Un rumor es solo eso
Llevamos meses inmersos en un bucle pesimista y alarmista de noticias sobre el puerto de Valencia
Llega un momento en la vida de un rumor que, si se repite de manera constante, con rotundidad, especialmente si se hace desde distintas tribunas, deja de convertirse en eso y lo empezamos a aceptar como hecho; no lo cuestionamos, no pasa una cuarentena, simplemente nos rendimos a ¨¦l, lo integramos, lo asumimos y hasta lo repetimos, casi a modo de cantinela. Este proceso es mucho m¨¢s veloz y contundente si el mensaje lo airean desde diferentes entidades, m¨¢s certero si alguna de ellas la consideramos de prestigio, y su efecto se multiplica de manera exponencial si se hacen eco del discurso los medios de comunicaci¨®n. Desmontar estos mensajes es una tarea ardua, afortunadamente, no imposible si el planteamiento imperante se contrarresta con datos.
Llevamos meses inmersos en un bucle pesimista y alarmista de noticias sobre el puerto de Valencia. Comenzaron a lanzarse recados a todo aqu¨¦l que los quisiera o¨ªr, especialmente si ten¨ªa un medio de comunicaci¨®n que los pudiera recoger y amplificar, que aseguraban que el puerto de Valencia estaba perdiendo tr¨¢ficos de manera continuada y progresiva y que los responsables fundamentales eran los estibadores y sus salarios. La lluvia de mensajes que empez¨® siendo leve ha llegado a convertirse en chaparr¨®n y se ha transformado, como advert¨ªamos, en algo que la mayor¨ªa ha asumido como hecho. Por lo tanto, parece que se da por aceptado que ser¨ªa hasta justo que los trabajadores portuarios vi¨¦ramos endurecidas nuestras condiciones laborales en el convenio colectivo que llevamos negociando desde hace meses. ?ltimamente, no hay conferencia, tertulia o art¨ªculo de opini¨®n sobre el Puerto de Valencia que no incluya alg¨²n postulado en este sentido. Lo que es m¨¢s dif¨ªcil es encontrar datos, desglosados, que apoyen ese discurso imperante. La raz¨®n es bien sencilla, si analizamos los n¨²mero el rumor creado se desvanecer¨¢ como la lluvia cuando sale el sol.
El puerto de Valencia, seg¨²n la estad¨ªstica que publica mensualmente Puertos del Estado, ha crecido, a septiembre de este a?o en comparaci¨®n con el mismo periodo del ejercicio anterior, en 151.111 contendores de tr¨¢nsito, o, lo que es lo mismo, el transbordo, ese que seg¨²n los agoreros versados se iba a marchar a todos los puertos de los alrededores, ha aumentado en un 9,39%. Y no es que septiembre haya sido un mes espectacular y haya arreglado las cifras de un a?o negro, en absoluto, el tr¨¢fico lleva en ascenso continuado desde mayo; y el descenso de los primeros meses fue mucho m¨¢s leve que el aumento experimentado de manera posterior. As¨ª, la media de bajada fue de 1,71% mensual y la de incremento de 6,71%.
Y el puerto de Valencia va bien, es uno de los primeros del mundo en competitividad y eficacia, porque est¨¢ estrat¨¦gicamente situado, porque tiene unas instalaciones modernas y muy bien dotadas y porque cuenta con una plantilla de estibadores profesionales, comprometidos, formados y competentes, cohesionados y organizados, adem¨¢s de motivados y convencidos de que el aporte de su grano de arena es fundamental para el crecimiento de una industria pr¨®spera para ellos mismos, su colectivo, su sector y su pa¨ªs.
Desde esa posici¨®n se negocia el convenio colectivo. Un marco legal que tiene como objetivo regular las condiciones de una profesi¨®n, en este caso, de riesgo y que se desarrolla en circunstancias dif¨ªciles, ya sean meteorol¨®gicas o de horario, pues el puerto est¨¢ abierto las 24 horas durante 360 d¨ªas al a?o y la labor, en la mayor parte de las jornadas, es imprevisible. Entendemos que, si el estibador es protagonista del buen funcionamiento de un sector que arroja millones de beneficios y ejecuta una tarea especializada y, en muchos casos, en condiciones adversas, parece l¨®gico, aunque no sea en estos d¨ªas lo com¨²n, que tenga derecho a unas condiciones de trabajo dignas. Parece l¨®gico tambi¨¦n que si, de manera efectiva, desarrolla labores en su quehacer diario, estas est¨¦n recogidas en el documento que regula las relaciones entre trabajadores y empleadores, es decir, el convenio colectivo. Un instrumento legal que sea reflejo de la realidad es una manera ¨®ptima de crear un marco de estabilidad. De este modo lo han entendido, de manera tradicional, las empresas estibadoras y por esa raz¨®n, hemos llegado a acuerdos que, como arrojan los datos, han beneficiado a toda la Comunidad.
Coordinadora, fuerza sindical de mayor representaci¨®n en el puerto de Valencia desde 1998 siempre ha defendido la flexibilidad, el di¨¢logo, la capacidad de adaptaci¨®n de la profesi¨®n a cada circunstancia. Estas claves, entendidas y asumidas por el colectivo de estibadores, han permitido negociaciones fruct¨ªferas que han logrado que el puerto avance. No ser¨¢ distinto en esta ocasi¨®n, por m¨¢s que afloren dimes y diretes cargados de ruido, de cualquier ¨ªndole, por m¨¢s que aparezcan organizaciones que traten de ridiculizar el consenso con discursos populistas y mostrarlo como si fuera una debilidad.
Confiamos en que en estos momentos, en lo que lo verdaderamente importante es aunar fuerzas, afianzar la estabilidad y trabajar para seguir creciendo, todos los que vivimos del Puerto de Valencia seamos capaces de decodificar los mensajes vac¨ªos, desecharlos por faltos de contenido, y presentarlos como lo que verdaderamente son: un rumor, solo eso.
?scar Mart¨ªnez es presidente del comit¨¦ de empresa de la Sociedad de Estiba de Valencia y l¨ªder del sindicato Coordinadora
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