El marisco contaminado de Ferrol acababa en restaurantes de post¨ªn
La Operaci¨®n Jap¨®nica destapa una red ilegal con conexiones en el Pa¨ªs Vasco
El mercado negro del marisco esquilmado en los bancos m¨¢s contaminados de la r¨ªa de Ferrol era un secreto a voces. Lo sab¨ªan en la lonja, adonde acud¨ªan algunos operadores a comprar bivalvo legal ¡ªalmeja y berberecho¡ª supuestamente para mezclarlo con el furtivo y despacharlo sin rubor en un puesto del mercado municipal de A Magdalena despu¨¦s de lavarlo ¡ªo no¡ª en depuradoras caseras improvisadas con ladrillos. Lo denunciaban los guardapescas de la Xunta, cansados de perseguir durante a?os a mariscadores sin permiso mientras sus compradores segu¨ªan empujando por la sombra un negocio cada vez m¨¢s estructurado: a algunos de los detenidos en la reciente Operaci¨®n Jap¨®nica se les incautaron 10.000 euros en met¨¢lico, pero en las escuchas telef¨®nicas mencionan pagos que se acercan a los 90.000. Un negocio con toneladas de moluscos infectados por bacterias coliformes (E.Coli) con las gu¨ªas de origen falseadas con distintas artima?as y ajenos a los controles sanitarios.
El molusco se blanqueaba para la venta, pero no se depuraba para el consumo. Al menos, no lo suficiente, relatan fuentes de una investigaci¨®n que arranc¨® en Oleiros, a fines de 2013, para seguir la pista del marisco que se extra¨ªa ilegalmente de las zonas C (vetadas por su carga fecal) de la r¨ªa de O Burgo. Empezaron por la pista de un mariscador con licencia que les compraba a los furtivos y se llevaba la mercanc¨ªa a Mugardos. A partir de ah¨ª, trazaron las l¨ªneas que conectaban a las dos r¨ªas en la venta de marisco ilegal, tanto de los furtivos como de los legales que exced¨ªan su cupo,
El c¨ªrculo se fue ampliando al tiempo que se complicaba el organigrama de esta presunta trama de blanqueo de marisco, mientras tres agentes segu¨ªan la pista del bivalvo que viajaba por carretera a golpe de encargo telef¨®nico hasta la puerta de restaurantes de Boiro, Santiago, Vilagarc¨ªa o Ponferrada. La trama creci¨® y se fue sofisticando hasta colocar la almeja de las zonas m¨¢s contaminadas de la r¨ªa de Ferrol en dos viveros de Guipuzkoa: uno familiar de San Sebasti¨¢n y otro con medio centenar de empleados y clientela VIP en la localidad de Getaria.
El molusco ilegal ferrolano llegaba hasta Euskadi abarrotando una decena de capachos en la parte de atr¨¢s de un turismo o, en el mejor de los casos, en un cami¨®n frigor¨ªfico. Desde all¨ª, saltaban a los platos de algunos restaurantes muy reputados, los que figuraban en el extenso listado de clientes nacionales y extranjeros de uno de los viveros vascos incluido entre los documentos incautados por la Guardia Civil.
Es parte del material requisado en la Operaci¨®n Jap¨®nica que ha sacado a flote este mercado negro. El nombre del operativo alude a uno de los tres tipos de almeja m¨¢s comunes en la r¨ªa ferrolana. Fueron 16 meses de vigilancias y escuchas telef¨®nicas autorizadas por el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 1 de Ferrol que desembocaron en una redada el pasado d¨ªa 9 con seis registros simult¨¢neos en Galicia y Pa¨ªs Vasco y 13 detenidos a los que se imputan delitos contra la salud p¨²blica, pertenencia a grupo criminal y falsedad documental. Diez fueron arrestados en la provincia de A Coru?a, durante el registro de una depuradora en Suevos (Arteixo), dos viviendas particulares en Serantes (Ferrol) y O Seixo (Mugardos), con sendas piscinas caseras para lavar el marisco, adem¨¢s de un bajo en Mugardos, donde se hab¨ªa instalado una depuradora bastante decente con su propio sistema de filtrado. Los detenidos en Galicia eran los gerentes de los negocios y algunos de sus empleados. Los tres restantes fueron los administradores de los dos viveros guipuzcoanos.
