?Me lo pido!
Nueve de cada diez juguetes demandados por los ni?os sale en la tele, pero hay quien oferta mu?ecas, drones o puzzles singulares
¡°Me lo pido, me lo pido, me lo pido¡±. No hay ni?o que no se quede absorto delante del televisor en estas fechas en las que los anuncios de juguetes lo inundan todo. Y no es extra?o que los fabricantes echen el resto. En la carta a los Reyes Magos nueve de cada 10 peticiones tiene un origen televisivo. Pero hay jugueter¨ªas en Madrid que van por libre y ofertan regalos sin esta machacona promoci¨®n: mu?ecas artesanales, coches a escala de todas las ¨¦pocas, juegos de mesa de otras culturas, robots o puzles de aut¨¦ntica madera.
Los abuelos frenan que Pap¨¢ Noel coma todo el terreno a los Reyes
Los h¨¢bitos de consumo est¨¢n cambiando, y frente a las grandes superficies, hay un renacer en los ¨²ltimos tiempos de las peque?as tiendas de barrio. Una ola a la que quieren subirse algunas jugueter¨ªas singulares. En 2013 cada ni?o recibi¨® de media siete regalos l¨²dicos por un valor de 135 euros (frente a los 178 de 2006). La Asociaci¨®n Espa?ola de Fabricantes de Juguetes cree que el promedio se mantendr¨¢ en 2014, si acaso con un leve repunte a final de a?o. ¡°Si antes el t¨ªquet medio eran 50 euros, ahora no pasa de los veinte¡±, calcula Susana Eznarriaga, cuarta generaci¨®n propietaria de As¨ª, una cadena de tiendas de mu?ecas ¡°Pero, al menos, ahora vemos que la gente gasta con mayor alegr¨ªa, sin rebuscar tanto¡±, se felicita. En los ¨²ltimos tres a?os est¨¢n viendo como Pap¨¢ Noel le come el terreno a los Reyes Magos. ¡°Los ni?os tienen m¨¢s tiempo de jugar. Son los abuelos los que quieren que siga habiendo Reyes¡±, relata.
Direcciones
Hola Caracola. Garc¨ªa Paredes 72 91 399 00 18
Macchinine. Calle del Barquillo 7. 917 010 518
Kamchatka toys. San Agust¨ªn, 18, 28014, Madrid. ¡¤ 913 763 614.
J de juego. Menorca, 36. 91 574 59 03. y Avenida Camilo Jos¨¦ Cela (Alcobendas). 91 661 34 05.
Juguetr¨®nica. Alberto Aguilera 1. 914 47 88 08.
Cuarto de juegos. Jorge Juan 42. 91 435 00 99
As¨ª. Gran V¨ªa, 47 (91 548 28 28). Arenal, 20. Pr¨ªncipe de Vergara, 12. Centro comercial Zielo (Pozuelo de Alarc¨®n.)
As¨ª tiene cuatro tiendas en Madrid ¡ªla ¨²ltima la acaban de abrir en Pozuelo¡ª, pero es conocida por su m¨ªtico escaparate en la Gran V¨ªa 47, atestado de mu?ecas de su f¨¢brica alicantina. Esta sede, que ha tenido como clientas a Demi Moore o Whitney Houston, cerrar¨¢ a mediados de enero. La renta iba a subir de 10.000 a 50.000 euros. ¡°Al final el due?o ni siquiera quiere negociar. Lo debe de tener alquilado¡±, relata Susana apesadumbrada. Sus tiendas no dependen de la campa?a de navidad, venden todo el a?o. ¡°Una mu?eca necesita complementos (vestidos, zapatos¡) para no aburrirte¡±, razona.
Algunos negocios de este reportaje van dirigidos a un nicho de p¨²blico tan delimitado que dicen no haber notado la crisis. Lo cuenta Mercedes del Pozo, due?a de Peke?eces, en el Barrio de la Concepci¨®n. Abrieron en pleno derrumbe econ¨®mico, hace cuatro a?os, focalizados en casas de mu?ecas y en miniaturas de precio elevado que encaprichan a muchos coleccionistas.Tambi¨¦n es el caso de Juguetr¨®nica. En 11 a?os han pasado de una tienda de 40 metros a una de varios cientos en San Bernardo con un museo de rob¨®tica en su s¨®tano. ¡°Somos casi un parque de atracciones. Merece darse una vuelta (no hace falta comprar)¡±, anima Daniel Bay¨®n, su fundador. ¡°Ver¨¢n un acuario con peces y submarinos rob¨®ticos, una pista en la que los coches hacen looping¡¡±.
