Tocan a rebato por el cambio
La Plataforma Civil contra la Corrupci¨®n postula nada menos que 99 propuestas para regenerar la vida p¨²blica
Cuando el tambor de Bruc, El Palleter y otros egregios ciudadanos pusieron en fuga a Napole¨®n perdimos la oportunidad de sacudirnos la cultura frailuna y la casta dominante abriendo los Pirineos a la modernidad. Cuando la Rep¨²blica fue vencida por el bendecido espad¨®n de Occidente se frustr¨® la emergencia de un pa¨ªs renovado, retrocediendo un siglo o varios en el orden c¨ªvico. Las expectativas de la Transici¨®n pronto se fueron diluyendo, aboc¨¢ndonos a una democracia degradada y una escandalosa desigualdad social, acentuada por el enga?oso fogonazo especulativo que, a la par con la corrupci¨®n generalizada, nos ha sumido en la miseria que delatan nuestras constantes vitales: paro a mansalva, pobreza rampante, emigraci¨®n y etc¨¦tera. Fue la ¨²ltima oportunidad. Ya se est¨¢ ahormando la pr¨®xima y deber¨ªa ser la buena.
Hay que estar en Babia para no percibir los aires de fronda y el toque a rebato a prop¨®sito de las pr¨®ximas citas electorales que, al menos aqu¨ª, en el Pa¨ªs Valenciano, autorizan a confiar despu¨¦s de muchos a?os que el PP ser¨¢ al fin barrido, libr¨¢ndonos de este compendio de indigencia intelectual, codicia y desverg¨¹enza que ¨Ccon las debidas excepciones- nos ha gobernado. En ello est¨¢n los partidos que se configuran como alternativa, si no se acaban inmolando como las ballenas en la playa de la insensatez. Est¨¢n ellos y tambi¨¦n notorias personalidades y cualificadas franjas de la sociedad, como las que han vertebrado la denominada Plataforma Civil contra la Corrupci¨®n, presentada esta semana en Valencia postulando nada menos que 99 propuestas para regenerar la vida p¨²blica.
Propuestas pertinentes todas ellas y de las que algunas nos asombra que no hayan adoptado y estado vigentes desde el advenimiento de la democracia, de lo que se colige que ha faltado voluntad pol¨ªtica por parte de los partidos gobernantes, beneficiarios, con sus clientelas, de tales lagunas. No cabe aqu¨ª la menci¨®n y menos todav¨ªa la glosa de esas propuestas, pero no nos resistimos a mencionar unas pocas, como la reforma de la contrataci¨®n p¨²blica, pasto hoy de toda la picaresca para lucrarse a costa del erario; la limitaci¨®n de la permanencia en los cargos p¨²blicos, en los que hay quienes se han momificado pisando moqueta; la opaca financiaci¨®n de los partidos; el coto al nombramiento de asesores y asimilados; la vigilancia e inspecci¨®n para garantizar la eficiencia en todos los niveles de la Administraci¨®n, y etc¨¦tera.
Pero siendo v¨¢lidas todas las propuestas, hay unas capitales e inaplazables como son las atinentes a la mejora de la justicia a fin de que ¨¦sta recobre ¨Csi es que alguna vez lo tuvo- el debido prestigio. No podemos resignarnos a que su lentitud tenga visos geol¨®gicos por carecer de recursos humanos y materiales ¨Ccarencias no pocas veces vergonzantes en un pa¨ªs como este-, ni tampoco que arrostre la sospecha de parcialidad para con los poderosos o de sumisi¨®n a los vaivenes pol¨ªticos. El exponente m¨¢s notable de su inadecuaci¨®n a estos tiempos ha sido el escandaloso estallido de la corrupci¨®n y la percepci¨®n generalizada de que hay manga ancha cuando se roba a lo grande y sobre todo si se roba al Estado.
Adenda y pregunta. Junto con otros cuatro aspirantes, el magistrado Fernando de Rosa opta a presidir la Audiencia de Valencia. No cuestionamos su capacidad y m¨¦ritos, pero dados sus celosos servicios y compromiso con el PPCV ?lo cree decoroso? Viene al caso aquello de la mujer del C¨¦sar: serlo y parecerlo.
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