Un conseguidor con alma de pol¨ªtico
Retrato de Jordi Pujol Ferrusola, el hombre de abrumadora personalidad que pudo suceder al expresidente catal¨¢n pero acab¨® gestionando la herencia del abuelo
Un trueno estremeci¨® el lunes el Parlamento de Catalu?a. Jordi Pujol Ferrusola, el oscuro, el hombre que encarna los vicios atribuidos a la familia, emergi¨® a la luz con una energ¨ªa arrolladora y un ¨ªmpetu desconocido, en un intento por deconstruir lo que llam¨® ¡°el mito¡±. Sus cuatro horas de comparecencia en la comisi¨®n de investigaci¨®n sobre el fraude noquearon a los diputados y revelaron lo que J¨²nior no es pero pudo haber sido: un animal pol¨ªtico astuto, voraz y a ratos brillante.
El primog¨¦nito, de 56 a?os, se defini¨® como un ¡°dinamizador econ¨®mico¡±, un tipo hecho a s¨ª mismo, ¡°independiente¡± y volcado en negocios privados por medio mundo, siempre lejos del barrizal de la administraci¨®n y las adjudicaciones p¨²blicas. Pero lleva la pasi¨®n del padre en la sangre y no lo ocult¨®: ¡°A m¨ª me gusta mucho la pol¨ªtica¡±. ?se no fue, sin embargo, el camino que el expresidente de la Generalitat hab¨ªa trazado para ¨¦l.
¡°Jordi tiene una frustraci¨®n con ese tema. ?l se ve¨ªa en pol¨ªtica, le encantar¨ªa ser diputado, o senador¡±, explica un amigo con el que comparte tiempo y aficiones. ¡°Josep [Pujol Ferrusola, tercero de los siete hermanos] me cont¨® que un d¨ªa el padre les reuni¨® y les dijo que Oriol [exdiputado de CiU y quinto de la saga] era el que se iba a dedicar a la pol¨ªtica¡±, a?ade. ¡°Hay un hecho que marca su vida, y no s¨¦ si es que le encargan ocuparse del dinero de la familia, pero le hace pasarse al lado oscuro¡±, explica una persona con la que ha mantenido un trato muy cercano, y que tambi¨¦n pide el anonimato.
J¨²nior fue militante de base de Converg¨¨ncia Democr¨¤tica de Catalunya, el partido fundado por su padre. Pero su cursus honorum se qued¨® ah¨ª. Su misi¨®n iba a ser tutelar los intereses, especialmente los econ¨®micos, del clan, y para ese se le form¨®. Estudi¨® Econ¨®micas en la Universitat Aut¨°noma de Barcelona y, durante la carrera, su padre le ¡°envi¨®¡± al Banco de Girona ¡°para aprender la mec¨¢nica bancaria¡±. Al terminar, con 25 a?os, entr¨® a trabajar en una empresa de curtido de pieles. Ah¨ª empez¨® su vocaci¨®n internacional, vendiendo pieles en mercados emergentes, como el asi¨¢tico.
El hecho que marca su vida es el encargo de gestionar la fortuna de la familia
A principios de los a?os 90, con Pujol padre en el apogeo de su poder en Catalu?a, se hizo cargo del secreto mejor guardado de la familia, el que a la postre la ha conducido al precipicio: gestion¨® el supuesto legado del abuelo Florenci en Andorra, que los Pujol han mantenido m¨¢s de 30 a?os oculto a Hacienda. El primog¨¦nito tambi¨¦n est¨¢ imputado por la Audiencia Nacional por blanqueo de capitales y fraude fiscal. La Polic¨ªa sospecha de sus negocios millonarios -los que detall¨® prolijamente en el Parlament- y cree que, en realidad, eran mordidas a cambio de la adjudicaci¨®n de obra p¨²blica de la Generalitat.