Juguetr¨®nica est¨¢ pensada para todos los bolsillos. Desde un kit de construcci¨®n con paneles solares de 10 euros a un dron de 6.000. Bay¨®n se indigna de que muchas jugueter¨ªas no tengan servicio de reparaci¨®n: ¡°Si se te rompe el helic¨®ptero lo tienes que tirar. Deb¨ªa ser obligatorio por ley¡±. Organizan tambi¨¦n talleres de rob¨®tica y emiten video-tutoriales con peque?os trucos. ¡°Como atar un hilo a la caja, para controlar el dron cuando empiezas a volarlo¡±.
En Macchinine, en la callde del Barquillo, no necesitan reparar sus coches a escala. Jos¨¦ Luis Jim¨¦nez, su due?o, ampli¨® el cat¨¢logo y ahora los precios van desde los tres a los 18.000 euros. Todo porque los ni?os que entraban sal¨ªan llorando porque todo era caro y no les compraban nada.
Hay quien arrasa con lo m¨¢s demandado y lo revende en eBay
Parece imposible que esta tienda de proporciones min¨²sculas sirva de garaje de m¨¢s de 15.000 veh¨ªculos en miniatura de todas las ¨¦pocas, cientos de peonzas y soldaditos de hojalata. Ya casi una excentricidad en un pa¨ªs donde tres de cada diez juguetes se basa en licencias comerciales (Spiderman o Harry Potter).
Macchinine no se centra en las ¨²ltimas novedades, sino que compra pensando en sus coleccionistas, que al menos una vez al mes se pasan por la tienda. Si no tienen el modelo, aceptan como reto encontrarlo en el mercado. ¡°Es un servicio que damos al cliente. A veces tardamos 15 d¨ªas, a veces seis meses..., pero solemos encontrarlo¡±, cuenta orgulloso Jos¨¦ Luis, con un anecdotario que no acaba. Desde un equipo de televisi¨®n japon¨¦s descubri¨® al azar la tienda y se termin¨® emitiendo un reportaje de 17 minutos en aquel pa¨ªs, a que el coche del dibujo animado Pocoy¨® est¨¢ inspirado en uno que sus creadores vieron en su escaparate. Pasando por aquellos ni?os de una escuela establecieron el trueque definitivo: su chupete (ro¨ªdo del uso) por un coche.
Como en Macchinine, en Hola Caracola en cuanto se juntan tres clientes asiduos hay una apasionada tertulia. ¡°Antes al cliente le daba verg¨¹enza decir que compraba una Nancy para ¨¦l. Contaba que era para su sobrina. Ahora han salido del armario¡±, cuenta con iron¨ªa Roberto Pascual, su due?o. Reciben a mucho coleccionista de Playmobil, Exin Castillos o nenucos. Pero es tambi¨¦n un lugar para que cualquiera se encuentre con el pasado y compre sus recuerdos. Sus barriguitas, por ejemplo, no son cool como las de ahora, sino que lucen sin complejos la tripa de siempre. El armario vestidor de la Nancy es su top en ventas por Internet.
Recomendaciones
Primer a?o. Los juguetes adecuados son los que les hacen moverse y agradables para el tacto y la vista.
De uno a tres a?os. Hay que fomentar las relaciones familiares, por ejemplo con juegos de mesa sencillos.
?De seis a diez a?os. Comienzan a jugar de forma aut¨®noma. Triunfan las nuevas tecnolog¨ªas y el deporte: los juegos electr¨®nicos, de estrategia y reflexi¨®n, las maquetas y el material deportivo.
Kamchatka Toys tambi¨¦n se ha instalado en lo de siempre. Hasta el punto que sus due?os venezolanos ¡ªNathalie psic¨®loga, y Rai, m¨²sico¡ª compran g¨¦nero, desde futbolines a trenes de madera, en f¨¢bricas centenarias de Europa y Reino Unido. La madera es su material favorito, porque es ecol¨®gica, suena y tiene distintas texturas. ¡°Nosotros queremos cosas que no salgan en la tele. No son juguetes sexistas, ni para destruir, ni hacen culto a la muerte o para jugar a matar¡±, describe Rai Nieves su negocio.
La Red ¡ªen la que todas estas tiendas venden¡ª es una aliada, pero tambi¨¦n el enemigo. Los caza ¡°estrellas de Navidad¡± rastrean las p¨¢ginas de jugueter¨ªas para ver qu¨¦ productos empiezan a escasear y se hacen con ellos para luego revenderlos en eBay duplicando su precio. En temporadas pasadas fueron las vamp¨ªricas mu?ecas mu?eca Monster High y hoy, por ejemplo, los Lego de La guerra de las galaxias. Jos¨¦ Luis asegura entristecido que hay clientes que compran en Macchinine para seguidamente venderlo por mucho m¨¢s en eBay.
Pero dar con la estrella de Navidad no es f¨¢cil. El 80% de las mu?ecas que se venden son rubias, pero a veces quien triunfa entre los peque?os es la morena.
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