Espabilar es de hombres
Sergio Garc¨ªa habl¨® en castellano con acento del Bon Pastor ante las c¨¢maras de TV-3 y los soberanistas talibanes incendiaron las redes
Muri¨® el bandoneonista argentino Leopoldo Federico a los 87 a?os. Buena edad para morir. Ni demasiado pronto ni demasiado tarde. Dedicar toda una vida al tango, qu¨¦ maravilla, qu¨¦ placer, semejante historia no puede despertarnos m¨¢s que envidia cochina, dejando a nuestra autoestima malherida sin remedio. A lo mejor es verdad que nos queremos poco, tan empecinados estuvimos en convertirnos en hombres de provecho, seg¨²n el mantra familiar y escolar que durante los ¨²ltimos a?os de Franco estuvo de moda. En aquella ¨¦poca, yo era el charnego de la clase en las Escuelas P¨ªas de Granollers, al expresarme mayormente en la lengua de Mill¨¢n Astray; y cuando volv¨ªa a casa, tras media hora de camino, para mis amigos y vecinos de Canovelles era el catal¨¢n, pues era el ¨²nico que sab¨ªa hablar en la lengua de Francesc Trabal. As¨ª fue como aprend¨ª la importancia del contexto. Tambi¨¦n aprend¨ª que hablar en una u otra lengua no te protege del pensamiento cretino, ni te exime de ser un idiota; y aprend¨ª que los ni?os ya sab¨ªamos distinguir a muy temprana edad la extracci¨®n social de cada uno, y hacerlo pagar en consecuencia. Peque?o burgueses de la Ense?anza General B¨¢sica.
Ocurre que con mi padre hablo en catal¨¢n y con mi madre en castellano, entre ellos hablan en catal¨¢n; con mi hermana mayor hablo en castellano y con la peque?a en catal¨¢n, entre ellas hablan en castellano. Este art¨ªculo, originalmente escrito en castellano, saldr¨¢ publicado en catal¨¢n en elpais.cat. Mi abuelo materno lleg¨® de Ser¨®n (Almer¨ªa) a Granollers en tiempos de la Rep¨²blica y ¨¦l me hizo periquito. Gerard L¨®pez, el seleccionador catal¨¢n de f¨²tbol, tuvo la osad¨ªa de nombrar capit¨¢n a Sergio Garc¨ªa, catal¨¢n del Bon Pastor, capit¨¢n asimismo del Espanyol, club bajo eterna sospecha patri¨®tica. Sergio Garc¨ªa habl¨® en castellano con acento del Bon Pastor ante las c¨¢maras de TV-3 y los soberanistas talibanes incendiaron las redes. Ya est¨¢ aqu¨ª la guerra civil catalana molecular, seg¨²n el paradigma de Hans Magnus Enzensberger.
Fui al f¨²tbol acompa?ado de mi amigo Guillermo, periquito argentino casado con una navarra y con hijos catalanes. El Eibar ganaba 0 a 2 casi imperceptiblemente, enfrascados como est¨¢bamos en la magia de la conversaci¨®n con la vista puesta en el campo. Leopoldo Federico ha muerto. Mujeres de todas las nacionalidades quieren aprender a bailar el tango. Qu¨¦ bueno morir sepultado por una mina. ?Te rompieron el coraz¨®n o el coraz¨®n se rompe? ?Qu¨¦ poder le atribuimos a las rompecorazones? La preocupaci¨®n migra del coraz¨®n a la pr¨®stata, si el amor mata, el tiempo pasa. Encantados de vivir estos tiempos hist¨®ricos donde algo est¨¢ a punto de pasar. Gol de Felipe Caicedo con celebraci¨®n insulsa. Sergio Garc¨ªa falla un gol cantado, impropio de su calidad. Sensaci¨®n de que est¨¢n todav¨ªa tomando las uvas. El entrenador dir¨¢ luego que ha fallado el gen de Cornell¨¤. Debe ser un gen recesivo, puesto que se manifiesta al azar, o sea cuando le da la real gana. Cuidado con los genes si caen en manos de los patriotas. Con 20 puntos ya sesteamos, sobreviene la sospecha de que cuando el equipo est¨¦ matem¨¢ticamente salvado haremos lo de siempre, vivir sin pasi¨®n. A la salida del estadio y en busca del coche, Guillermo y yo nos perdemos irremisiblemente en un entorno inh¨®spito. Nadie es de all¨ª, nadie sabe nada. Por fin, una pareja. Ella nos orienta, no recuerdo en qu¨¦ idioma, mientras ¨¦l, en segundo plano, guarda silencio. Como no espabile, ella le va a romper el coraz¨®n. ?O el coraz¨®n se rompe solo?
Con 20 puntos ya sesteamos, sobreviene la sospecha de que cuando el equipo est¨¦ matem¨¢ticamente salvado haremos lo de siempre, vivir sin pasi¨®n
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