El oscuro vicio del electricista con zapatos rotos
Tres semanas de juicio por el robo del ¡®C¨®dice¡¯ completaron el retrato de un avaro que somet¨ªa a su familia. Ma?ana vuelve al banquillo para enfrentarse a sus vecinos
?rase un matrimonio separado por un cortin¨®n. Ella viv¨ªa encorvada sobre la m¨¢quina de coser, trabajando d¨ªa y noche desde hace 40 a?os. ?l, tambi¨¦n encorvado al otro lado de la tela color oro viejo, contaba fajos, cientos de miles de euros supuestamente robados. Hasta pod¨ªa imaginar la vuelta a la Tierra acariciando la monta?a de divisas de todo el planeta que escond¨ªa junto a varias pilas de cartas y documentaci¨®n contable de otras personas. Hablaban poco, quiz¨¢s menos de lo necesario. Cada uno ve¨ªa su tele. Compart¨ªan la misma estancia, pero hab¨ªa dos mundos rotos por un tel¨®n. Y el esposo no dejaba que nadie entrase en el suyo. Llevaba d¨¦cadas alimentando un oscuro vicio que ocultaba con celo, y reventaba cuando detectaba incursiones en su frontera. Su particular alambrada eran, supuestamente, los papeles diminutos o los palillos que disimulaba en la cortina para detectar, si ca¨ªan, cualquier visita furtiva. Su fe era el dinero y no lo met¨ªa en el banco para poderlo adorar. Ahorraba con af¨¢n. Llevaba los zapatos rotos por no gastar.
El matrimonio sexagenario hab¨ªa criado un hijo. Un d¨ªa, cuando ya es hombre, el chico estalla: ¡°Estoy harto. Llevo toda la vida pasando miedo, desde que era un cr¨ªo, desde que tengo memoria. No me muevas esto, no me toques lo otro... No s¨¦ qu¨¦ carajo escondes, pap¨¢, y no lo quiero saber, pero cuando alguien reacciona como t¨² es una evidencia de que est¨¢ escondiendo algo¡±. La madre costurera solloza al fondo, harta de a?os de tensa desconfianza: ¡°?A ver si revienta de una vez!¡±.
El desahogo del hijo, de nombre Jes¨²s, tuvo lugar el domingo 10 de junio de 2012 en un modesto primero de la traves¨ªa de Milladoiro (en el edificio, entre los altos, m¨¢s antiguo de esta localidad de Ames que fue creciendo como un ap¨¦ndice de Compostela). Qued¨® grabado porque solo un d¨ªa antes, aprovechando la ausencia de todos, hab¨ªan entrado agentes de la polic¨ªa nacional para instalar micr¨®fonos ocultos por una ins¨®lita orden del juez Jos¨¦ Antonio V¨¢zquez Ta¨ªn, instructor del caso C¨®dice. Tanto Jes¨²s como su madre, Remedios Nieto, se han sentado cabizbajos en el banquillo, a lo largo de las tres ¨²ltimas semanas, acusados de un delito bien de blanqueo, bien de receptaci¨®n. Al sombr¨ªo patriarca, Manuel Fern¨¢ndez Casti?eiras, exelectricista de la Iglesia desde tiempos de Rouco en Santiago, tambi¨¦n se le procesaba por delitos contra la intimidad y varios robos en la catedral: los m¨¢s importantes, el del C¨®dice Calixtino en julio de 2011, y el de 2,4 millones de euros procedentes del cepillo de la bas¨ªlica, que habr¨ªa ido acumulando en casa de 2000 a 2012. Ma?ana volver¨¢ al banquillo para enfrentarse con los vecinos de su edificio, que lo denunciaron por robarles las cartas del buz¨®n. El abogado que los representa pide 885 a?os por 295 delitos. El fiscal, sin embargo, solo reclama 243 a?os de prisi¨®n.
Despu¨¦s de varios a?os arrastrando el estigma de ser la esposa y el hijo del autor confeso (hasta que dej¨® de serlo, porque lo neg¨® en el juicio) del robo del siglo, Remedios Nieto y Jes¨²s Fern¨¢ndez llegaron al proceso del C¨®dice pr¨¢cticamente juzgados por la opini¨®n p¨²blica. Y as¨ª fueron transcurriendo los d¨ªas hasta el pen¨²ltimo, el pasado mi¨¦rcoles, cuando la abogada de la familia pareci¨® dar por perdido a Casti?eiras y jug¨® su ¨²ltima baza a favor de los parientes. La letrada pidi¨® al tribunal del caso, la Secci¨®n Sexta de la Audiencia de A Coru?a, que reprodujese aquella bronca familiar registrada por las escuchas domiciliarias. El segundo d¨ªa de juicio, el 20 de enero, la defensa navegaba justo en sentido contrario: hab¨ªa logrado que los magistrados anulasen en bloque aquellas grabaciones por vulnerar derechos b¨¢sicos.
