La transparencia y rentabilidad de la ¡®Y¡¯
El proyecto de la alta velocidad, el m¨¢s importante en t¨¦rminos monetarios, carece de la claridad, concreci¨®n y determinaci¨®n debidas
Hace unos meses en esta misma tribuna tuve la oportunidad de reflexionar sobre la cuesti¨®n que hoy me vuelve a ocupar: el AHT o TAV, como cada uno prefiera.
Ya entonces pretend¨ª huir de cuestiones ya descendidas a debate partidista sin que esto suponga desdoro alguno, cuestiones como la sostenibilidad medioambiental o el propio coste de la obra, cuesti¨®n esta que al fin y al cabo es una decisi¨®n de gobierno, gobernar es elegir, y todo ello sin que dejen de ser criticables.
Entonces me refer¨ªa a la adecuaci¨®n del modelo de la denominada Y vasca al territorio sobre todo de lo que este mismo modelo ferroviario trae de la mano con relaci¨®n a la ordenaci¨®n del territorio y de ah¨ª a un modelo de producci¨®n y de productividad de jornada laboral, de conciliaci¨®n familiar y en fin, de desarrollo econ¨®mico y m¨¢s importante, de desarrollo humano.
Las recientes declaraciones de la ministra Ana Pastor en su visita a Bergara en cuanto a la finalizaci¨®n de las obras y del responsable de ADIF con relaci¨®n a los tiempos de viaje as¨ª como la r¨¢pida respuesta del portavoz del Gobierno, Josu Erkoreka a prop¨®sito de la falta de competitividad en caso de confirmarse tales tiempos han vuelto a poner el AHT en la agenda si es que alguna vez ha dejado de estarlo. A pesar de ello intentare nuevamente huir de posturas partidistas y predeterminadas y acudir a una cuesti¨®n que resulta de la lectura de los medios tradicionales y digitales.
Lo primero que se me plantea no es sino la duda y el desconocimiento que comparto con el 70% de la sociedad que afirma conocer poco o nada del proyecto del TAV. En una palabra: la cuesti¨®n se llama transparencia. En unos momentos en que gobiernos centrales, auton¨®micos e incluso forales elaboran y aprueban normas sobre la transparencia, en este proyecto, el m¨¢s importante en t¨¦rminos monetarios, carece de la claridad, concreci¨®n y determinaci¨®n debidas, al menos para m¨ª y al menos en alguna cuesti¨®n como las que siguen.
No digo que no sea yo el responsable pero la verdad es que no acabo de saber con certeza cu¨¢l es el importe del proyecto, cuales son los sobrecostes y si estos hasta ahora est¨¢n justificados y aclarados las irregularidades denunciadas por el Tribunal Vasco de Cuentas P¨²blicas. Tampoco tengo claro cu¨¢l es el trazado y si episodios como el ocurrido en la localidad vizca¨ªna de Zaratamo pueden repetirse: me refiero a la construcci¨®n de un puente por valor de 14 millones de euros que no va a ser utilizado. Las posturas de los partidos pol¨ªticos que apoyan esta obra, los unionistas y el PNV, tambi¨¦n son objeto de duda.
En las recientes informaciones publicadas en la prensa aparecen reproches entre las administraciones concernidas por el proyecto o lo que es lo mismo.
Hace falta saber la apuesta por los precios, paradas y el coste del d¨¦ficit
El PNV y el PP se acusan mutuamente de no apoyar y hacer todo lo posible por sacar adelante el proyecto. La ultima duda dentro de este grupo es saber en qu¨¦ va a resultar la Y vasca: si va a ser el modo de uni¨®n ferroviaria con Espa?a y con Francia o como parece por la actitud de los Gobiernos franc¨¦s y espa?ol, va a convertirse en una isla que ¨²nicamente unir¨¢ las capitales vascas del Sur y sin ni siquiera unir Euskal Herria.
Por otro lado, hay dos cuestiones de naturaleza estrat¨¦gica que deber¨¢ aclarar el responsable de este proyecto de infraestructuras y de las cuales depende el futuro de la obra.
La primera de ellas es saber por qu¨¦ apostar¨¢ el gestor del ferrocarril a partir de su entrada en funcionamiento. De un lado, pretender mantener a ultranza la mayor o menor ventaja competitiva, el tiempo, renunciando a las paradas lo que implica necesariamente la desvertebraci¨®n del territorio y apostar por un desarrollo alrededor de los tres n¨²cleos desentendi¨¦ndose del resto del territorio; por el contrario apostar por vertebrar el territorio, con perjuicio de la velocidad.
La segunda de estas cuestiones que considero estrat¨¦gicas es saber lo referente a la pol¨ªtica de precios y rentabilidad que van a aplicarse en el Tren de Alta Velocidad.
Sabido es que la rentabilidad a precios razonables requerir¨ªa de un n¨²mero de viajeros que dif¨ªcilmente, por no decir imposible, se alcanzar¨¢ y, por tanto, el gestor deber¨¢ optar por reducir precios subvencionando los mismos con lo que se producir¨¢ una transferencia de renta de un grupo social a otro, es decir, de clases menos favorecidas a otras que lo son m¨¢s que son las que utilizan el AVE. Otra opci¨®n es saber si bien el gestor podr¨¢ optar por mantener un servicio deficitario econ¨®micamente y social que requerir¨¢ de una u otra manera un rescate.
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