana¡±, trat¨¢ndose de un entramado urbano levantado en los a?os setenta y reconfirmado en todos los planes urbanos de la ciudad. En el Ayuntamiento, gobernado por una coalici¨®n del PSPV y los liberales del CDL, hablan de ¡°expolio¡± y ¡°burocracia farragosa¡± para cualquier tipo de obra. Y reclaman las mismas excepciones aplicadas a ciudades como Gandia, Alicante o Santa Pola, con paseos en similares condiciones.
Este es el segundo encontronazo de gran calibre en apenas un a?o entre la ciudad de los rascacielos y el Gobierno central. A finales de 2013, el Ejecutivo neg¨® a Benidorm la condici¨®n de municipio tur¨ªstico, una figura que contempla ventajas econ¨®micas y fiscales para los n¨²cleos urbanos que en verano multiplican sus poblaciones, caso de Benidorm. Tiene censados 75.000 habitantes y una poblaci¨®n flotante de 150.000. En verano, alberga a unas 400.000 almas en busca de diversi¨®n, sol y playa. Con los n¨²meros en la mano, sus autoridades piden un mejor trato: Benidorm pelea con Madrid en n¨²mero de pernoctaciones anuales, aporta un 1% al PIB nacional y un 10% al regional.
¡°Nos quitan la gallina de los huevos de oro, aqu¨ª limpiamos la playa los 365 d¨ªas del a?o, vivimos de ella, nadie la cuida mejor¡±, dice Jaime Tom¨¢s, de Fincas Benidorm, un negocio con m¨¢s de 40 a?os a sus espaldas administrando pisos y locales en la primera l¨ªnea, donde tambi¨¦n est¨¢ su oficina. Los expertos inmobiliarios dan por hecho una devaluaci¨®n de viviendas y locales. ¡°O viven en un claustro sin vistas o no se entiende c¨®mo hacen esto, es una barbaridad¡±, protesta Javier Garc¨ªa, benidorm¨ª de quinta generaci¨®n y administrador de varios inmuebles en los dos paseos de la ciudad.
El l¨ªmite de la soberan¨ªa municipal comienza en la l¨ªnea que marcan los paseos con la arena, pero queda sujeta a varias servidumbres que traer¨¢ un quebradero de cabeza a m¨¢s de uno. El arquitecto municipal anda preocupado, por ejemplo, con el mantenimiento de las cinco estaciones de bombeo de aguas pluviales que quedan en la zona de protecci¨®n de Costas, un ¨¢rea amortiguadora que se mete 20 metros dentro de la zona urbana. Aunque Medio Ambiente niega que vaya a haber cambios de titularidad, t¨¦cnicos de Urbanismo sostienen que partes del espacio ajardinado o las piscinas de algunos hoteles s¨ª lo har¨¢n.
M¨¢s preocupados est¨¢n en Punta Canfali, conocida por tener el mirador de la ciudad y donde la ribera del mar se choca con un talud de rocas. En esta zona, Costas solo permitir¨¢ obras accesorias, peque?as reparaciones. Alg¨²n negocio ya se ha encontrado con dificultades para cambiar su fachada. Sobre el terreno, resulta dif¨ªcil entender incluso c¨®mo se puede respetar en varios puntos la servidumbre de paso, un espacio de seis metros que la ley establece c¨®mo m¨ªnimo para el tr¨¢nsito de personas y veh¨ªculos.
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