El juez Ta¨ªn hab¨ªa dicho varias veces: ¡°El resultado de esa diligencia es absolutamente ninguno¡±. Y jam¨¢s hab¨ªa trascendido lo que hablaba en casa la familia. El mi¨¦rcoles, el caso dio un vuelco para la esposa y el hijo del electricista avaro que pasaba el d¨ªa entre misas y rosarios, rezando, contando y supuestamente afanando en la catedral. Casti?eiras not¨® que alguien hab¨ªa estado en la cueva del bot¨ªn el d¨ªa despu¨¦s de entrar la polic¨ªa. Culp¨® enfurecido a su hijo, y tanto ¨¦l como su madre dieron muestras de vivir ajenos a sus secretos. ¡°Ya se sabe lo que tiene ah¨ª¡±, dec¨ªa ella, ¡°?solo mierda!¡±. La dolorosa exhibici¨®n de sus miserias dom¨¦sticas puede llegar a suponerles la absoluci¨®n, ahora que el juicio qued¨® visto para sentencia.
La fiscal¨ªa pide 15 a?os para el supuesto ladr¨®n obsesionado tanto con el dinero como con vengarse de una Iglesia que no lo hac¨ªa fijo, castigando al can¨®nigo que custodiaba el C¨®dice con el robo del manuscrito del siglo XII. Esta ¨²ltima aventura fue su perdici¨®n. Si no, la oxidada tradici¨®n contable del templo hubiera seguido permitiendo que se esfumase cada a?o un 10% de la caudalosa caja sin inmutarse. Para el fiscal, Casti?eiras ¡°perdi¨® todo est¨ªmulo ¨¦tico y no merece compasi¨®n¡±. La Iglesia, por su parte, aprovech¨® el d¨ªa de las conclusiones para ¡°perdonarle en lo moral¡±, pero su letrado solicit¨® 31 a?os de prisi¨®n. La decisi¨®n sobre la mujer y el hijo la dej¨® en el aire: debe ser la Audiencia la que ¡°dilucide¡± si ten¨ªan la misma capacidad de ¡°conocer¡± que se les ¡°presume a banqueros, infantas y pol¨ªticos¡±.
Las pruebas
-En media docena de registros, entre el 4 y el 6 de julio de 2012, con toda la familia detenida, se hallaron el C¨®dice; varios facs¨ªmiles de libros de horas; 10 facs¨ªmiles de m¨¢s de 3.000 euros cada uno del propio Calixtino; n¨®minas de trabajadores de la catedral; documentaci¨®n clave sobre sistemas de seguridad y contabilidad; y miles de papeles y cartas desaparecidos de los despachos cerrados de varios can¨®nigos. Adem¨¢s, se hallaron casi 300 cartas de vecinos, un supuesto delito contra la intimidad que lo sentar¨¢ otra vez en el banquillo ma?ana y pasado. Entre estas cartas hab¨ªa documentos comprometidos, datos bancarios, deudas reclamadas e incluso, seg¨²n asegura alg¨²n vecino, citaciones m¨¦dicas para operaciones. El hecho de no recibirlas caus¨® "graves trastornos" a varias familias del edificio de Milladoiro.
-En sus diarios, 36 libretas que escribi¨® hasta sufrir un ictus en 2005, Casti?eiras anotaba cada pocos d¨ªas voluminosas cantidades precedidas de la palabra ¡°saqu¨¦¡±. La suma de estas cifras y los descuadres de la caja fuerte, que el can¨®nigo administrador de la catedral call¨® sin explicaci¨®n a la polic¨ªa y a todo el clero durante 10 a?os, permiten calcular lo que presuntamente se llev¨®.
-En los registros se hallaron 1,7 millones almacenados. El fiscal y la Iglesia lo acusan de robar 2,45 y de blanquear al menos 150.000 euros pagando en met¨¢lico su ¨²nico capricho, un ¨¢tico en la costa (A Lanzada). Guardaba divisas de casi todos los pa¨ªses del mundo, alguna no se ha podido identificar. La catedral de Santiago es un centro universal de peregrinaci¨®n.
-45 v¨ªdeos obtenidos de la c¨¢mara oculta del despacho del administrador lo muestran entrando impunemente y varias veces cogiendo fajos y documentos. Para llegar ah¨ª hacen falta tres llaves, pero ¨¦l tiene m¨¢s. En total se le incautaron 105.
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