Los enemigos de Catalu?a
Ridao, Mas-Colell y Forcadell, enterradores de las ¡°estructuras de Estado¡±
Era estupendo. Los enemigos de Catalu?a eran los habituales, Madri-T, Espa?a, el Estado espa?ol y as¨ª. Pero el episodio de la muerte y entierro (parcial) de las ¡°estructuras de Estado¡± (EDE) a cargo del Consell de Garanties Estatut¨¤ries demuestra que ¨ªbamos errados. La quinta columna, el enemigo interno, el botiflerisme agazapado en nuestras instituciones es el peor saboteador. Un enemigo m¨¢s peligroso que el rival exterior, porque es dif¨ªcil de detectar.
A este Consell, de mayor¨ªa soberanista (Converg¨¨ncia y Esquerra: CiE) se le ha ocurrido dar la raz¨®n a las protestas de inconstitucionalidad, nada m¨¢s y nada menos que ?del Partido Popular! El dictamen desautoriza frontalmente cinco enmiendas que CiE hab¨ªan formulado a los presupuestos para 2015. Har¨¢ historia porque desmonta, desarticula y destruye todos (menos uno) los proyectos de erigir, a u?a de caballo, antes del 27-S, unas ¡°estructuras de Estado¡± imaginadas para dar a pie a pensar que las elecciones convencionales anticipadas gozan de un ligero barniz plebiscitario, una aureola vagamente autodeterminista.
Algunos hab¨ªamos apuntado que esta historia de crear un Estado de nueva planta sin que se sepa si hay una mayor¨ªa clara en favor de la operaci¨®n (peor: con las encuestas oficiales en contra) era una ¡°estafa pol¨ªtica¡± (?xtasis y par¨¢lisis del secesionismo, EL PAIS, 14 de febrero).
Era tambi¨¦n ¡ªy lo es¡ª una sandez intelectual, porque la expresi¨®n esconde dos conceptos antit¨¦ticos: el que utiliza el soberanismo en su agitaci¨®n, instrumentos administrativos propios de un Estado independiente; y el que convive en programas electorales como el de CiU, las estructuras administrativas auton¨®micas importantes como los Mossos d¡¯Esquadra o el Servei Catal¨¤ de Tr¨¤nsit (Catalu?a 2020, CiU, 2012, p¨¢gina 14): esa confusi¨®n es la que facilita las simp¨¢ticas alusiones a que esa loter¨ªa, ¡°la Grossa¡± es una estructura de Estado, o que tambi¨¦n lo es, dijo graciosamente Felip Puig, el turismo catal¨¢n.
Y era y es un contrasentido jur¨ªdico dedicar los impuestos de los contribuyentes a financiar actividades administrativas (sueldos de funcionarios y otros gastos corrientes) en una Administraci¨®n que no dispone de la competencia para desempe?arlas: es una malversaci¨®n (o en suave, mal uso) de caudales p¨²blicos.
Pues bien, llega ahora el Consell de Garanties Estatut¨¤ries y estropea el tejemaneje de las EDE, reconociendo que no hay base jur¨ªdica para construirlas de verdad. Que, atenci¨®n, no s¨®lo son anticonstitucionales, sino que ¡°no encuentran amparo¡± en el Estatut, es decir, que son contrarias al Estatut, antiestatutarias. Cuando un poder desprecia la ley vigente pero supuestamente ajena (la Constituci¨®n), ya se coloca en terreno resbaladizo. Pero cuando desaf¨ªa abiertamente su propia ley, el ordenamiento en que se basa su propia existencia y legitimidad, en este caso el Estatut que el propio Artur Mas pact¨® con Rodr¨ªguez Zapatero ¡ªel texto que se conoce como ¡°Constituci¨®n interna de Catalu?a¡±¡ª, entonces es que ha perdido el oremus.
Pero podr¨ªamos explicarlo de otra forma: el enemigo interno.
?Saben qui¨¦n es el ponente del dictamen, que ha concitado la unanimidad en cinco conclusiones, la mayor¨ªa en dos, y no ha generado ning¨²n voto particular disidente? Joan Ridao, coautor del Estatut, jurista reconocido, doctor en Derecho, ex portavoz de Esquerra Republicana en el Congreso. ?D¨¢te por cazado, Joan!
