Catalu?a gira a la izquierda
Las actuales din¨¢micas rupturistas apuntan a la formaci¨®n de dos posibles mayor¨ªas, una en clave social y otra en clave nacional
Puede que la creaci¨®n de una plataforma electoral encabezada por Artur Mas en la que su partido se uniera a exponentes del movimiento soberanista que le han apoyado en la batalla del 9-N sirviera para que Converg¨¨ncia se ahorrara el batacazo que los sondeos le auguran. Podr¨ªa ser. Se tratar¨ªa de capitalizar electoralmente la movilizaci¨®n de los ¨²ltimos dos a?os culminada en la extra?a jornada el 9-N, dicen sus promotores. Una operaci¨®n destinada a dotar de un liderazgo ¨²nico y un programa com¨²n al independentismo catal¨¢n. Quiz¨¢ s¨ª. Pero, ?para qu¨¦ iban a aceptar esto los partidos como Esquerra, Iniciativa o la CUP, que han aportado el activismo de sus bases y su correspondiente cr¨¦dito pol¨ªtico a estas organizaciones sociales en los ¨²ltimos cuatro a?os?
La realidad estricta es que las organizaciones sociales independentistas, en particular la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y ?mnium Cultural, de donde tendr¨ªan que surgir buena parte de los componentes de la plataforma de Mas, est¨¢n integradas por activistas no afiliados a partidos, pero tambi¨¦n en buena medida por simpatizantes, exafiliados y, claro est¨¢, militantes de la propia Converg¨¨ncia, de Esquerra, Iniciativa, la CUP, etc¨¦tera, y sus respectivas zonas de influencia social, pol¨ªtica y electoral. No se trata de universos separados. Todo lo contrario. Hay una espesa imbricaci¨®n entre ambos mientras compiten por la direcci¨®n del proceso.
De manera que la plataforma Mas, el Partido del Presidente como le llaman algunas voces, valdr¨ªa, quiz¨¢ s¨ª, para salvar a una Converg¨¨ncia desestabilizada por los esc¨¢ndalos de los Pujol y por la deriva que la separa inexorablemente de Uni¨® Democr¨¤tica y de los segmentos no independentistas de su electorado. Y de la ca¨ªda libre electoral que se les augura a todos los partidos que a partir de 2008 han ejecutado desde los gobiernos el austericidio exigido por la troika. Pero desde luego esta no es la expectativa de Esquerra, ni la de Iniciativa, ni la de la CUP. Bien mirado, es dudoso que a la ANC pueda interesarle participar en la plataforma presidencial si rechazan hacerlo estos tres partidos que hasta ahora han acompa?ado a Mas en la batalla por el derecho a decidir.
Podemos y Ciutadans, se convertir¨ªan en actores centrales, a costa del hundimiento del PP y el PSC
Las direcciones de los partidos de la izquierda ya lo han anunciado. No les interesa esta opci¨®n. El car¨¢cter virtual de la extra?a jornada del 9-N tuvo entre otras consecuencias la de poner fin a una etapa de unidad de acci¨®n del mundo pol¨ªtico soberanista. Lo que viene ahora no se sabe qu¨¦ ser¨¢ y parece que hoy mismo Artur Mas se?alar¨¢ los nuevos hitos en el camino a seguir por quienes, como ¨¦l, siguen so?ando con un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n nacional. Ya lo dijo, el presidente, despu¨¦s del refer¨¦ndum simb¨®lico: ahora toca perseguir la consulta definitiva.
Pero en la nueva etapa, por una mera exigencia del calendario, cada d¨ªa cobran m¨¢s y m¨¢s importancia las expectativas preelectorales de cada cual. Los ¨²ltimos sondeos sobre intenci¨®n de voto indican que en Catalu?a se est¨¢ produciendo la suma de las dos din¨¢micas rupturistas en curso, la socioecon¨®mica y la nacional. El publicado por El Peri¨®dico de Catalunya apunta, en conjunto, una doble correlaci¨®n de fuerzas que dibujan un escenario sumamente interesante y complejo si ahora se celebraran elecciones.
Seguir¨ªa habiendo, como en la actual composici¨®n del Parlament, una contundente mayor¨ªa soberanista formada por Converg¨¨ncia, Esquerra, Iniciativa y la CUP. Pero, al mismo tiempo, surge con fuerza, claramente, el otro aspecto que el avasallador protagonismo del pleito nacional oculta o disimula. Y es que el conjunto de las izquierdas ser¨ªa claramente mayoritario en el hipot¨¦tico Parlamento catal¨¢n configurado a partir de unos resultados como los apuntados por este sondeo.
Los esca?os previstos en ¨¦l para Esquerra, Podemos, el PSC, Iniciativa y la CUP podr¨ªan formar una holgada mayor¨ªa parlamentaria. Sumando la parte baja de la horquilla alcanzar¨ªan los 73 diputados, cinco por encima de la mayor¨ªa absoluta. Se confirmar¨ªa la tendencia iniciada en las elecciones europeas de hace medio a?o seg¨²n la cual un partido reci¨¦n nacido, Podemos, y otro casi marginal hasta ahora, Ciutadans, se convertir¨ªan en actores centrales, a costa de los dem¨¢s pero sobre todo del hundimiento del PP y el PSC y de un retroceso de CiU e ICV-EUiA. Cobra relevancia una inc¨®gnita: ?ser¨¢n Podemos y Ciutadans partidos aptos para mezclar con otros, para formar alianzas y gobiernos?
Los datos indican la existencia de dos mayor¨ªas de diferente composici¨®n para los dos procesos pol¨ªticos simult¨¢neos pero distintos que se solapan actualmente en la sociedad catalana. Un parte de Catalu?a sue?a con la autodeterminaci¨®n y una parte de Catalu?a sue?a con librarse del dogal del neoliberalismo que le ha impuesto las pol¨ªticas de austeridad. La pol¨ªtica que recorta los salarios, congela las pensiones, facilita el despido de los trabajadores y descapitaliza poco a poco pero sin pausa la sanidad y la escuela p¨²blicas. Ambas partes de Catalu?a tienen fuerza suficiente como para configurar un parlamento acorde con sus intereses y sus sue?os. Los ¨²nicos que ahora mismo ni sumados formar¨ªan mayor¨ªa parlamentaria, seg¨²n indican estos sondeos, son los que sostienen a los actuales Gobiernos, los diputados que lograr¨ªan Converg¨¨ncia y el PP. Ni de lejos. Est¨¢n en minor¨ªa en la sociedad catalana.
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