La relaci¨®n entre el padre y su hereu ha sido peculiar, marcada por cierta tensi¨®n competitiva: ¡°Cuando los he visto juntos, me ha dado la impresi¨®n de que quien llevaba la voz cantante era el hijo¡±, detalla una persona cercana a ¨¦l. Su amigo coincide: ¡°Es el ¨²nico de la familia que le levanta la voz al padre¡±. ?l mismo detall¨® episodios de su infancia y juventud en la c¨¢mara catalana, como cuando Florenci le llevaba de excursi¨®n por Barcelona y le explicaba ¡°los hechos econ¨®micos¡± y ¡°qui¨¦n era qui¨¦n¡±. ¡°Ten¨ªa con mi abuelo una relaci¨®n muy especial, la que mi padre no tuvo con ¨¦l y seguramente yo tampoco tuve con mi padre¡±.
Con sus seis hermanos, ¡°la relaci¨®n es pobre, no se ve que hagan vida en com¨²n¡±, afirma una mujer de su entorno. ¡°Es una figura de autoridad, pero contestada¡±. Fue Jordi, a?ade, quien impuso la idea de que su padre deb¨ªa confesar el pasado 25 de julio de 2014, pese a que ¡°algunos hermanos no estaban de acuerdo¡±, detalla esa misma fuente. Tiene tres hijos de su exmujer, todos mayores de edad, a los que ¡°tampoco ve demasiado¡±: Merc¨¨, Jordi y N¨²ria. La mayor est¨¢ casada en M¨¦xico y le ha dado su primer nieto; el mediano es tambi¨¦n economista. Su exesposa, Merc¨¨ Giron¨¨s (tambi¨¦n imputada) viaja a menudo a verles sin ¨¦l. No tienen demasiado trato. ¡°Es muy de ir a la suya¡±, confiesa su amigo.
Los diputados interpretaron el despliegue dial¨¦ctico de J¨²nior -con sus declamaciones y silencios, mostrando un gran dominio esc¨¦nico- como un ejercicio de comunicaci¨®n pol¨ªtica y lavado de imagen. Quienes le conocen, tanto partidarios como detractores, discrepan: ¡°Estaba natural, como es ¨¦l¡±; dice una fuente. ¡°Si no lo explica todo no se queda tranquilo¡±, insiste un amigo que le anim¨® a hablar en la comisi¨®n convencido de que iba a ¡°merendarse¡± a los pol¨ªticos con su elocuencia y su presencia abrumadora.
Su entorno sostiene que en la comisi¨®n de investigaci¨®n ¡°estaba natural, como es ¨¦l¡±
Apasionado, a ratos visceral, el hijo mayor de Jordi Pujol y Marta Ferrusola tiene ¡°una personalidad que no deja indiferente a nadie¡±. Una persona de su entorno le describe como ¡°un tipo solitario¡± y un hombre ¡°duro, dif¨ªcil, desconfiado¡± pero que a la vez ¡°sabe tener un comportamiento exquisito cuando hace falta¡±. Su impulsividad la vivi¨® en carnes Jordi Puig, hermano del consejero catal¨¢n Felip Puig, con el que comparti¨® despacho. Un d¨ªa, sin previo aviso, J¨²nior le dijo que no quer¨ªa a nadie en la oficina y le invit¨® a recoger sus cosas. De esos arrebatos son testigos sus amigos: ¡°Es un poco impulsivo, pero fiel con sus amigos¡±.
Entre su c¨ªrculo de ¨ªntimos, J¨²nior cit¨® sin rubor al presidente de la Generalitat, Artur Mas. Dijo de ¨¦l que lo considera un ¡°muy buen amigo¡± porque comparten una ¡°intimidad intelectual y espiritual¡±. Y a?adi¨® que sabe que, cuando le necesite, ¡°se pondr¨¢ al tel¨¦fono¡±. Mas hab¨ªa negado esa qu¨ªmica, y las fuentes cercanas avalan tal tesis. ¡°Si son amigos, son amigos muy extra?os. Siempre le he o¨ªdo hablar de Mas como de un gestor gris, con el que Catalu?a no va a ning¨²n sitio¡±. Un amigo del primog¨¦nito sostiene que incluso le ha o¨ªdo llamar ¡°tonto¡± al presidente catal¨¢n.
