De aquellos polvos estos lodos

A cuenta de la injusta financiaci¨®n auton¨®mica que padecemos uno puede encontrar multitud de titulares en prensa aparecidos los ¨²ltimos a?os. Demasiados como para no darse cuenta que alguna cosa est¨¢ mal, muy mal.

Las razones de que ahora se reclame por algunos lo que antes fue objeto de renuncia tambi¨¦n est¨¢n muy claras. La limitaci¨®n del d¨¦ficit pactada por PPSOE, junto al estallido de la burbuja inmobiliaria y al despilfarro consustancial a las pol¨ªticas del partido mayoritario en el Consell, nos han conducido a la situaci¨®n de quiebra y ahora vamos de pedig¨¹e?os, mendigando cualquier ayuda econ¨®mica proveniente de la capital del reino. Y mientras, la ciudadan¨ªa empobrece.

Sin negar la complejidad que supone todo modelo de financiaci¨®n que aborde un reparto razonable entre las 17 comunidades aut¨®nomas, nuestra no tan reciente historia, deja en triste evidencia el papel jugado por las dos fuerzas pol¨ªticas estatales en cuanto a la defensa de los intereses de esta tierra.

As¨ª, aquellos que hoy braman por un modelo m¨¢s justo de financiaci¨®n, renunciaron a ello cuando tocaba: en la tramitaci¨®n y aprobaci¨®n del Estatuto valenciano, el 9 de febrero de 2006. Y de ese modo demostraron su desinter¨¦s por defender a los valencianos y valencianas, pero sobre todo demostraron su incapacidad de gobierno al carecer de expectativas, argumentos, planificaci¨®n, ambiciones leg¨ªtimas y aspiraciones para el futuro.

A mi entender todas las decisiones que adopta un gobierno han de resolver el presente y preparar el futuro, pero esta evidencia se vuelve m¨¢s exigente cuando se trata del Estatuto, la Ley Org¨¢nica de la que nace nuestro autogobierno y que rige las relaciones entre el Estado y la Comunidad. Una ley que ha de ser pensada y hecha para perdurar en el tiempo, no a golpe de caprichos partidistas.

Las actas del Congreso de los Diputados reflejan la negativa expl¨ªcita del PPSOE a alcanzar cualquier acuerdo de mejora del texto en el que se incluyera alguna de las propuestas que en aquel momento formul¨¦ como diputada, relativas a la mejora de la financiaci¨®n con partidas destinadas espec¨ªficamente a los servicios p¨²blicos. Todo ello con vistas a la mejora del sistema pero a la vez garantizando que el dinero p¨²blico se pusiera al servicio de la ciudadan¨ªa, y no a los festejos del PP.

Mientras otras comunidades, como Andaluc¨ªa, recog¨ªan la deuda hist¨®rica en su Estatuto, justificando as¨ª su posterior pago por parte del Estado ¨Cdeuda cuyo origen es el mismo que en nuestro caso-, el Estatuto valenciano se aprob¨® sin contener menci¨®n alguna a las carencias de financiaci¨®n que llevamos a?os aguantando ni plantear mejoras respecto al modelo asfixiante que padec¨ªamos y padecemos, en el que adem¨¢s de recibir menos aportamos en exceso, siendo por tanto doblemente injusto. En aquel entonces ya ¨¦ramos la comunidad aut¨®noma peor financiada y de las tres m¨¢s endeudadas. Es decir, motivos para reclamar s¨ª hab¨ªa.

Sin embargo, un extra?o virus mesetario que ataca a los representantes valencianos del PPSOE cuando se acercan a Madrid impidi¨® entonces, con mayor¨ªa del PSOE, y sigue impidiendo ahora, con mayor¨ªa del PP y tras haber retirado en m¨²ltiples ocasiones la propuesta de reforma del Estatuto remitida por las Corts Valencianes en el a?o 2011, que se debata en Madrid un modelo de financiaci¨®n que garantice el coste de la sanidad y educaci¨®n p¨²blicas as¨ª como el reconocimiento de la deuda generada por haber estado infrafinanciados durante todos estos a?os. Supongo que ahora que se acercan las elecciones se les volver¨¢ a llenar la boca de esa valencianidad impostada que sacan del armario de tanto en tanto.

Pero, afortunadamente, cada vez son menos los que caen en el enga?o y son muchos m¨¢s los que har¨¢n posible el cambio.

Isaura Navarro es abogada y asesora del Grupo Parlamentario Comprom¨ªs y candidata de las primarias de Comprom¨ªs a Corts Valencianes.