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De San Francisco a San Jos¨¦, 'startups' catalanas luchan en un entorno exigente
El primer paso se da en Catalu?a, casi siempre. Despu¨¦s, se intenta abrir mercado el coraz¨®n de la tecnolog¨ªa. Esa suele ser la evoluci¨®n habitual entre los catalanes que dan el salto. Los hay de ida y vuelta. Pero en su mayor¨ªa mantienen dos sedes: una en Catalu?a, casi siempre en Barcelona, y otra en Silicon Valley, ya sea en San Francisco, Palo Alto o San Jos¨¦. Pese a que es complicado trazar un perfil de estos empresarios, suelen ser hombres que superan los 40 a?os.
Gabriel Bestard Ribas est¨¢ a punto de sacar al mercado su cerradura inteligente Goji, premiada durante el Consumer Electronics Show (CES), en Las Vegas. Se traslad¨® desde Barcelona para montar una gran empresa teniendo muy clara la magnitud y potencia comercial del mercado americano. Su mirada est¨¢ puesta en Estados Unidos, pero no descarta, si todo va bien, contar con alg¨²n tipo de servicio en Barcelona. Por ejemplo, un call center que sirviera de soporte a su servicio de cerrajer¨ªa con el m¨®vil.
En el coraz¨®n de San Francisco, en la calle O'Farrell con Taylor, se encuentra Chartboost, creada por dos catalanes, Maria Alegre, consejera delegada, y su marido Jos¨¦ Luis Agell. Consiguieron una inversi¨®n de 19 millones de d¨®lares (16,8 millones de euros) de Sequoia, uno de los fondos de capital riesgo m¨¢s reconocidos. Con sede en Holanda y pronto en Jap¨®n, tienen m¨¢s de 100 empleados. Su servicio funciona en 150 pa¨ªses. El caso de este matrimonio es uno de los m¨¢s exitosos entre todos los emprendedores espa?oles que est¨¢n en la Meca de la tecnolog¨ªa.
Xavi Renom comenz¨® con su empresa en Barcelona, hace tres a?os. Hace m¨¢s de dos sinti¨® que si su producto era global, ten¨ªa que jugar en esta liga. Hizo todo lo necesario para ofrecer Justinmind, como se llama su herramienta para creaci¨®n y prueba de aplicaciones, al mercado americano, donde cuenta con clientes de mediano y gran tama?o.
Acci¨®, dependiente de la Generalitat,? planea crear una incubadora y aceleradora en su oficina de San Jos¨¦
Anselm Bossacoma es director en Silicon Valley de Acci¨®, el organismo de la Generalitat para promover las empresas. Por su sede de San Jos¨¦ han pasado multitud de emprendedores a los que da consejos, contactos y an¨¢lisis. Insiste en que la intenci¨®n no es llevarse las empresas de Catalu?a, sino todo lo contrario, ampliar su espectro y generar una riqueza mayor tanto en el origen como en la primera divisi¨®n de la tecnolog¨ªa. ¡°Aqu¨ª las relaciones personales cuentan. Se da sin esperar nada a cambio, se suma siempre y tambi¨¦n se espera que colabores, porque es as¨ª como te haces parte del ecosistema¡±, explica. De paso, a?ade una curiosidad: ¡°La personalidad tambi¨¦n cuenta, buscan perfiles distintos¡±. Otro consejo: ¡°Llevar los deberes hechos, nadie los har¨¢ por ti, tienes que tener claros los planes aunque cuentes con asesores y consejeros desinteresados. Lo mismo con los inversores, van a ponerte a prueba con preguntas dif¨ªciles sobre situaciones hipot¨¦ticas, hay que tener las respuestas preparadas¡±.
Puddle, de Jean Claude Rodr¨ªguez-Ferrera Massons, reinventa los microcr¨¦ditos y la confianza social. Su sistema permite que un grupo de amigos o conocidos cree una bolsa de ahorro com¨²n de la que se toma prestado dinero para proyectos. La cantidad del pr¨¦stamo al que se puede aspirar depende del prestigio que se tenga en la comunidad, as¨ª como la viabilidad del proyecto. Una forma novedosa de acceder a financiaci¨®n al margen del sistema bancario tradicional.
Elies Campo, uno de los m¨¢s conocidos en la zona, comenz¨® con una radio local en Barcelona, despu¨¦s fund¨® FastDove, un servicio de mensajer¨ªa con notificaciones que le abri¨® la puerta a trabajar en WhatsApp. Aunque ahora vive en Palo Alto, una de sus creaciones sigue viva en Espa?a, AlertaPhone, un servicio descentralizado de reparaciones de m¨®viles.
La ¨²ltima en llegar es Bionure, creada por Albert G. Zamora, que se define como emprendedor en serie. Aunque llevaba tres a?os con viajes constantes, este verano decidi¨® establecerse con su familia. ¡°La lucha ha sido muy dura. Hemos tenido momentos en los que nos ve¨ªamos ahogados¡±, reconoce ahora que su proyecto se encuentra en la ¨²ltima fase. Su firma es la ¨²nica catalana dedicada a la biotecnolog¨ªa. Ultima un medicamento que frena algunos de los efectos de las enfermedades neurodegenerativas como el ELA. Las pruebas con animales han sido positivas. ¡°Para hacerlas con humanos y poder ser un medicamento aprobado, necesitamos m¨¢s de dos millones de d¨®lares¡±, explica. De momento, las sensaciones con los inversores son positivas.
Bossacoma no quiere que estas empresas sean una mera an¨¦cdota dentro del maremagnum del valle. Ultima un plan para hacer de su oficina una incubadora y aceleradora. Por ahora, ha organizado misiones para empresas de Catalu?a. Pronto tendr¨¢ una versi¨®n algo m¨¢s afinada, por fases, en un programa de tres meses para ayudar a la empresas a crecer en Silicon Valley. En su opini¨®n, la localizaci¨®n importa. Mientras que en el Valle hay cierta tendencia a las tecnol¨®gicas m¨¢s puras, en la ciudad manda el contenido y las propuestas que buscan al consumidor final.
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