Leal o interesado, el caso es que Pujol Ferrusola sabe utilizar los cuchillos cuando conviene. En el Parlament tir¨® de iron¨ªa: ¡°Todos somos hombres del Renacimiento¡±, espet¨® a los diputados que cuestionaban su capacidad para emprender negocios de toda ¨ªndole sin tener idea de ninguno. Les reproch¨®, indirectamente, que no hubieran le¨ªdo su declaraci¨®n ante el juez Ruz. E incluso se compar¨® con la televisiva Bel¨¦n Esteban para afirmar que, como ella, no tiene cuentas en para¨ªsos fiscales, sino que es su banco (el BBVA) el que opera all¨ª con su dinero (unos ocho millones de euros). ¡°Es otro rasgo de su car¨¢cter, usar el 'pues anda que t¨²' ante las cosas que le pasan¡±.
¡°Genera empat¨ªa, pero si alguien se le atraganta puede elevar el tono. Es como un pero ladrador, lo hace sin mala fe... Luego se le pasa¡±, resalta un compa?ero de fatigas. Otra fuente cercana interpreta su temperamento como una v¨ªa de escape la ¡°la presi¨®n de tener que hacer el trabajo sucio¡± de la familia. Victoria ?lvarez, su c¨¦lebre examante, le acus¨® de ser un ¡°obseso¡± y un hombre ¡°agresivo¡± en la entrevista con la l¨ªder del PP catal¨¢n, Alicia S¨¢nchez Camacho. Le alab¨®, en cambio, como compa?ero de cama. ?lvarez es la espita que hall¨® la polic¨ªa para actuar contra los Pujol y su denuncia -cit¨® bolsas con billetes de 500 euros que, supuestamente, tra¨ªa de Andorra- provoc¨® el inicio de la investigaci¨®n sobre el primog¨¦nito. ¡°Pese a todo, nunca le he o¨ªdo decir una mala palabra de ella¡±.
Pujol considera que Mas "gestor gris", con el que Catalu?a "no va a ning¨²n sitio", seg¨²n sus allegados
Esa faceta, la de sus relaciones personales, es de las m¨¢s controvertidas. ¡°No es un playboy, como se dice¡±, afirma un amigo. Otras fuentes se?alan que las mujeres son su perdici¨®n. Pero todos coinciden en que, cuando inicia una relaci¨®n, hace a su pareja ¡°part¨ªcipe de sus cosas, de sus viajes... de todo¡±. Una de las leyendas que se le atribuyen es que lleva una vida loca, desenfrenada. Sus conocidos, para bien o para mal, lo niegan. ¡°Por la noche, lo encuentras en el sof¨¢ de su casa. Es un t¨ªo s¨²per discreto. Tiene la misma scooter desde hace diez a?os¡±.
Frente a la etiqueta de sibarita, sus amigos defienden que es un ¡°hombre austero¡±. ¡°Le gustan los coches de lujo y tener una casa de puta madre en la Cerdanya, pero es capaz de dormir en un refugio de monta?a inc¨®modo¡±. J¨²nior posee una casa r¨²stica en el pueblo de Bolvir -en el Pirineo catal¨¢n, a menos de hora en coche de Andorra- una mansi¨®n de 1.000 metros cuadrados en Pedralbes -el barrio de Messi o Urdangarin, entre otros- y coches antiguos -Ferrari, Jaguar, Mercedes- que desgran¨® con deleite en el Parlament. ¡°Le encantan los coches, puede estar hablando horas, los persigue por medio mundo y tiene a un mec¨¢nico que le ayuda a encontrar piezas¡±. ¡°Es un hombre de acci¨®n: le gusta esquiar, escalar...¡±, insisten esas fuentes. Va al gimnasio a menudo y conserva un buen estado f¨ªsico y una robustez que le ayudan a transmitir energ¨ªa. ¡°Cuesta quedar con ¨¦l, porque viaja mucho¡± y prefiere, dicen sus conocidos, ¡°el contacto en persona¡±.