Si tienen la paciencia de leer el dictamen, comprobar¨¢n hasta qu¨¦ punto el desguace de las EDE, y del autodeterminismo unilateralista que las inspira es abrasivo:?
1.?El compromiso de legislar para que la Ag¨¨ncia Tribut¨¤ria de Catalunya pueda recaudar todos los impuestos ¡°soportados¡± es un desatino, porque contrar¨ªa la diferencia normativa entre tributos propios y no-propios; los hay que son competencia de otras Administraciones, seg¨²n la Constituci¨®n; y el alcance de la capacidad normativa difiere seg¨²n los tipos de ingresos, de forma que ¡°es plena en cuanto a los tributos propios y en cambio es m¨¢s limitada respecto a los tributos estatales cedidos¡±, seg¨²n el art. 203 del Estatut (p¨¢gina 24 del dictamen).
2.?La pretensi¨®n de que la ley de patrimonio de la Generalitat prevea la divisi¨®n de bienes entre lo-que-quede-de-Espa?a y un nuevo Estado catal¨¢n tambi¨¦n es contraria a ley, porque la norma que regula esos pactos viene dada por los dos convenios de Viena (1978 y 1983), el ¨²ltimo de los cuales no est¨¢ firmado por el Reino de Espa?a, ¨²nico competente para garantizar su cumplimiento, en aplicaci¨®n de la competencia exclusiva que le reserva el art¨ªculo 149 de la Constituci¨®n (p¨¢gina 58).
3.?La asunci¨®n de las funciones?de regulaci¨®n de la competencia, hoy en manos de la Comisi¨®n Nacional de los Mercados y de la Competencia, a pesar de que la Constituci¨®n no hace una reserva de derecho muy directa en favor de la Administraci¨®n central, ¡°no encuentra amparo en las competencias de la Generalitat previstas¡± en el art¨ªculo 154 del Estatut.
4.?Una cosa similar sucede?con la supervisi¨®n de la seguridad nuclear y el otorgamiento de licencias: los traspasos unilaterales decididos por la Generalitat violan ambas normas b¨¢sicas.
Los juristas responsables de garantizar la concordancia de las leyes catalanas con el Estatut s¨®lo salvan de la quema a una de las enmiendas soberanistas, la que propone crear una Ag¨¨ncia catalana de la Seguretat Social. Niega a la Generalittat que ¡°a trav¨¦s de estas agencias asuma y gestione competencias que no le son propias de acuerdo con la Constituci¨®n y el Estatut¡± (p¨¢gina 43) , pero le permite crearla en este caso si ¡°no se erige en la norma por la cual la Generalitat asumir¨¢ directamente competencias¡± ajenas (p¨¢gina 49); es decir, si se trata s¨®lo de crear una agencia virtual, no operativa, que exista pero no haga nada m¨¢s que existir.
Tan decisivo como las enmiendas y el dictamen es lo que no figura en este paquete.
No figuran dos de las EDE m¨¢s emblem¨¢ticas: la creaci¨®n de un banco p¨²blico, y la organizaci¨®n de un banco central.
Eso dirige nuestras sospechas hacia otro enemigo emboscado de Catalu?a, el consejero de Econom¨ªa Andreu Mas-Colell, inc¨®modo porque los chicos de Esquerra le hayan retocado un presupuesto para el cual tanto le hab¨ªa costado armar una apariencia de verosimilitud: y encima que se tengan que incorporar dotaciones espec¨ªficas adicionales (m¨¢s de once millones de euros) para esos sue?os de una noche de invierno. Pues bien, la venganza del Mas que sabe era ex-ante: ha procurado desde tiempo inmemorial evitar el rid¨ªculo de patrocinar las EDE m¨¢s et¨¦reas e imposibles que le ped¨ªan los hooligans.
En efecto, la conversi¨®n del Institut Catal¨¤ de Finances en un banco p¨²blico (ahora es poco m¨¢s que una ventanilla del departamento) figura en el memorial de agravios convergentes desde las elecciones de noviembre de 2012. Desde entonces no se ha hecho, por suerte, literalmente nada. Bueno, nada m¨¢s que encajar con displicencia una moci¨®n parlamentaria de los republicanos estimulando a hacer¡ algo.
