Bidegi y el Consorcio de Residuos arruinan las arcas de Gipuzkoa

El problema de las basuras y la gesti¨®n de las carreteras se han convertido en los dos principales campos de batalla entre los dos principales partidos de Gipuzkoa. Bildu, que gobierna la Diputaci¨®n, y el PNV afrontan los cuatro meses que restan hasta la celebraci¨®n de las elecciones municipales y forales como una lucha sin cuartel que ya ha comenzado, con acusaciones mutuas sobre las gravosas consecuencias econ¨®micas que han supuesto para las arcas p¨²blicas las decisiones que unos y otros han tomado cuando han estado al frente de la instituci¨®n foral. Bildu acusa a los peneuvistas de haber ¡°hipotecado¡± el futuro econ¨®mico de la provincia con los cr¨¦ditos firmados para financiar la construcci¨®n de las autopistas, hasta acumular una deuda de casi 900 millones a la sociedad p¨²blica Bidegi, y con las cargas que conllevaba la incineradora.

El PNV, por su parte, reprocha a la coalici¨®n abertzale su incapacidad para consensuar una soluci¨®n para aprobar un sistema de peajes equitativo, adem¨¢s de despilfarrar una millonada de euros tras echar abajo el proyecto de la planta de combusti¨®n proyectada en Zubieta. Gipuzkoa llegar¨¢ a los comicios de mayo sin haber dado con la soluci¨®n al tratamiento de las basuras. Han sido cuatro a?os de debate y enfrentamiento pol¨ªtico entre el Gobierno foral de Bildu y la oposici¨®n que no han permitido resolver el problema. Todo sigue igual que al comienzo de la legislatura hace cuatro, salvo los vertederos, que han seguido recibiendo la basura de los ciudadanos ¡ªcasi 200.000 toneladas de media anuales desde 2011¡ª, hasta rozar la capacidad m¨¢xima ¨²til de los tres basureros del territorio. Bildu se encontr¨® al tomar posesi¨®n de la Diputaci¨®n guipuzcoana con que el PNV hab¨ªa cerrado en v¨ªsperas de las pasadas elecciones las condiciones para financiar las infraestructuras necesarias para la gesti¨®n de los residuos.

El consorcio calcula que la fallida operaci¨®n financiera supondr¨¢ la p¨¦rdida de 68 millones"

El anterior Gobierno foral y el Consorcio de Residuos (GHK), en manos del PNV, sell¨® un acuerdo por el que el BEI conced¨ªa un pr¨¦stamo de 195 millones, adem¨¢s de otros 69 millones con La Caixa y Banesto (m¨¢s otro de cinco millones para cubrir el IVA), destinados a sufragar la factura total de la incineradora, que se cifr¨® en 477 millones (IVA no incluido). La reciente sentencia que desestima un recurso de GHK contra los cr¨¦ditos swaps ¡ªcontratos de cobertura de inter¨¦s o de permuta financiera¡ª para costear la citada planta supone un agujero econ¨®mico para las arcas p¨²blicas estimado en el pago de 670.000 euros mensuales por una infraestructura que, hoy por hoy, no se va a construir tras la decisi¨®n de Bildu de paralizar las obras a mediados de 2013. El consorcio calcula que la fallida operaci¨®n financiera supondr¨¢ la p¨¦rdida de 68 millones. A esta cantidad hay que sumar otros 13 millones que GHK pag¨® a las constructoras por paralizar las obras. El PNV ya ha adelantado que si gana las elecciones y gobierna, retomar¨¢ el proyecto rebajando sus dimensiones. La situaci¨®n econ¨®mica se agrava con el panorama que Bildu dibuja de las cuentas de Bidegi, el gestor de las autopistas.

La coalici¨®n acusa al PNV de firmar en marzo de 2011, a dos meses de las elecciones un cr¨¦dito de 395 millones con los bancos (sumados a otros 500 millones que previamente ten¨ªa comprometidos) que iba destinado al abono de las obras en carreteras realizadas hasta ese momento. Los actuales responsables de Bidegi calculan que el tr¨¢fico que registran la AP-1 y la AP-8 es un 30% inferior al previsto cuando se firmaron los pr¨¦stamos, lo que est¨¢ impidiendo pagar esos compromisos. Pese a cerrar un acuerdo con Bidelan que supone un ahorro anual de tres millones (21 millones hasta 2018, a?o de finalizaci¨®n del contrato), Bidegi debe abonar 64,7 millones a los bancos, adem¨¢s de otros 10,4 millones por las obligaciones financieras del contrato de cr¨¦dito. Los ingresos de Bidegi se elevan a 107 millones, de los que 40,8 se destina al mantenimiento de la red viaria, lo que hace ¡°muy dif¨ªcil¡±, asegura la Diputaci¨®n, hacer frente a la deuda. La oposici¨®n achaca el problema a la incapacidad de Bildu para aprobar un plan de peajes que ya hab¨ªa sido consensuado en la pasada legislatura. La coalici¨®n present¨® en 2013 el llamado proyecto Arkupe, con peajes en la A-15, la N-I, la GI-632 (Beasain-Durango) y la N-121-A (Endarlatza), pero el resto de grupos tumb¨® la iniciativa, lo que est¨¢ impidiendo generar nuevos recursos para paliar la sangr¨ªa de Bidegi.