J¨²nior no es ajeno a las cacareadas ra¨ªces cristianas de la familia. A los 24 a?os afirm¨®, en una entrevista a EL PA?S -una de las pocas, si no la ¨²nica, que consta en hemerotecas- que iba cada domingo a misa. ¡°Ahora no creo que lo haga¡±, sonr¨ªe una fuente, ¡°pero sigue haciendo obras de caridad y filantrop¨ªa; don¨® dinero, por ejemplo, para restaurar el campanario de la bas¨ªlica de la Merc¨¨¡±, en la Barceloneta, el barrio marinero de Barcelona. Tambi¨¦n ha ayudado, a trav¨¦s del deporte, a afianzar el concepto de Pa?sos Catalans. ¡°Pon¨ªa a gente en contacto y buscaba financiaci¨®n para el USAP¡±, el equipo de rugby de Perpi?¨¢n, en la llamada Catalunya Nord.
El rugby fue su gran pasi¨®n juvenil. ¡°No era un jugador brillante, pero s¨ª concienzudo y buen compa?ero. En el campo era valiente¡±, rememora un compa?ero de la categor¨ªa absoluta del Bar?a con el que gan¨®, en 1983, la Copa del Rey. ¡°Por ser hijo de quien era, los otros equipos iban a por ¨¦l. Un d¨ªa, contra la Santboiana, le abrieron la cabeza de la frente a la coronilla¡±, recuerda entre risas. Al mayor de los Pujol le dieron 75 puntos de sutura. ¡°No se arrug¨®. Estoy seguro de que, si se corta el pelo al cero, a¨²n se le ve la cremallera¡±.
Jordi y Marta, sus padres, ¡°no iban casi nunca a verle¡±. En el campo, sol¨ªa ocupar la posici¨®n de medio mel¨¦; o sea, dirig¨ªa la masa de hombres que arremeten unos contra otros, abrazados, pero sin entrar en ella. Pese a todo, el excompa?ero no cree que tuviera dotes de liderazgo. ¡°Es la t¨ªpica persona a la que nadie le hab¨ªa contradicho nunca. No era tanto un l¨ªder como una persona acostumbrada a mandar¡±. En el Parlament, acentu¨® su imagen de lobo solitario: ¡°No soy capaz de dirigir a gente¡±.
Aunque se apuntaba con normalidad al llamado ¡°tercer partido¡± -el momento de compartir bromas y cervezas con los otros jugadores- J¨²nior¡°ten¨ªa su grupito, donde mandaba¡±. ¡°A los que le bailaban el agua, los menospreciaba¡±, recuerda. Algunos de esos ¡°pelotas¡±, recuerda, empezaron como mossos y acabaron teniendo cargos de responsabilidad en la Generalitat y en importantes empresas privadas. Hace tres a?os, se reencontraron casi todos en un pub irland¨¦s de Barcelona.
Como ?ngel Guimer¨¤ en Terra Baixa, Jordi Pujol Ferrusola distingue con claridad los conceptos ¡°arriba¡± y ¡°abajo¡±. Y, sobre todo, sabe en qu¨¦ lugar se encuentra ¨¦l. En el Parlament, dijo que fue destinado por Converg¨¨ncia ¡°all¨ª abajo¡± -en alusi¨®n al casco antiguo de Barcelona- y afirm¨® que es importante crear industria en ?frica para que ¡°no suban¡± y ¡°se ganen la vida all¨ª¡±. Ese clasismo casi innato, propio de quien ha visto la vida desde la zona alta de Barcelona y se ha movido en sus c¨ªrculos de poder, lo percibi¨® tambi¨¦n el periodista que le entrevist¨® en 1983. Es vecino de Singuerl¨ªn, un barrio del extrarradio de una ciudad del extrarradio: ¡°Me dijo: 't¨² eres de Santa Coloma, ?no? Pues all¨ª es donde tendr¨ªan que construirse campos de rugby. As¨ª todos los quinquis canalizar¨ªan la agresividad en el deporte y habr¨ªa menos delincuencia¡±.
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