Drones, gafas eternas, enchufes solares y otros dise?os para vivir
El Museo del Dise?o abre su primera exposici¨®n temporal con una reflexi¨®n sobre el rol del dise?o hoy a partir de 99 proyectos
La tecnolog¨ªa militar en general, y los drones en particular, no siempre tienen buena prensa. Nacidos para espiar y adentrarse en el enemigo para obtener informaci¨®n sin peligro para la tripulaci¨®n, est¨¢n convirti¨¦ndose cada vez m¨¢s en unos artilugios populares y casi cotidianos. Uno de ellos, considerado el dron civil m¨¢s grande, vers¨¢til y econ¨®mico del mercado es el Flyox I, un hidroavi¨®n pilotado a distancia construido por la empresa Singular Aircraft de Cornell¨¤ de Llobregat. Desde ayer uno de estos aparatos utilizado para trabajos agr¨ªcolas, extinci¨®n de incendios, transporte de mercanc¨ªas o en labores de salvamento y vigilancia sorprende a todo el que se acerca al Museo del Dise?o de Barcelona. El hidroavi¨®n, parece haber aterrizado sobre la plancha de agua instalada en la fachada sur que da a la calle ?vila. El aparato es el reclamo exterior de la exposici¨®n Dise?o para vivir, que se inaugura este jueves hasta el 17 de mayo.
La muestra, comisariada por Oscar Guayabero, es la primera temporal que inaugura este joven museo que abri¨® sus puertas el pasado mes de diciembre y re¨²ne 99 proyectos de todo el mundo que comportan una innovaci¨®n contra los problemas cotidianos; ¡°el 99% de las creaciones de este ¨¢mbito¡±, seg¨²n Guayabero. Para Pilar V¨¦lez, la directora del museo, ¡°el hecho de que la exposici¨®n cuente con un 55% de autores internacionales, demuestra que la sensibilidad por estos temas es universal¡±.
Cuando el Museo del Dise?o abri¨® en diciembre consigui¨® el reto de exponer el enorme patrimonio de la ciudad reunido durante d¨¦cadas. ¡°Esta primera exposici¨®n temporal no mira al pasado, sino al presente y al futuro¡±, seg¨²n V¨¦lez, adem¨¢s de ¡°reflexionar sobre el concepto y el rol del dise?o en el mundo actual¡±.
Todos los proyectos presentan el valor a?adido del uso y de su utilidad pr¨¢ctica, tanto aqu¨ª como en el Tercer Mundo. Algunos pueden sorprender de entrada, como el simulador de partos para zonas donde no hay posibilidad de asistirlos; la pelota y las maracas que generan energ¨ªa el¨¦ctrica al usarlas, una lavadora a pedales, un sistema de control de embarazo a distancia, un enchufe solar o la silla con casco para zonas de terremotos. En otros, su utilidad es m¨¢s que evidente. Es el caso del filtro individual que potabiliza el agua, las gafas que se autograd¨²an, el airbag para ciclistas, una incubadora, un refugio de emergencia de bajo coste; un detonador de minas que se mueve con el viento, un dispositivo que convierte en silla de ruedas cualquier asiento o una garrafa para llevar agua rodando. ?C¨®mo no se les habr¨ªan ocurrido antes a nadie?
Todos los proyectos est¨¢n comercializados o est¨¢n de camino, como el enorme aerogenerador e¨®lico vertical que tambi¨¦n puede verse en uno de los edificios del 22@. Guayabero los ha dividido en cuatro ¨¢mbitos: el dise?o para curar, para educar, para proteger y para hacer el mundo m¨¢s accesible y sostenible. ¡°Los proyectos son soluciones temporales para emergencias puntuales, no resuelven el problema¡±, destac¨® el comisario. ¡°Otras son respuestas muy sencillas, pero cambian la vida y desdramatizan¡±, insisti¨® durante el recorrido para explicar los 99 proyectos. Es el caso de la impresora en 3D que imprime manos y brazos de colores ¡°que convierten a un ni?o de un ser raro a un superh¨¦roe¡±. Los proyectos no est¨¢n ordenados por fecha de realizaci¨®n o de ¡°comercializaci¨®n¡±, sino por una l¨ªnea de vida, que comienzan con soluciones destinadas a ni?os y terminan con una urna funeraria biodegradable que sirve de abono para los ¨¢rboles.
Una an¨¦cdota. En un edificio tan grande como el que acoge el Museo del Dise?o: en metros cuadrados (25.000) y en millones de euros (101), nadie pens¨® en dise?ar unas puertas lo suficientemente grandes para que entre un avi¨®n como el Flyox para exponerlo en el interior como quer¨ªa su directora. Por eso se ha quedado fuera.
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