Punk rock real en vez de sexo fingido
Metatarso trae al Matadero su versi¨®n de ¡®Las amistades peligrosas¡¯, donde m¨²sica ¡®hardcore¡¯ en directo sustituye a las escenas de cama del original
Amistades peligrosas es un t¨ªtulo fijado en el imaginario popular, gracias a sus adaptaciones cinematogr¨¢ficas y algo menos por la novela original de Pierre Choderlos de Laclos, Les liaisons dangereuses, publicada en 1782.
En 2013 el festival Cl¨¢sicos en Alcal¨¢ le pidi¨® a la compa?¨ªa Metatarso un montaje para cerrar la edici¨®n de aquel a?o. Y as¨ª naci¨® este espect¨¢culo que seguidamente abri¨®, con dos ¨²nicas funciones, el festival Fringe14, en Matadero. Desde entonces ha girado por Espa?a y ahora vuelve a recalar en la ciudad.
En un escenario casi desnudo, donde los personajes dieciochescos de la Francia prerrevolucionaria conviven con instrumentos el¨¦ctricos, cables, micr¨®fonos y amplificadores, se suceden las intrigas amorosas, el cinismo, la hipocres¨ªa y el libertinaje aristocr¨¢tico que se enredan en torno a las perversas figuras del vizconde de Valmont (interpretado por Edu Soto o Crist¨®bal Su¨¢rez) y la marquesa de Merteuil (por Carmen Conesa) hilvanada en el rock.
Edu Soto interpreta
¡°Decidimos respetar la estructura epistolar de la novela original y darle gran peso a la m¨²sica¡±, explica Dar¨ªo Facal, director de la compa?¨ªa Metatarso. No se trata de un musical, pero los n¨²meros musicales tienen un sentido: ¡°Era la mejor forma de sustituir el sexo¡±, contin¨²a el director, ¡°de que el sexo no tuviese que ser una cosa pueril donde dos actores hacen como que mantienen relaciones sexuales. La m¨²sica podr¨ªa ser algo m¨¢s poderoso y sensual, much¨ªsimo m¨¢s sugerente¡±. As¨ª, seg¨²n los requerimientos de la historia, se suceden los apuntes de rock, punk o hardcore compuestos por uno de los actores, Mariano Estudillo. Algunos miembros del elenco tuvieron que aprender r¨¢pidamente a defenderse con los instrumentos para hacer esta funci¨®n.
El respeto a la estructura epistolar tambi¨¦n tiene su porqu¨¦. ¡°En las cartas que componen la novela hay mucha iron¨ªa que se ha perdido en las adaptaciones al cine¡±, dice Javier L. Pati?o, ayudante de direcci¨®n y coautor, junto a Facal, del texto dram¨¢tico, ¡°aqu¨ª se ve como, por ejemplo, las versiones que cada uno de los personajes ofrecen de los hechos difieren notablemente unas de las otras, cosa que no se aprecia en una pel¨ªcula, donde todo ocurre en un continuo¡±.
¡°Las pel¨ªculas nos influenciaron para no hacerlo igual¡±, dice el director
Esta es una de las razones que llev¨® a la compa?¨ªa a adaptar la obra una vez m¨¢s, pero no solo esa. ¡°Las pel¨ªculas nos influenciaron para no hacerlo igual¡±, dice Facal. ¡°Tienen un tono rom¨¢ntico que cualquiera que haya le¨ªdo la novela puede comprobar que no es el aut¨¦ntico. Se pierden toda la sordidez y el humor. La redenci¨®n a trav¨¦s del amor de Valmont parece sacada de una pel¨ªcula de Disney¡±. Otro elemento ausente en el cine es la desfiguraci¨®n de la marquesa de Merteuil, que aqu¨ª s¨ª tiene lugar. ¡°Una met¨¢fora buen¨ªsima y muy visual que no entiendo por qu¨¦ no se ha hecho en las pel¨ªculas¡±, apunta el director.
Existen multitud de adaptaciones de la obra al cine, pero la m¨¢s conocida es la de Stephen Frears (1988), con un reparto de excepci¨®n: Glenn Close, John Malkovich (cuya interpretaci¨®n le llev¨® a la fama), Michelle Pfeiffer, Uma Thurman o Keanu Reeves.
?Es dif¨ªcil abstraerse? ¡°Aunque no he vuelto a revisar la pel¨ªcula, pensar en Glenn Close, que es una de las actrices que m¨¢s admiro, fue muy inspirador¡±, dice Carmen Conesa. ¡°Yo trato de hacer lo que no he visto¡±, explica Edu Soto, ¡°no trato de ser igual al Valmont de Malkovich, sino de ofrecer cosas nuevas. Decir que lo hago igual no ser¨ªa ning¨²n piropo. Adem¨¢s, creo que al poco de empezar la obra el p¨²blico se olvida r¨¢pidamente de la pel¨ªcula¡±.
El elenco se completa con Iria del R¨ªo, Lola Manzano, Mariano Estudillo y la joven Luc¨ªa D¨ªez, que acaba de alcanzar la mayor¨ªa de edad. Hay una ¨²ltima raz¨®n para que Metatarso haya adaptado el cl¨¢sico, y tiene que ver con la infancia del director. ¡°En mi casa no es que hubiera censura¡±, dice Facal, ¡°pero mi padre ten¨ªa esta novela en un estante alto, junto con otras en las que aparec¨ªan desnudos con maquetaci¨®n ochentera¡±. As¨ª que Facal trepaba para alcanzarla y ahora se ha quitado la espinita.
Naves del Espa?ol, de martes a domingo hasta el 8 de marzo.
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