Arrebatos de ¨¦nfasis

Solo los valientes empiezan con una lenta. Pasajero quiere enarbolar la bandera de la osad¨ªa y se decanta por la seductora Precipicio, envalentonados quiz¨¢s con el estreno de su esperado segundo ¨¢lbum (Parque de atracciones) y esos dos tercios de aforo que les saludaban el jueves en la Joy Eslava. La voz de Daniel Arias suena en ese contexto melanc¨®lica y perfilada, lo bastante singular como para que las recurrentes comparaciones con Vetusta Morla merezcan cobrar alguna distancia. Pucho irrumpir¨¢ al final de la noche para inyectar electricidad a la ya intensa Borro mi nombre, pero el cuarteto madrile?o afianza un discurso cada vez m¨¢s suyo.

Los estrenos en la capital siguen siendo una circunstancia imponente y Arias tarda alg¨²n tema en pulir la afinaci¨®n, lo que lastra un poco la estupenda Volverme a preguntar, quiz¨¢s la pieza mel¨®dicamente m¨¢s seductora del repertorio. Pero las se?as de identidad se van asentando: guitarras minuciosas y de riffs atractivos, teclados siempre m¨¢s proclives a crear ambientes que rellenos, una voz de rabia c¨¢lida y matizada. Ah, y los cantantes bajistas siempre cuentan de oficio con un plus de reconocimiento adicional.

A?adamos unas letras de corte enigm¨¢tico, pero no inexpugnable, y nos encontraremos con ese universo de fascinaci¨®n que el p¨²blico salud¨® en la calle Arenal con creciente entusiasmo. Sobre todo en los arrebatos de ¨¦nfasis, tal que la bella y ultrasensible Detector de latidos (con luminotecnia como de p¨¦talos flotantes) o la cat¨¢rtica Autoconversaci¨®n, gran ejemplo de visceralidad in crescendo. Tambi¨¦n funcionan las complicidades: V¨ªctor Cabezuelo, cantante de Rufus T. Firefly, enriquece La copia de otra copia, pero a¨²n es mejor el juego de guitarras entrelazadas que propicia Manuel Cabezal¨ª (Havalina) con Accidentes. Solo falta tener cuidado con esas melod¨ªas limitadas, de recurrentes frases cortas, que unifican y aten¨²an parte de la producci¨®n. Lo dem¨¢s encaja en la b¨²squeda de un nombre propio.