Tres en uno: Rubic¨®n, OPA y dos a?os m¨¢s

El presidente de Converg¨¨ncia, Artur Mas, ha lanzado tres operaciones en una sola. Y esta vez no es f¨¢cil que las desbarate ning¨²n resorte judicial, nada que no sea la Pol¨ªtica con supermay¨²sculas. Porque ahora ¨¦l es el competente para administrar la cadencia de la legalidad, siempre que se circunscriba a la convocatoria de elecciones auton¨®micas.

Mas cruz¨® ayer de forma casi irreversible el Rubic¨®n del independentismo. Al defender un programa ¨²nico para unas elecciones de corte plebiscitario, le fij¨® contenido sin los habituales suced¨¢neos ni trucos semi¨®ticos: la reivindicaci¨®n directa de un Estado independiente para Catalu?a. Ahora su posici¨®n s¨ª est¨¢ clara, y la suerte est¨¢ (casi) echada, tras dos a?os de confundir a la ciudadan¨ªa, desde los comicios anticipados del 25-N.

Tambi¨¦n lanz¨® una OPA hostil a su principal socio de este per¨ªodo, y al tiempo rival, la inc¨®moda Esquerra Republicana. A Oriol Junqueras le hurt¨® el gran reparo oponible a una lista electoral com¨²n en torno a un ¨²nico punto, la preservaci¨®n de la identidad de cada partido: le sustrajo la cartera ¡ªcomo ya hab¨ªa hecho el 9-N¡ª con la oferta, probablemente m¨¢s ret¨®rica que real, de no encabezar la lista, sino de ir el ¨²ltimo. Quiz¨¢ ret¨®rica, pero de una eficacia met¨¢lica, inapelable. Junqueras se dio por enterado. Fue el que no aplaudi¨®.

Y marc¨® un programa de agitaci¨®n permanente hasta final de 2016, como si los tres ¨²ltimos a?os hubieran sido solo un entrenamiento. Si los socios/rivales doblan la cerviz y aceptan la OPA, otra vez elecciones a la vuelta del a?o. Y luego, en caso de mayor¨ªa secesionista, el ¨¦xtasis de un proceso con ribetes de ¡°constituyente¡±.

Pero si no aceptan, se les cargar¨¢, tambi¨¦n a ellos, el mochuelo de malos patriotas, del inter¨¦s partidista, de aplazar la cita con el inminente para¨ªso. Esta m¨¢quina de repartir DNIs antes de que toque es abrasadora. Y si no basta por s¨ª sola, siempre se les puede enviar a la llamada ¡°sociedad civil¡±, tanto la organizaci¨®n cultural como la otra, para dictarles la conducta aconsejable en nombre del pueblo.

El pol¨ªtico ya profesionalizado que es Mas abus¨®, en tono buscadamente humilde, de la t¨¢ctica ventajista de hablar como presidente de la Generalitat (es decir, de todos los catalanes). Cuando en realidad lo hizo como cabeza de un solo partido (el jefe de la federada Uni¨®, Josep Antoni Duran Lleida, no acudi¨®) y ya como l¨ªder, a pecho descubierto, de los secesionistas. Al resto, ni agua.

Mas se present¨® en Mois¨¦s, augurando la tierra prometida, como hab¨ªa pretendido inmortalizarle el estilista de la campa?a de hace dos a?os, otro aspirante a profeta. Pero esta vez pudo hacerlo porque torpes artes altaneras de cu?o centralista ya le hab¨ªan victimizado, como a Job. Nada mejor que una querella ¨®mnibus para pasar a la Historia.