Castedo deja en Alicante una ciudad sin proyecto y etiquetada de corrupta

La dimitida Sonia Castedo, doblemente imputada por cinco delitos, deja un legado en Alicante que ofrece m¨¢s sombras que luces. La alcaldesa del PP que dijo que pondr¨ªa a la ciudad ¡°guapa, guapa y guapa¡±, apenas ha terminado en seis a?os ninguno de los proyectos anunciados por su predecesor y mentor Luis D¨ªaz Alperi, tambi¨¦n imputado en casos de corrupci¨®n. Alicante est¨¢ levantada en obras que llegan tarde, intervenida por el Gobierno central, con 170 millones de euros de deuda y una mancha de irregularidades derramada sobre un plan general urbano, bloqueado en Valencia y mirado con lupa por la justicia.

El urbanismo de la ciudad es el principal suspenso de Castedo, responsable del mismo desde 2007, primero como concejal y luego como alcaldesa. No solo no ha sido capaz de adecuar el dise?o de la ciudad a los nuevos tiempos, creando una urbe que se ha diseminado sin orden por el territorio, sino que su dibujo urbano ha acabado por enterrarla en t¨¦rminos pol¨ªticos. Las razones de su dimisi¨®n el pasado martes, v¨ªa Internet, est¨¢n cimentadas en torno a presuntos ama?os del plan general de Alicante, denunciados por la polic¨ªa y la fiscal¨ªa.

Alicante pudo ser Niza (ciudad emblema de la Costa Azul francesa) y acab¨® en obras, dijo en un off the record un hotelero para describir el estado de la ciudad. La belleza de las calles alicantinas es una cuesti¨®n que divide a la ciudadan¨ªa entre los defensores y detractores de Castedo. Opiniones como la del primer vicealcalde, Andr¨¦s Llorens, calificando de ¡°innegable el embellecimiento generalizado de la ciudad¡±, contrastan con las vertidas desde el Colegio de Arquitectos a la Universidad o el mundo del comercio, m¨¢s acordes con el diagn¨®stico que la oposici¨®n viene realizando hace a?os: la ciudad ha sido construida por intereses promotores m¨¢s que por un proyecto com¨²n, muchas veces arrasando con el patrimonio arquitect¨®nico propio.

La ciudad acumula una deuda que alcanza los 170 millones de euros

La millor terreta del m¨®n, que reza el himno local, ha estado en los ¨²ltimos meses en boca de todo el pa¨ªs precisamente por la relaci¨®n de dependencia que mantiene con el empresario, Enrique Ortiz, m¨¢ximo contratista municipal y supuesto beneficiario de las irregularidades cometidas por la alcaldesa. La ciudad, que siempre se pens¨® amable y sencilla para el visitante, ha vivido una suerte de hecatombe publicitaria en los ¨²ltimos meses de la era Castedo al convertirse en un referente televisivo m¨¢s de la corrupci¨®n valenciana, comentado en tertulias que tan pronto tratan de pol¨ªtica como lo hacen del coraz¨®n.

Castedo se va del Ayuntamiento pero en Alicante se queda Ortiz. Con unas cuentas intervenidas por el Estado, solo las contratas del empresario han crecido en unos presupuestos con unos recortes en materia social y de empleo que merecieron alegaciones y protesta de todos los trabajadores sociales municipales. Son los presupuestos del empresario, a tenor de las cantidades repartidas. De los 240 millones de euros que los alicantinos gastar¨¢n en 2015, casi 45 millones ir¨¢n a parar a empresas del constructor que despachaba por tel¨¦fono con la alcaldesa asuntos p¨²blicos como si fueran propios, tal como testimonian las escuchas policiales que sustentan toda la acusaci¨®n del denominado caso Brugal.

Castedo se va del Ayuntamiento pero en Alicante se queda Ortiz

¡°Y se va convirti¨¦ndonos en el vertedero del sur de Valencia¡±, apostill¨® Miguel ?ngel Pav¨®n, concejal de Esquerra Unida. La ex alcaldesa concurri¨® a las elecciones en 2011 con la promesa de que el basurero municipal no enterrar¨ªa m¨¢s que las 100.000 toneladas de residuos generadas por los alicantinos y, sin embargo, se va permitiendo que las comarcas del sur de Valencia viertan 150.000 toneladas m¨¢s en un planta de tratamiento que, tambi¨¦n, gestiona Enrique Ortiz.

Castedo, que en 15 a?os ha pasado de ser auxiliar de prensa municipal a primera regidora, se march¨® el d¨ªa que los sindicatos municipales se levantaron de la mesa de negociaci¨®n de la relaci¨®n de puestos de trabajado (RPT), tras a?os denunciando que la RPT solo se mueve en funci¨®n de intereses sectarios. Castedo quiso ser la alcaldesa con may¨²sculas de la ciudad, y sin embargo ha restado presencia al municipio como capital.

Por un localismo mal entendido se ha enfrentado a la Generalitat para reducir su cuota presupuestaria en el transporte interurbano que conecta la ciudad con el resto de la comarca. Hizo lo propio con Benidorm, al negarle una conexi¨®n directa con el tren de alta velocidad. Y no ha cuajado ni un solo proyecto para revitalizar el eje formado por Alicante y Elche. Ni siquiera cuando las dos ciudades han tenido el mismo color pol¨ªtico, ambas gobernadas por el PP.