Entre los arrestados en la ciudad naval est¨¢ un popular distribuidor de marisco, con un puesto alquilado en la nave de la pescader¨ªa de Ferrol y p¨¢gina web. ¡°Todo estaba perfectamente organizado¡±, explican fuentes del caso. Los furtivos bajaban a la marea por la noche y al d¨ªa siguiente acud¨ªan a un cobertizo frente al cementerio de Serantes a vender la mercanc¨ªa que les pagaban en mano, m¨¢s o menos a la mitad del precio que en lonja. Esto es, a una media de unos cinco euros el kilo. Tambi¨¦n ofertaban centolla, buey, bogavante o vieira. Llegaban en bici, en moto, en taxi o compartiendo coche con sus sacos de bivalvo a cuestas. Los agentes contaron a unos 70 vendedores por d¨ªa y calculan que se mov¨ªan de 600 a 800 kilos de almeja furtiva s¨®lo en ese punto. El distribuidor, al que apodaban El Coru?¨¦s, no era su ¨²nico comprador pero s¨ª el m¨¢s regular. Para mover el marisco, recurr¨ªa a coches de alquiler. Utilizaban uno para transporte y a otro para lanzadera, y se cuidaban de tomar medidas de contravigilancia.
Dos lotes intervenidos en dos d¨ªas distintos en sendos controles rutinarios de tr¨¢fico ¡ªuna furgoneta con m¨¢s de una tonelada y un turismo con 500 kilos en el maletero, el pasado enero¡ª dieron positivo en E.Coli con niveles muy por encima de lo permitido, alertan los investigadores. El Gobierno vasco tambi¨¦n lo detect¨® en una anal¨ªtica sorpresa en un vivero. Las escuchas telef¨®nicas revelan el nerviosismo de los gerentes de las cet¨¢reas al verse cercados por los controles policiales, que intentaban sortear llevando lotes de almeja limpia. Normalmente, el marisco se somet¨ªa a los procesos de depuraci¨®n. Pero los investigadores aseguran que, cuando la demanda tiraba y se amontonaban los encargos, tampoco ten¨ªan reparo en vender molusco sin depurar.
Medidas en el C¨®digo Penal
La contaminaci¨®n y el furtivismo van de la mano en la r¨ªa de Ferrol desde hace d¨¦cadas y castigan el que, seg¨²n los bi¨®logos, es uno de los mejores viveros de marisco de Galicia por su particular geomorfolog¨ªa: una espada de agua de unos 12 kil¨®metros muy estrecha en la bocana que se ensancha formando recodos en el tramo medio. A finales de los a?os ochenta, en los noventa incluso, era habitual que los toxic¨®manos bajasen a la marea para ara?ar unas pesetas. Iban de puerta en puerta con unos pocos kilos de almeja en bolsas de pl¨¢stico. Aquello termin¨® por el temor a intoxicarse pero hay mariscadores sin carn¨¦ que admiten que tienen clientes habituales en la hosteler¨ªa a los que ofrecen lo que piden: bivalvos o crust¨¢ceos.
Tambi¨¦n hay furtivos que manejan costosos equipos de buceo y salen del agua arrastrando los sacos cargados de moluscos. Ocurri¨® en 2008, cuando la Guardia Civil desmantel¨® una trama que comerciaba con vieiras mientras estaban en veda por la toxina amn¨¦sica (ASP) y las pon¨ªan directamente en la puerta de muchos restaurantes gallegos con solera. Volvi¨® a repetirse en 2011, durante la Operaci¨®n Capacho, y prob¨® que los restauradores segu¨ªan compr¨¢ndola.
Las cofrad¨ªas de Ferrol, Fene y Mugardos, los tres que faenan en la r¨ªa, suman 400 socios. Hace tiempo que piden que se estreche el cerco al furtivismo y se levante su mercado negro. De enero a noviembre del 2014, los polic¨ªas de la Xunta han llevado a cabo en la zona 39 operativos contra el comercio ilegal y 449 inspecciones.
El PP gallego acaba de anunciar que presentar¨¢ en el Senado enmiendas al nuevo C¨®digo Penal para perseguir con m¨¢s dureza el marisqueo furtivo d¨¢ndole car¨¢cter de delito.
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