¡°Me preocupa la perversidad de las pol¨ªticas contra la ablaci¨®n¡±
Adriana Kaplan es la directora de la Fundaci¨®n Wassu-UAB, que trabaja en la prevenci¨®n de la mutilaci¨®n genital femenina (MGF)
Desde un humilde despacho en el mastod¨®ntico campus de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, Adriana Kaplan (Buenos Aires, 1956)?y el equipo de investigadores que dirige en la Fundaci¨®n Wassu-UAB, han conseguido levantar el veto en Gambia sobre la mutilaci¨®n genital femenina (MGF). A trav¨¦s de su Observatorio Transnacional de Investigaci¨®n Aplicada a la prevenci¨®n de la MGF, la organizaci¨®n cient¨ªfica trabaja, desde hace 27 a?os, a dos bandas, entre Espa?a y Gambia (donde el 78% de las mujeres est¨¢n mutiladas), para erradicar la pr¨¢ctica. Con el ¡°conocimiento y el respeto¡± por bandera, Kaplan ha conseguido penetrar en las entra?as de esta tradici¨®n milenaria y formar a varias generaciones de profesionales de la salud gambianos para atajar estas pr¨¢cticas y tratar las consecuencias que sufren, de por vida, las mujeres mutiladas.
Pregunta. En pleno siglo XXI, 120 millones de mujeres son v¨ªctimas de la mutilaci¨®n genital femenina (MGF) y unos 30 millones de ni?as est¨¢n en riesgo. ?Esto es tradici¨®n o barbarie?
Respuesta. Es una tradici¨®n milenaria, pero no todas las tradiciones son buenas y ¨¦sta viola los derechos de las ni?as, que sufren las consecuencias a lo largo de su vida.
P. ?En base a qu¨¦ argumentos se sigue sustentando hoy la MGF?
"Se estigmatiza a una poblaci¨®n facilmente reconocible"
R. Por un lado, se justifica por razones de limpieza e higiene: no contaminan los alimentos, por ejemplo; tambi¨¦n por est¨¦tica, porque unos genitales circuncidados son m¨¢s bellos. Otro motivo es para preservar la virginidad de la ni?a en el matrimonio y evitar la promiscuidad. Y tambi¨¦n est¨¢n las razones religiosas, pero no todos las comparten. Hay algunas etnias que se sustentan en la religi¨®n para mantener la tradici¨®n, pero en realidad el islam no dice nada acerca de la MGF porque es una pr¨¢ctica pre-isl¨¢mica.
P. ?Ha cambiado el perfil de las ni?as a las que someten a la MGF en estos 27 a?os a pie de campo?
R. En origen ha cambiado. Estamos estudiando las nuevas tendencias y hay tres fen¨®menos muy preocupantes: por un lado, la medicalizaci¨®n ¡ªlas ni?as son mutiladas por profesionales de la salud¡ª. La creencia es que si lo hacen con profesionales de la salud, con anestesia, no hay problema. Tambi¨¦n est¨¢ disminuyendo la edad, de 9 a?os a 4 o 5. Otro elemento es el impacto de las migraciones, porque, por un lado, a veces las familias son multiplicadores de las medidas de prevenci¨®n que hacemos pero tambi¨¦n est¨¢ quien recibe presiones para que mande dinero a su pa¨ªs para la ceremonia de mutilaci¨®n de un familiar. Y otro elemento coyuntural es el efecto colateral positivo del ¨¦bola: en Liberia, Sierra leona y Guinea, para evitar el contagio, se han ido frenando las mutilaciones este a?o.
P. ?C¨®mo se interviene para erradicar una tradici¨®n tan arraigada?
"El protocolo de prevenci¨®n de la Generalitat se ha pervertido"
R. Con conocimiento y respeto. Es muy dif¨ªcil hablar de derechos humanos en un entorno de pobreza. Lo abordas con evidencias, que las mujeres se sientan identificadas con lo que le est¨¢s diciendo: los desgarros en los partos, los partos prolongados, la muerte del beb¨¦ porque no dilatan¡ No est¨¢s convenciendo de nada, le est¨¢s mostrando un espejo de la realidad.
P. Lo hacen a trav¨¦s de su Observatorio Transnacional.
R. Exacto, actuamos a trav¨¦s de la transferencia del conocimiento en cascada, aqu¨ª y en Gambia. Hacemos investigaci¨®n cualitativa y aplicada. Presentamos los estudios cl¨ªnicos a l¨ªderes religiosos y formamos a los sanitarios porque vimos que era muy importante que los estudiantes de ciencia de la salud acabaran la carrera sabiendo que esta pr¨¢ctica es un problema de salud. Los sanitarios est¨¢n legitimados y reconocidos en los poblados y, por tanto, son personas a las que se le escucha.
