El milagro de las V¨ªrgenes cambiadas
Un equipo que investiga el patrimonio denuncia la presunta suplantaci¨®n de la talla de O Cebreiro meses despu¨¦s de la rebeli¨®n de los vecinos de A Pontenova por otra restauraci¨®n
Es una de las im¨¢genes m¨¢s conocidas del Camino Franc¨¦s, aparece citada en la mayor parte de las gu¨ªas que se editan por el mundo adelante y no hay muchos peregrinos que no entren a buscarla en la iglesia prerrom¨¢nica de Santa Mar¨ªa A Real (siglo IX) cuando llegan a O Cebreiro. Su fama, durante un tiempo, oblig¨® incluso a aferrarla a la pared con cadena y candado por los sucesivos intentos de robo. Pero ahora no se sabe si es la aut¨¦ntica, si se trata de ¡°una p¨¦sima restauraci¨®n o de una mala copia¡±. La Virxe do Milagre, datada oficialmente en el siglo XII, lleva tiempo puesta en duda por sus propios parroquianos y desde enero se suma a ellos el Grupo de Acci¨®n Cultural Patrimonio dos Ancares, un colectivo patroneado por Xabier Moure que elabora el cat¨¢logo de los tesoros art¨ªsticos que se guardan en 250 capillas e iglesias de la zona. El grupo ha pedido por escrito al Obispado de Lugo que ¡°se hagan los estudios precisos para saber, de una vez por todas, qu¨¦ parte tiene de original y de lamentable restauraci¨®n o si ya no tiene nada de rom¨¢nica¡±.
¡°Sobre la autenticidad de la imagen siempre hubo dudas¡±, recuerda Moure, al que varias personas han cedido fotos antiguas, anteriores a una ¨²ltima y pol¨¦mica restauraci¨®n de 1971, que se atribuye al escultor compostelano Alfonso Sanmart¨ªn. Aunque la imagen que se venera ahora parece a simple vista mucho m¨¢s propia del siglo XII que las que se ven en los retratos del pasado, ¡°llama poderosamente la atenci¨®n la brutal transformaci¨®n a la que fue sometida¡±. En concreto, ni la cara ni las manos tienen nada que ver con las que aparecen en una fotograf¨ªa de 1954 que se conserva en el Arquivo Hist¨®rico de Lugo y en una estampa de devoci¨®n de principios de los a?os sesenta. ¡°No se parecen en nada¡±, protesta Moure, ¡°la gente con la que hablamos, que siempre vivi¨® en la parroquia, est¨¢ convencida de que la imagen no es la original¡±.
Se sabe, por documentos antiguos, incluso del propio Obispado de Lugo, que la talla fue recortada de su base y su madera vaciada para hacerla m¨¢s ligera y poderla sacar en procesi¨®n, vestida, como marcaba la moda, con trajes de tela que se rellenaban con paja para darle volumen al tronco. Tambi¨¦n consta por escrito que la cabeza y las manos no son las aut¨¦nticas. Pero, seg¨²n Moure, ¡°unas mujeres encargadas de vestirla¡± cuando llevaba ropa, le ¡°juraron¡± que el cuerpo actual, vaciado o no, tampoco tiene ¡°nada que ver¡± con el de antes. ¡°Eran otros tiempos, los curas ten¨ªan mucho poder¡±, comentan los vecinos acerca de un hecho que tienen m¨¢s que asumido.
Lo ¨²nico en lo que parecen coincidir todas las im¨¢genes, las inmortalizadas antes de 1971 y la actual, es en que est¨¢n cabizbajas. La talla de la Virgen con el ni?o cuya advocaci¨®n da nombre al templo que la custodia es, entre otras cosas, c¨¦lebre por su leyenda, que cuenta que cuando era nueva inclin¨® la cabeza (y as¨ª se qued¨®) para presenciar un supuesto milagro (la conversi¨®n del vino en sangre) acaecido a sus pies. Entonces presid¨ªa el altar mayor (todav¨ªa se ve en la foto de 1954), tambi¨¦n desaparecido como otras piezas, incluidas reliquias, de la iglesia de O Cebreiro.
