La espiral del miedo se rompi¨® en Grecia

No es la primera vez que traigo a colaci¨®n la famosa doctrina del capitalismo del shock de Naomi Klein que ya en 2007, fecha de publicaci¨®n de su famoso libro, permite explicar lo ocurrido en Grecia desde 2009. Simplificando, la tesis de la autora canadiense es la siguiente: ante una cat¨¢strofe natural, pol¨ªtica financiera, real o ficticia, los capitales, seg¨²n la doctrina del neoliberalismo de Hayek, Schumpeter y Friedman,(formuladas por este ¨²ltimo) han de aprovechar el miedo natural, autom¨¢tico o inducido para hacer tabla rasa de lo que hay e implantar una pol¨ªtica basada en desregulaci¨®n, privatizaci¨®n y debilitamiento del poder de la clase trabajadora. Grecia, igual que lo fueron Chile y Argentina en los setenta son ejemplos de manual.

Los sucesivos rescates han sido duros, humillantes, torturadores, hasta el punto de haber sido calificados por Timothy Geitner que fue secretario del Tesoro como ¡°rescates no econ¨®micos sino punitivos¡±. Pero hete aqu¨ª que el pasado domingo la espiral del miedo se rompi¨®, probablemente porque el miedo a perder algo se pierde cuando ya todo se ha perdido; dicho m¨¢s claramente, cuando todo se ha perdido ya qu¨¦ miedo puede haber, queda s¨®lo el valor de la desesperaci¨®n. Si un pueblo ha sabido ya reconocer su propia pobreza, cuando no miseria, y gran parte del mismo ha perdido el miedo, las estrategias que tienen en ¨¦ste su base devienen en ineficaces. Y no s¨®lo lo digo por las utilizadas en la campa?a electoral sino por la creciente escalada de invocaci¨®n al miedo subsiguiente a conocer el resultado electoral. Incluso la interpretaci¨®n maquiav¨¦lica de la pol¨ªtica de austeridad se ha revelado falsa. No s¨®lo no es admisible que el fin, la recuperaci¨®n econ¨®mica, justifica los medios, el empobrecimiento y sufrimiento de millones de ciudadanos, sino que el fin no se ha logrado.

Lo improtante es que el nuevo gobierno pueda construir un Estado que consiga establecer un sistema fiscal justo y eficaz"

Para justificar esta ¨²ltima afirmaci¨®n basta con acudir a los objetivos que los sucesivos memorandos fijaban para las medidas que en ellos se impon¨ªan al Gobierno griego: en cuanto al desempleo, 12 %, cifra actual superior al 23; en cuanto a la deuda 137 % sobre el PIB, cifra actual 175 %; disminuci¨®n del PIB 5,2 %, cifra actual 25 %. En resumen, todo un ¨¦xito de las pol¨ªticas de recorte y ajuste. No s¨®lo es perverso que el empobrecimiento de las personas, muchas a niveles de miseria, sea necesario para que funcionen los mercados y sus beneficiarios, sino que es falso. S¨ª parece ser cierto que el sufrimiento de muchas personas es preciso para el enriquecimiento obsceno de unos pocos. A partir de ahora qu¨¦. Pues bueno, en primer lugar quiero se?alar que las medidas inmediatas tomadas, que suelen ser las m¨¢s reveladoras de una pol¨ªtica y suelen aquellas m¨¢s avanzadas en una direcci¨®n u otra, no han sido la nacionalizaci¨®n de la banca, la colectivizaci¨®n de los grandes medios de producci¨®n y ni siquiera la restricci¨®n al movimiento de capitales.

Parar la privatizaci¨®n de la energ¨ªa el¨¦ctrica para asegurar el suministro a los m¨¢s desfavorecidos, aumentar el salario m¨ªnimo interprofesional, devolver a los pensionistas una de las pagas perdidas o readmitir en la administraci¨®n a aquellos que fueron despedidos con desprecio de sus garant¨ªas jur¨ªdicas, son medidas que parecen de justicia, si me apuran quiz¨¢, socialdem¨®cratas, pero en modo alguno revolucionarias. Ante estas los mercados han respondido como se esperaba pero lo cierto es que su respuesta, para un pa¨ªs que hace ya tiempo que ha dejado de acudir a los mercados, tampoco tiene mucha importancia. Lo que s¨ª es importante es que el nuevo gobierno pueda construir un Estado que en Grecia ha sido desde siempre una entelequia, un Estado que consiga establecer un sistema fiscal justo y eficaz porque la crisis de deuda griega no es un problema de gasto, sino de ingreso. As¨ª podr¨¢ ir devolviendo una deuda de la que no siempre ha sido responsable, con unas condiciones no draconianas. Y ello ser¨¢ si, como dicen autores no sospechosos de izquierdistas, Europa tiene estadistas y no s¨®lo pol¨ªticos. Concluyo recordando que de la deuda griega ¨²nicamente el 12 % son bonos y el resto es o bien bilateral o bien est¨¢ contraida con la troika. As¨ª no habr¨¢ peligro para el euro.