Y es que la competencia para conceder una ficha bancaria (antes de ser banco p¨²blico, se tiene que ser banco) no la ejerce, por desgracia, el Ayuntamiento de Sant Vicen? dels Horts, sino el Banco de Espa?a. Bien, el Mas que sabe de qu¨¦ va la cosa ni lo intent¨®, porque a la instituci¨®n de Cibeles no le entusiasman las operaciones de simbiosis entre patriotismo y dinero. Y ahora que (desde el 1 de noviembre de 2014) la competencia para autorizar nuevas entidades bancarias se ha traspasado al Mecanismo ?nico de Supervisi¨®n (MUS), dependiente del Banco Central Europeo con sede en Fr¨¢ncfort, la cosa no est¨¢ mucho m¨¢s clara, porque antes de concederlas el MUS evacua preceptivas consultas con los bancos centrales de los Estados miembros, o sea, otra vez el Banco de Espa?a.
Y sobre la creaci¨®n de un banco central de nuevo cu?o, ya ni le hace falta a Mas-Colell endosar la obligaci¨®n moral de boicotearlo activamente, a fin de preservar el prestigio residual de nuestras instituciones: lo ha hecho con el dedo me?ique el enemigo p¨²blico n¨²mero 1 del secesionismo, Josep Antoni Duran i Lleida.
Queda para el final el peor de los enemigos embozados de Catalu?a, Carme Forcadell. ?Qu¨¦ toca, en este asunto? Toca que la otra enmienda rechazada (sobre ¡°infraestructuras cr¨ªticas¡±) es hija directa de las pesadillas sovietizantes de un sector de la Assemblea Nacional Catalana, que ella a¨²n preside, sue?os que no ha sabido imponer, lo que acredita su enemistad a la patria.
Vamos por partes. La idea se eleva por primera vez a instancias oficiales en el acuerdo para la d¨¦cima legislatura firmado el 19 de diciembre de 2012 entre CiU y Esquerra. En el punto 8 del anexo 2, que detalla las EDE a impulsar, figura la intenci¨®n de ¡°elaborar un plan para asumir la gesti¨®n (¡) de las principales infraestructuras log¨ªsticas que son competencia del Estado en Catalu?a, aeropuertos, puertos, ferrocarril¡±.
Esa obsesi¨®n, de tono expropiatorio m¨¢s que negociador, se olvid¨® felizmente durante tiempo. Hasta que la ANC la rescat¨® en marzo de 2014 para su proyecto de Hoja de ruta 2014-2015, pero te?ida de tentativa de golpe de mano: propugn¨® para determinados momentos del proc¨¦s realizar ¡°actos de ejercicio de soberan¨ªa¡± como ¡°tomar el control efectivo del pa¨ªs¡±, puertos, aeropuertos y otros nudos de comunicaci¨®n y poder, por parte de unos organismos populares sin base legal. El texto definitivo del papel lim¨® las aristas m¨¢s agudas del proyecto.
Y ahora reaparece en forma de enmienda de CiE, que propone una nueva norma legal ¡°contra las posibles amenazas hacia estas infraestructuras¡±, buscando amparo en una Directiva de la Uni¨®n Europea (la 2008/114). El destrozo que le propina el Consell de Garanties es monumental. Recuerda que la directiva se refiere a infraestructuras ¡°la perturbaci¨®n y destrucci¨®n de las cuales afectar¨ªa gravemente dos o m¨¢s Estados miembros¡± (p¨¢gina 36), que no es el caso; insiste en que la competencia de seguridad p¨²blica ¡°es competencia exclusiva del Estado¡± (p¨¢gina 37); que ya ha sido ejercida en la ley de 28 de abril de 2011; y que por tanto ¡°el legislador catal¨¢n no puede requerir al Govern [de la Generalitat]¡± que legisle lo que pretende (p¨¢gina 41)¡ Lo ¨²nico posible ser¨ªa elaborar ¡°inventarios¡± y ¡°cat¨¢logos¡±. Ninguna acci¨®n ejecutiva.
Esa es la m¨²sica y la letra del dictamen. Ahora el soberanismo convertir¨¢ las enmiendas en suced¨¢neos de s¨ª mismas, en perfume de apariencias, en declaraciones sin significado, en juegos de manos para adecuarse al dictamen, como con la ley sobre la seguridad social: nada de estructuras de Estado reales; nada operativo; ejecutividad cero; s¨®lo estudios, cat¨¢logos¡ El Estado propio de Artur Mas es una nube. Las estructuras de Estado han muerto. Vivan los inventarios de Estado.
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