La mirada viva de Sebald
El CCCB expone el universo del escritor alem¨¢n a partir de las obras de 17 artistas
Pese a iniciarse en la literatura de forma tard¨ªa, tras cumplir los 43 a?os, el escritor alem¨¢n W. G. Sebald consigui¨® en algo m¨¢s de una d¨¦cada lo que muchos autores no consiguen toda una vida: Ser reconocido por lectores y cr¨ªtica como uno de los escritores, alemanes y europeos, fundamentales y m¨¢s influyentes de finales del siglo XX. Su obra es h¨ªbrida mezcla de textos y fotograf¨ªas, literatura de viajes, novela y ensayo, autobiograf¨ªa y colectividad, historia, tragedia humana y memoria y en la que explora grandes temas del siglo XX como migraci¨®n, discursos hist¨®ricos, violencia pol¨ªtica y genocidio, turismo, archivo y documentaci¨®n, entre otros temas.
El idilio que consigui¨® con libros como Del natural (1988), V¨¦rtigo (1990), Los emigrados (1992), Los anillos de Saturno (1995) y Austerlitz (2001) termin¨® de forma brusca tras fallecer en accidente de tr¨¢fico en 2001. Pero el universo sebaldiano sigue vivo y se manifiesta en la obra de artistas y escritores contempor¨¢neos influidos por el autor. Es lo que defienden el escritor y cr¨ªtico cultural Jorge Carri¨®n ¡ªque no duda en calificar a Sebald como el escritor que clausura el siglo XX y da comienzo al XXI¡ª y el artista Pablo Helguera, comisarios de la exposici¨®n Las variaciones Sebald que el Centro de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona inaugura hoy. En el CCCB pueden verse, adem¨¢s de su proceso de creaci¨®n, la obra de 13 artistas y cuatro escritores influidos, conscientes o no, por el mundo que Sebald cre¨®; una especie de ¡°ensayo visual que recoge la voz de Sebald y c¨®mo ha influido en las artes visuales y la literatura despu¨¦s de su muerte¡±, explica Carri¨®n.
La exposici¨®n del CCCB muestra a Sebald a trav¨¦s de la obra de 17 artistas y escritores
Carri¨®n y Helguera han invitado a artistas como Jan Peter Tripp, amigo de Sebald durante d¨¦cadas, que presenta una obra en la que fotograf¨ªa al escritor y aparecen sus famosos l¨¢pices de colores (que su viuda reparti¨® entre los amigos del escritor que lo llamaban cari?osamente Max). Susan Hiller fotograf¨ªa caminos y paisajes alemanes que conservan denominaciones jud¨ªas pese a que se han eliminado de toda la rotulaci¨®n, algo que Sebald denunci¨® en sus entrevistas: ¡°Cuando visito Alemania me doy cuenta de que sus ciudades no tienen declives, ni rincones, ni memoria, son iguales, uno no puede perderse en ellas, desorientarse¡±.
Taryn Simon reconstruye con sus fotograf¨ªas 18 linajes de todo el mundo en A living man declared dead. ¡°Nadie puede reconstruir una novela familiar mejor que una fotograf¨ªa¡±, dec¨ªa el escritor. Jeremy Wood, como hizo Sebald en Los anillos de Saturno, circula por las rondas de rodean Londres e imprime en una obra el trazo de ese deambular. Trevor Paglen muestra dos bellas im¨¢genes de instalaciones gubernamentales dedicadas al espionaje y un escritor tan af¨ªn a Sebald como Juli¨¤ de Jodar, reconstruye y construye una historia con personajes reales y literarios relacionados con el pasado colonial. Y as¨ª, hasta 17 obras de otros tantos artistas a los que se ha invitado que presentaran piezas de nueva producci¨®n, dando lugar a una muestra heterog¨¦nea supervisada por la mirada de Sebald; un viaje que comienza con las 30.000 mariposas de cartulina negra creadas por el mexicano Carlos Amorales; un insecto que figura de forma prominente en la novela Austerlitz de Sebald y que, como una especie de plaga, recibe al visitante. ¡°Si Sebald no hubiera muerto las relaciones entre su obra y el mundo art¨ªstico habr¨ªan sido mucho mayores¡±, asegur¨® ayer Carri¨®n.
La espa?ola Nuria G¨¹ell presenta Resurrecci¨®n, una de las propuestas m¨¢s originales. La artista, cada d¨ªa m¨¢s onmipresente y que a menudo se nutre de estrategias propias de un hacker, resucita la identidad de seis guerrilleros catalanes de los a?os 30, crea un tarjeta de cr¨¦dito a nombre de un maqui asesinado en 1939 y compra online objetos de propaganda fascista de la Fundaci¨®n Francisco Franco. Unos recuerdos que, por supuesto, no acaban pag¨¢ndose y que la artista entierra en una cuneta. Memoria hist¨®rica, justicia y venganza en esta instalaci¨®n en la que se pueden ver fotograf¨ªas de huesos localizados de fosas comunes espa?olas.
Seg¨²n Vincen? Villatoro, el nuevo director del CCCB, ¨¦sta es una de las grandes apuestas de la temporada para su centro, que da el pistoletazo de salida a la ¡°primavera literaria¡±, una cita que se consolidar¨¢ las pr¨®ximas semanas con la celebraci¨®n tambi¨¦n de la fiesta de la literatura Kosm¨®polis, que se inaugura el 18 de marzo con una secci¨®n sebaldiana. Villatoro, ha asegurado que la muestra no pertenece a la serie hist¨®rica de relaci¨®n entre un escritor y un espacio por la que han pasado Borges, Kafka, Joyce, entre otros, ¡°sino que recoge una forma de ver el mundo¡±.
En cuanto al p¨²blico al que va dirigida la exposici¨®n, seg¨²n Villatoro, es todo. ¡°No solamente a mit¨®manos y admiradores del autor, que hallar¨¢n complicidad. Tambi¨¦n puede ser un lugar en el que descubrirlo a ¨¦l, al mundo y la cultura contempor¨¢nea¡±.
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