El Grupo Patrimonio dos Ancares tambi¨¦n ha preguntado al Obispado d¨®nde se encuentra el Cristo g¨®tico (siglo XIV) que presid¨ªa el presbiterio. Y un responsable de la di¨®cesis les reconoci¨® que no se sabe. Hasta ahora, por referencias en libros, folletos tur¨ªsticos e incluso p¨¢ginas web como las del Ayuntamiento de Pedrafita y el Obispado de Lugo, se cre¨ªa que el original se encontraba en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid, en el de Arte Sacra de Madrid o en el tambi¨¦n madrile?o Museo de Escultura (estos dos ¨²ltimos, inexistentes). Se dec¨ªa que el crucificado hab¨ªa sido depositado all¨ª en los a?os sesenta. Pero Patrimonio dos Ancares se puso en contacto con el ¨²nico museo real de los tres que aparec¨ªan referidos por escrito y el conservador el museo, Jos¨¦ Ignacio Hern¨¢ndez, devolvi¨® la llamada a los pocos d¨ªas para decirles a los miembros del grupo que el Cristo no solo no figuraba en sus fondos, sino que tampoco hab¨ªa constancia en el archivo de que en alg¨²n momento hist¨®rico hubiese estado. Aunque la ¡°verdadera sorpresa¡±, seg¨²n Moure, fue lo que coment¨® el experto al ver las fotos que le enviaron de la supuesta imitaci¨®n de O Cebreiro. ¡°Cuestion¨® que se tratara de una copia¡±, recuerda, y dijo que ¡°a simple vista resultaba muy dif¨ªcil asegurar que no era la original¡±.
El grupo cultural, que tiene entre sus m¨¦ritos el haber inventariado todas las m¨¢moas y castros de la comarca o el haber descubierto los primeros petroglifos conocidos de la monta?a oriental lucense, envi¨® tambi¨¦n un escrito al Ayuntamiento de Pedrafita do Cebreiro y al ?rea de Cultura de la Diputaci¨®n ¡°para que se involucren¡± en este entuerto. Y ha preparado un dossier con toda la documentaci¨®n de la que dispone para la Direcci¨®n Xeral de Patrimonio.
En octubre del a?o pasado, este mismo departamento de la Xunta oblig¨® a los p¨¢rrocos de A Pontenova y de Riotorto a ¡°revertir el da?o¡± causado a la Virgen que se venera en el santuario de Conforto, ubicado en el primero de estos municipios lucenses. El responsable de la restauraci¨®n era el cura de Riotorto, Antonio R¨²a, que por su cuenta y riesgo, sin pedir permiso ni al Obispado de Mondo?edo-Ferrol ni a la Xunta, cambi¨® radicalmente la expresi¨®n de la cara de la imagen, le repint¨® los ojos originariamente azules de color marr¨®n porque le gustaba m¨¢s y le tall¨® una mano nueva. En el pueblo se produjo una aut¨¦ntica rebeli¨®n contra los p¨¢rrocos, incluso los acusaron de hacer desaparecer las joyas que luc¨ªa la santa, donadas por los devotos; y el Obispado se vio obligado a cambiar al cura que daba misa en Conforto, Xos¨¦ Anxo Fern¨¢ndez. Hasta despu¨¦s de la visita de los t¨¦cnicos de la Xunta, en la parroquia todo el mundo cre¨ªa que le hab¨ªan dado el ¡°cambiazo¡± a la imagen del siglo XV, probablemente para venderla en el mercado negro. Estaba ah¨ª el caso cercano y reciente del cura de Trabada, el valenciano Jos¨¦ Emilio Silvaje, denunciado por la Iglesia y todav¨ªa pendiente de juicio por la desaparici¨®n de varias decenas de antig¨¹edades, objetos lit¨²rgicos e im¨¢genes. Pero en Conforto, no hab¨ªa expolio. ¡°La Virgen est¨¢ hecha un cristo¡±, reconoc¨ªa un portavoz de la Conseller¨ªa de Cultura, ¡°pero es la misma¡±.
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