Cuando el mito se hace terrenal
Mar¨ªa Pag¨¦s traspasa los l¨ªmites del t¨®pico de 'Carmen' y la universaliza apoyada en poemas de Zambrano y Yourcenar
Yo, Carmen. Mar¨ªa Pag¨¦s Compa?¨ªa. Baile: Mar¨ªa Pag¨¦s, Isabel Rodr¨ªguez, Mar¨ªa Vega, Natalia Gonz¨¢lez Alcal¨¢, Luc¨ªa Campillo,Sonia Franco, Macarena Ram¨ªrez, Paco Berbel y Jos¨¦ Antonio Jurado. Cante: Ana Ram¨®n y Loreto de Diego. Guitarra: Rub¨¦n Levaniegos y Jos¨¦ Carrillo Fyty. Percusi¨®n: Chema Uriarte. Violonchelo: Sergio Menem. Viol¨ªn: David Mo?iz. Idea, direcci¨®n y coreograf¨ªa: Mar¨ªa Pag¨¦s. M¨²sica: George Bizet, Sebasti¨¢n Iradier, Rub¨¦n Levaniegos, Sergio Menem, David Mo?iz y Mar¨ªa Pag¨¦s. Dise?o Iluminaci¨®n: Pau Fullana.
Teatro Villamarta. 25 de febrero de 2015.
Los espect¨¢culos de esta bailaora, creadora sevillana, no se parecen a los de nadie. Solo remiten a su propia obra, que tiene el marcado sello de su fuerte personalidad art¨ªstica. Formalmente muy perfilados, cuidados y bien iluminados, suelen contener una carga intelectual notable y, en algunos casos, una fina vertiente social. Para acercarse a Carmen, la de Bizet-Merim¨¦e, pone todos esos elementos que la definen al servicio no del mito, sino de la mujer en un sentido real y terrenal, una mujer m¨²ltiple, como lo es en la vida cotidiana, expresada a trav¨¦s de la danza y el baile, con el a?adido de una pizca de teatralidad y una banda sonora interpretada en directo que se presenta bien hilvanada en su conjunci¨®n de la propia m¨²sica de Bizet, el flamenco y las composiciones originales.
La est¨¦tica y personalidad de Pag¨¦s configura una mujer con aspiraci¨®n de universalidad que desdibuja hasta casi hacer desaparecer el t¨®pico de la Carmen de Merim¨¦e, que solo parece estar presente en el cuadro inicial o a trav¨¦s de los pasajes musicales del compositor franc¨¦s a los que recurre. Y cuando, por una ¨²nica vez, sola frente al espejo, la mujer se va cubriendo poco a poco de todos los atributos que conformar¨ªan ese t¨®pico, lo hace solo por un momento para, de inmediato, pensar y cuestionarse su imagen reflejada, e irse desprendiendo uno por uno de todos esos atav¨ªos suntuarios y emprender el camino hacia la desnudez de la soledad, de la mujer frente a s¨ª misma y en permanente b¨²squeda, que se plasma en el baile de la sole¨¢ en solitario con el que concluir¨¢ la obra. Porque, quiz¨¢s, todas las mujeres se resuman en una que es, a la vez, ¨²nica y universal.
Antes, una diversidad de coreograf¨ªas corales hab¨ªan ido expresando la citada multiplicidad de la mujer. Entre los pasajes destaca la composici¨®n sobre los poemas de una decena de escritoras: de Mar¨ªa Zambrano, Marguite Yourcenar, Margaret Atwood a la propia Pag¨¦s, entre otras. Aunque no es la primera vez que la bailaora lo hace, ahora tiene un tratamiento coral y, en cualquier caso, nunca deja de sorprender que unos brazos dibujen con tanta belleza la cadencia de unos versos, por m¨¢s que la mayor¨ªa de los poemas est¨¢n recitados en su idioma original. Es la defensa de la inteligencia y de la palabra como despu¨¦s se reivindicar¨¢ la cotidianidad en la figura o en las funciones del ama de casa, con un mant¨®n compuesto por pa?os de cocina. O la de madre y maestra, a trav¨¦s de un delicioso paso a dos, o la de la mujer urbana presionada por los dictados de la moda o la publicidad. Ah¨ª la Pag¨¦s recurre al tanguillo gaditano para un momento de gracia y teatralidad, contrapunto quiz¨¢s de deliberada frivolidad dentro de un montaje donde prima la exquisitez y la elegancia junto al tono reflexivo.
Tambi¨¦n suele llamar la atenci¨®n en los montajes de Pag¨¦s lo cuidado de su tratamiento coreogr¨¢fico. No lo es menos en esta ocasi¨®n, con la media docena de bailarinas de que se acompa?a, que aparecen conjugadas con una siempre sorprendente homogeneidad en la ordenaci¨®n y en los movimientos. La participaci¨®n masculina es, por cierto, pr¨¢cticamente testimonial en este caso. La m¨²sica, como se dijo, es un id¨®neo hilo conductor y los cantes, que incluyen ton¨¢s, seguiriyas, alegr¨ªas, sole¨¢ o buler¨ªas, incorporan, adem¨¢s, textos que refuerzan la idea reivindicativa de la obra y el mensaje de igualdad que contiene: ¡°Ni yo soy m¨¢s que t¨², ni t¨² eres m¨¢s que yo. Tenemos la misma oportunidad de amarnos siempre hasta el alba¡±.
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