P. ?Y el papel de la fundaci¨®n en Espa?a?
R. Aqu¨ª es exactamente lo mismo. Hacemos formaci¨®n para que puedan hacer una labor de prevenci¨®n. Hace m¨¢s de 20 a?os inventamos un compromiso preventivo, que es una carta que firman los padres en la que se reconoce que en su pa¨ªs se practica la MGF, que aqu¨ª est¨¢ penada por la ley, y se recoge que se han explorado los genitales de la menor y estaban en perfecto estado y cuando vuelvan le har¨¢n otra revisi¨®n. Hemos probado este documento en 11 poblados y ha funcionado porque no son los padres los que cuestionan la autoridad de los abuelos en las sociedades gerontocr¨¢ticas, sino que es un documento el que lo dice.
P. En Espa?a hay 17.000 ni?as en riesgo de ser mutiladas y m¨¢s de un tercio de ellas residen en Catalu?a. ?Qu¨¦ medidas se est¨¢n tomando para prevenir esta pr¨¢ctica?
R. As¨ª como en Gambia hemos conseguido sistematizar la metodolog¨ªa, en Espa?a no.Se est¨¢ haciendo bandera de este tema porque vende. Una cosa es lo que se dice que se hace y otra es la realidad. Y luego est¨¢ la falta de conocimiento de la realidad, de que es un tema ¨ªntimo, privado, que de alguna forma estigmatiza a una poblaci¨®n f¨¢cilmente reconocible. En Catalu?a hay dos formas de trabajar: la punitiva, donde se aplica un protocolo de forma arbitraria y perversa; y la l¨ªnea de la prevenci¨®n, del conocimiento. Y son dos l¨ªl¨ªneas que no acaban de encontrarse.
P. Pero s¨ª hay un protocolo en Catalu?a para prevenir la MGF.
R. S¨ª, y es bueno, pero se ha pervertido. Tiene varios niveles: prevenci¨®n, detecci¨®n y atenci¨®n. El primero es donde actuamos nosotros porque damos contenido para formar a los profesionales. Lo que pasa es que se saltan el primer nivel y directamente intervienen los mossos d¡¯esquadra. Quienes hacen prevenci¨®n son los mossos y le dicen a los sanitarios que si tienen cualquier problema, que los llamen. Ante la sospecha de un viaje, sacan los pasaportes y el ni?o tiene que pasar por un control de genitales cada 6 meses hasta que cumpla los 18 a?os. Y muchos padres, en prevenci¨®n de que no llamen a la puerta dos mossos, mandan a las ni?as de vuelta al pa¨ªs.
P. Y en Espa?a, Sanidad tambi¨¦n prepara un protocolo
R. S¨®lo sabemos que han incorporado nuestro compromiso preventivo, y nos alegra, pese a que tampoco nos han citado ni nos lo han comunicado. No nos han pedido asesoramiento cuando s¨ª se lo hemos ofrecido. Desconocemos totalmente ese protocolo.
P. ?Faltan recursos o inter¨¦s de elevar la MGF a una prioridad en salud p¨²blica?
R. A ver, hay excepciones, como Badalona o Bilbao, que se vuelcan con el tema con respeto y sensibilidad pero s¨ª, en general, se dedican pocos recursos y, lo que es m¨¢s grave, se ponen en manos de gente oportunista, profesionales de la subvenci¨®n, que tienen otros intereses que no son los de las ni?as. Me preocupa la perversidad de las pol¨ªticas que se est¨¢n usando y la aplicaci¨®n perversa de los protocolos contra la MGF.
P. Queda mucho camino. ?Se podr¨¢ erradicar esta pr¨¢ctica?
R. Erradicar es una gran palabra¡ Conf¨ªo en que vamos por el buen camino. El problema son los mensajes equivocados, los mensajes radicales¡ hay que ir con much¨ªsimo respeto y conocimiento, sin estigmatizar. Yo espero poder decir que dentro de 10 a?os ya no se hacen mutilaciones pero no nos podemos olvidar de que las mujeres que han sido mutiladas seguir¨¢n padeciendo las consecuencias de por vida y hay que seguir ense?ando y formando a profesionales, tanto en ?frica como aqu¨ª.
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