Alicante, primera parada del tesoro de monedas que casi expolia Odissey
El Marq acoge la exposici¨®n sobre el ¨²ltimo viaje de la fragata Mercedes hace dos siglos
30.000 monedas, reales de a 8 en su mayor¨ªa, y tambi¨¦n escudos de oro del mayor tesoro mar¨ªtimo hallado en la ¨¦poca moderna descansan ya en el Museo Arqueol¨®gico de Alicante. El Marq ser¨¢ hasta el 20 de septiembre el 'amarre' de una exposici¨®n itinerante que comenz¨® a fraguarse cuando el Gobierno espa?ol recuper¨® el cargamento en monedas que transportaba la fragata Mercedes, casi expoliada por la empresa de cazatesoros Odissey doscientos a?os despu¨¦s de su hundimiento.
El ¨²ltimo viaje de la fragata Mercedes es la historia de un mismo momento desde muchas perspectivas: la del devenir hacia el desastre de un imperio cansado, la de un acto de guerra en tiempo de paz, la de las relaciones de los tres grandes imperios europeos en los or¨ªgenes del siglo XIX con Am¨¦rica como tel¨®n de fondo o la de 300 personas que, en su mayor¨ªa, volaron por los aires durante una emboscada naval entre la costa del Algarve (Portugal) y C¨¢diz.
Goyas, rojigualdas y cart¨®grafos desgraciados
Dos retratos de Carlos IV y Mar¨ªa Luisa de Parma pintados por Francisco de Goya, adem¨¢s de otro de Godoy realizado por Antonio Carnicero, acompa?an a El ¨²ltimo viaje de la fragata Mercedes. La exposici¨®n se divide en tres grandes apartados, el primero de los cuales versa sobre la historia del barco y el porqu¨¦ de su viaje. En una segunda parte, la muestra aborda aspectos del buque y c¨®mo se desarroll¨® la batalla naval. La ¨²ltima parte es un salto al presente y al c¨®mo se consigui¨® recuperar este tesoro expoliado.
La exposici¨®n est¨¢ plagada de detalles que sorprender¨¢n al visitante, como la bandera rojigualda que utiliz¨® la marina en la batalla de Trafalgar y sirvi¨® de inspiraci¨®n a la actual se?era espa?ola. La muestra, eminentemente did¨¢ctica, est¨¢ adornada con las historias personales de quienes estuvieron aquel amanecer fat¨ªdico frente al cabo de Santa Mar¨ªa. Historias como la de Diego Alvear, que tras 18 a?os cartografiando los l¨ªmites de los territorios americanos de Espa?a y Portugal, regresaba a su tierra para ver morir a su mujer y siete de sus hijos abordo de la Mercedesdesde la cubierta de la MEdea. En ella viajaba junto a su hijo mayor tras sustituir al segundo jefe de escuadra en la Medea, otro de los barcos de la flota.
La exposici¨®n adem¨¢s cuenta como un tesoro que casi fue expoliado por una empresa americana acab¨® siglos despu¨¦s en el lugar hacia donde parti¨®. En 2012 un juez estadounidense consider¨® leg¨ªtima la potestad espa?ola sobre el tesoro recuperado por la empresa Odissey a m¨¢s de 1.100 metros de profundidad y orden¨® su devoluci¨®n. El principal argumento jur¨ªdico que vali¨® para retornar a Espa?a las 600.000 monedas expoliadas por los cazatesoros fue la inmunidad soberana: la fragata Mercedes realizaba un servicio para la corona en el momento en que fue hundida por la Royal Navy brit¨¢nica.
La Mercedes navegaba desde Montevideo (Uruguay) con sus entra?as repletas de monedas, tributos acumulados durante varios a?os en las colonias para la Hacienda espa?ola. Nada hizo predecir el ataque que hundi¨® a la fragata cuando tan solo estaba a un d¨ªa de arribar a puerto, hac¨ªa solo tres a?os que brit¨¢nicos y espa?oles hab¨ªan firmado el tratado de paz de Amiens.
Pero la inteligencia brit¨¢nica en Madrid sab¨ªa del pacto secreto firmado por el ministro real, Manuel Godoy, y Napol¨¦on para que Espa?a ayudara a Francia en su guerra con el Reino Unido. El tesoro que portaba la flotilla de cuatro barcos que regresaban a la madre patria ten¨ªa un destino, el apoyo a Francia.
En realidad, nadie sabe c¨®mo era la Mercedes, vol¨® por los aires. Cuatro buques de la Armada inglesa cazaron a la escuadra espa?ola a barlovento en la madrugada del 5 de octubre de 1804, hac¨ªa dos meses que hab¨ªan zarpado del muelle de Callao. En la exposici¨®n se reproduce a la fragata seg¨²n las t¨¦cnicas que se usaban para la construcci¨®n de barcos en la Habana (Cuba), donde fue botada el 15 de noviembre de 1788. La fragata fue el prototipo de un dise?o de embarcaci¨®n al que la Real Armada aspiraba.
La intenci¨®n del comodoro Moore era secuestrar las naves. La Mercedes fue la peor parada de una flota de cuatro.?
La intenci¨®n del comodoro Graham Moore era secuestrar las naves, pero la resistencia inicial de los espa?oles desat¨® la furia de los buques ingleses, m¨¢s preparados, con marineros m¨¢s aguerridos y mayor n¨²mero de ca?ones: s¨ªntomas de un tiempo por llegar y que eclosionar¨ªa en 1898 en Cuba, cuando EEUU puso fin al imperio que presum¨ªa de poder siempre ver el sol en sus posesiones a trav¨¦s de tres continentes.
La fragata se hundi¨® con 252 almas (solo sobrevivieron 48 personas). Fue un aut¨¦ntico casus belli. El hundimiento de la Mercedes desencaden¨® una sucesi¨®n de hechos que seguir¨ªa con la desastrosa batalla de Trafalgar y un siglo de derrotas espa?olas junto al despertar de las nuevas naciones latinoamericanos. Doscientos a?os despu¨¦s, el tesoro de la Mercedes resurge de las profundidades del Atl¨¢ntico donde ha descansado como si durmiera en una c¨¢psula del tiempo a la espera de por fin regresar a casa para contar sus historias.
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