Ortiz alega que su tarea es ir detr¨¢s de funcionarios y pol¨ªticos todos los d¨ªas
La amistad entre el constructor y Castedo fue a m¨¢s cuando ella lleg¨® a Urbanismo
El empresario Enrique Ortiz, imputado doblemente en los dos casos que investigan el presunto ama?o del urbanismo alicantino en su favor, reconoci¨® ayer ante un juez que mantuvo relaciones de amistad con los dos ¨²ltimos alcaldes de Alicante, Luis D¨ªaz Alperi y Sonia Castedo. Con el primero tuvo una relaci¨®n de amistad ¡°m¨¢s all¨¢ de lo institucional¡± y con la segunda una ¡°amistad normal¡± que daba para cenas de parejas y que fue a m¨¢s desde el momento en que fue nombrada concejal de Urbanismo.
El principal contratista declar¨® ayer por el caso Rabassa, derivado del Brugal y en el que est¨¢ bajo sospecha el proyecto que impuls¨® el constructor en el barrio del mismo nombre. Es el cuarto imputado en declarar despu¨¦s de las testificales de Castedo y dos altos funcionarios de urbanismo. Se le atribuyen presuntos delitos de tr¨¢fico de influencias, cohecho y prevaricaci¨®n.
Presentado por su defensa como un hombre cuyos negocios repercuten en 2.000 familias, Ortiz reconoci¨® que su funci¨®n como empresario es estar ¡°todos los d¨ªas¡± detr¨¢s de pol¨ªticos y funcionarios, m¨¢s en casos como el de Rabassa, donde habr¨ªa invertido 85 millones de euros, seg¨²n fuentes del caso.
Al empresario no le consta que una alta funcionaria le devolviera un bolso
Ortiz tuvo muchos planes para el barrio de Rabassa. Al principio dijo que iba a construir 13.500 viviendas, al margen del plan general urbano y desaconsejadas por los arquitectos municipales. Luego perfil¨® el proyecto: 8.000 de ellas ser¨ªan de protecci¨®n oficial e Ikea se implantar¨ªa en el lugar. Al final, en vez de las casas se construir¨ªa un centro comercial con la multinacional sueca.
La polic¨ªa cree en su informe que el beneficio de la operaci¨®n resid¨ªa en el contrato de Ikea. Ortiz habr¨ªa cobrado m¨¢s de 90 millones por la venta de suelo y las gestiones de implantaci¨®n, seg¨²n dice el propio empresario en las llamadas telef¨®nicas intervenidas. Ayer se desdijo a s¨ª mismo: no los cobr¨®. ¡°Dice que hasta pierde dinero con Rabassa¡±, apunt¨® una de las partes personadas.
Para Ortiz era com¨²n hacer regalos a cargos p¨²blicos por Navidad, una costumbre de su empresa desde tiempos de su padre. Isabel Campos, jefa de los servicios jur¨ªdicos de Urbanismo e imputada en este caso por tres delitos, testific¨® el jueves que su padre devolvi¨® un bolso, valorado en cientos de euros, al empresario al d¨ªa siguiente de recibirlo. Ortiz ayer dijo que no le consta la devoluci¨®n. Y en las escuchas se refleja una conversaci¨®n en la que Campos le agradece un bolso que le gust¨® mucho.
El abogado de Ortiz, Francisco Ruiz Marcos, lo dijo a la entrada de los juzgados: ¡°No es nuevo, es una costumbre en Espa?a y muchos pa¨ªses que en Navidad se tengan detalles con personas conocidas¡±. Enrique Sanus, el tambi¨¦n imputado gerente de Urbanismo, confirm¨® el jueves que disfrut¨® y todav¨ªa lo hace, como otros en el Ayuntamiento, de aparcamientos gratuitos en los subterr¨¢neos que tiene el empresario. Ortiz entr¨® tranquilo y se fue igual. Sus relaciones con la justicia no son nuevas: est¨¢ imputado en tres causas del Brugal, en el caso G¨¹rtel y por un posible delito fiscal.
Alperi, Oporto y el avi¨®n de Cotino
Para polic¨ªa, fiscal y acusaciones particulares, las escuchas del caso Rabassa son una recopilaci¨®n de la connivencia fuera de lo com¨²n que exist¨ªa entre Enrique Ortiz y cargos administrativos. Laa acusaciones presentadas por Esquerra Unida y el PSPV consideran una prueba de ello el viaje a Oporto que hacen en noviembre de 2008 el entonces diputado auton¨®mico Luis D¨ªaz Alperi y la alcaldesa Sonia Castedo, ambos del PP. La polic¨ªa concluy¨® que fueron a reunirse con responsables de Ikea en la tienda de la ciudad portuguesa para "defender los intereses de Ortiz" y que, adem¨¢s, este gestion¨® el alquiler de un avi¨®n privado para el regreso con el empresario Vicente Cotino, sobrino del exconsejero de los populares.
El constructor confirm¨® ante el juez Juan Carlos Cer¨®n que llam¨® a Cotino tal cual le pidi¨® Alperi, pero que al final no sali¨® adelante al no haber problemas con los vuelos de l¨ªneas regulares. Este particular de la investigaci¨®n ya llam¨® la atenci¨®n del juez tras la declaraci¨®n el pasado 16 de enero de Castedo. En un principio, el encuentro se present¨® como un viaje institucional y, sin embargo, la exalcaldesa declar¨® que ella se hab¨ªa pagado las costas, hecho contradictorio con la supuesta oficialidad del traslado. Alperi, adem¨¢s, ya no era alcalde de Alicante. A petici¨®n de Cer¨®n, la polic¨ªa vuelve a investigar el asunto.
A diferencia del d¨ªa que testific¨® Castedo, a Ortiz no le esper¨® nadie con un ramo de flores. Un hombre se col¨® entre los periodistas y lanz¨® varias preguntas: "?Te va a dejar el juez el culito fino, fino? ?Le diste de mamar a Castedo?", le pregunt¨® al empresario. La segunda pregunta del espont¨¢neo recuerda pasajes de los pinchazos telef¨®nicos en los que se escucha c¨®mo busca promocionar Ortiz a la pol¨ªtica. "La tenemos que hacer consellera", le dijo a Alperi.
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