Los Pujol, entre Andorra y Liechtenstein
Europa, que aprieta las clavijas de la austeridad, es indulgente con evasores y defraudadores fiscales
Algunas familias catalanas han tenido querencia por Andorra. Hay quien asegura que el 80% de los dep¨®sitos bancarios del Principado son propiedad de ciudadanos que deber¨ªan tenerlos en Catalu?a. Los ahorros, mejor sustraerlos de vaivenes pol¨ªticos, por si vuelven las colectivizaciones y se proh¨ªbe el papel moneda. Eso piensan muchos y fue lo que le debi¨® hacer Florenci Pujol cuando dispuso su hucha, un coixinet de ahorro, para su nuera Marta Ferrusola y sus nietos. ¡°Todo el mundo lo hac¨ªa¡±, argumentan exculpatoriamente reputadas opiniones tertulianas. ¡°Llevar dinero a Andorra era como traer az¨²car, queso o mantequilla a Espa?a¡±, aseguraba Jos¨¦ Matas Zapata, coronel retirado de la Guardia Civil con 20 a?os de servicio en el Principado y cercan¨ªas, que hace unos d¨ªas declar¨® en la comisi¨®n Pujol del Parlament.
La laxitud moral como ley y paisaje en la frontera. El Gobierno espa?ol permit¨ªa hasta dos billones de pesetas anuales ¡ªunos 12.000 millones de euros¡ª en evasi¨®n de capitales de empresas, dec¨ªa Matas ante los pasmados diputados. Se evad¨ªa por encima de nuestras posibilidades, pero de forma muy decente. No era ¡°dinero sucio¡±, explicaba el representante de la Benem¨¦rita Instituci¨®n. Para tranquilidad de esp¨ªritus rectos se segu¨ªa la m¨¢xima: hucha empresarial, s¨ª; narcotr¨¢fico no. El caso es que entre 1991 y 1997, cada dos o tres meses, alguien del clan Pujol viajaba a Andorra, bien para ver de cerca el engorde de sus cuentas, bien, quiz¨¢s, para visitar el Santuari de la Mare de D¨¦u de Meritxell. Cuando el visitante era la esposa del president hab¨ªa coche oficial y escolta de por medio, pagado a escote por todos los que viven y trabajan en Catalu?a. Entonces Matas, como responsable de seguridad de la embajada espa?ola en el Principado, deb¨ªa negociar el permiso de los mossos de la escolta para entrar armados en la naci¨®n vecina.
¡°Muchas personalidades espa?olas y catalanas sacaban dinero; era incluso elegante decirlo¡±, remachaba el coronel. Ahora todo ha cambiado. ¡°Hay sistemas mucho m¨¢s seguros y sin riesgos¡±, prosegu¨ªa, en referencia descalificatoria al relato de Mar¨ªa Victoria ?lvarez, ex novia de Jordi Pujol Ferrusola, quien asegur¨® que el primog¨¦nito de los Pujol utilizaba bolsas de basura para pasar dinero.
Y es que incluso entre los Pujol imputados por blanqueo de capitales se observa el gap generacional, el signo de progreso, fruto sin duda del refinamiento que brindan agencias de calificaci¨®n, fondos de inversi¨®n y escuelas de negocios. ?Para que ir de un lado a otro con engorrosas bolsas de basura rezumando billetes de 500 euros en la Europa del siglo XXI? Entre Jordi Pujol Ferrusola, hijo mayor del matrimonio presidencial, y Oleguer Pujol Ferrusola, el peque?o de los hermanos, las distancias en cuanto a formas son abismales, sin que ello obste para que ambos est¨¦n imputados por la Audiencia Nacional, donde tienen causas abiertas por blanqueo de capitales y fraude fiscal.
Oleguer se fue a EEUU a los 22 a?os. Luego prob¨® suerte como analista de Morgan Stanley. Mientras que Jordi siempre hizo sus negocios a la sombra de la familia y del partido
Oleguer se fue a EEUU a los 22 a?os. Luego prob¨® suerte como analista de Morgan Stanley, en la City. Mientras que Jordi siempre hizo sus negocios a la sombra de la familia y del partido. Internacionalizaci¨®n frente a endogamia. Incluso las preferencias por los para¨ªsos fiscales son distintas. Para realizar sus operaciones, Oleguer tiene como base las islas del canal, en concreto la de Guernsey, mientras que Junior prefiere recurrir a destinos offshore cl¨¢sicos como Andorra. Innovaci¨®n frente a tradici¨®n. Y tambi¨¦n calvinismo frente al barroco catolicismo. Esa lucha entre ostentaci¨®n y austeridad es observable en los parques automovil¨ªsticos de ambos hermanos. Oleguer confiesa tener ¡ªhay que ser cuidadoso con el verbo en la ¨¦poca en que se conjuga renting¡ª un Toyota Rav y dos motos, mientras que a Jordi se le conocen, entre otros, un Jaguar E, un Ferrari F40, un Lotus Elan, un Mercedes 230 de dos plazas; un Porsche 356 B; un Porsche 911, un Ferrari 328, un Lamborghini Diablo 132, un Mercedes SLR McLaren, un Ferrari Testarosa y un Porsche 911.
Oleguer insiste en que su dinero ¡ªunos 10 millones de euros¡ª son ¡°ahorros¡± logrados en el mundo de la dura especulaci¨®n financiera de la City. Jordi, en cambio, es un hombre m¨¢s de familia, como muestran los casi ocho millones de euros que ingres¨® de empresas contratistas del Gobierno de la Generalitat durante los mandatos de su padre.
La peripecia vital de ambos tiene, sin embargo, un denominador com¨²n: su dinero busca las zonas de sombra que generosa brinda la vieja y civilizada Europa. Ya sea Andorra o las Islas del Canal; Liechtenstein o Luxemburgo. Todos estos pa¨ªses se resisten a la hora de practicar las diligencias requeridas por las comisiones rogatorias que pretenden indagar de d¨®nde sali¨® el dinero del clan Pujol. Liechtenstein, Andorra y Suiza han denegado las peticiones efectuadas por los jueces espa?oles en relaci¨®n con la familia Pujol. El fraude fiscal no se considera delito en algunos de estos pa¨ªses.
La Europa que aprieta las clavijas de la austeridad es indulgente con las flaquezas del capital, con los evasores y defraudadores. El mundo del coronel Matas ha cambiado pero sigue estando ah¨ª. Mucho m¨¢s c¨ªnico y sofisticado.
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