Oreja de m¨¦rito para un Jim¨¦nez Fortes artista y valiente

La corrida de Fuente Ymbro no fue la corrida de Fuente Ymbro esperada. De los seis, los dos primeros tuvieron buen corte en la muleta, aunque el primero pecara de fr¨ªo. Pero ambos tuvieron nobleza y calidad. A partir del tercero cambi¨® el panorama. A menos el tercero, que manse¨®; apagado el cuarto, que acab¨® sin ser nadie; algo protest¨®n el quinto, que le cost¨® bastante tomar la muleta; y deslucido el sexto, cuyas dificultades se acentuaron por la falta de sitio de su matador. Algo decepcionante el conjunto de una corrida bien presentada, muy reunida y armada con astifinas defensas.

El toro que abri¨® la feria apareci¨® con cabeza respetable y trap¨ªo m¨¢s que correcto. Buena fachada, en fin. Pero menos fondo tambi¨¦n. Ya de salida dobl¨® los cuartos delanteros y anunci¨® ser toro de fuerzas justas. Por varas pas¨® de tr¨¢mite y aunque con buen son en la muleta, no dej¨® de ser toro con cierta soser¨ªa. Bautista se manej¨® bien con ¨¦l. Se dir¨ªa, incluso, que muy c¨®modo. Al aire del toro y muleta a media altura, se lo llev¨® de principio. Un cambiado por la espalda dej¨® abierta la puerta a mayores intentos. Fr¨ªo y superficial por la derecha, Bautista cambi¨® de mano y dio una muy buena serie con la izquierda. No fue lo mismo la siguiente y luego, con el toro rendido de patas delanteras, Bautista tir¨® de oficio sobre todas las cosas. Sobrado el torero, con la impresi¨®n de ser muy superior al toro. Una estocada ca¨ªda dio pie a una fuerte petici¨®n, pero no fue, ni mucho menos, para premio.

Al cuarto lo recibi¨® Bautista con una larga cambiada de rodillas, a bote pronto, a sorpresa. Se dej¨® el toro en una primera vara y tras unas chicuelinas de Fortes en su turno, el de Fuente Ymbro pas¨® a las manos del torero franc¨¦s con pocas ganas de aportar. Un buen comienzo de faena y luego una buena puesta en escena de oficio, aunque sin apenas beneficio. Apagadillo siempre el toro, al paso, se fue desvaneci¨® el asunto poco a poco y Bautista, siempre con el oficio por bandera, acab¨® tambi¨¦n por aburrirse.

Bien armado tambi¨¦n el segundo, aunque as¨ª mismo medido de fuerzas. Y de embestida muy templada desde la salida, para que Jim¨¦nez Fortes se recreara con ¨¦l en una serie de lances de gran lentitud y que tuvieron gusto. Toro que no aport¨® logros mayores en varas, pero que tuvo nobleza para dar y vender. Lo aprovech¨® el torero. Sin pensarlo, con la muleta plegada y en el platillo lo salud¨® por naturales: limpios y suaves. El noble toro, rendido a la causa, se dej¨® llevar por donde el torero le indic¨®. El cambio de mano no cambi¨® el signo de la faena. Otra vez el buen gusto por bandera, esta vez por el lado derecho por donde el de Fuente Ymbro era pastel de paladar dulce. Una brisa de viento descubri¨® al torero, que soport¨® una colada sin m¨¢s. Serio y pl¨¢stico Fortes, acab¨® con uno de pecho circular y con pases cortos and¨¢ndole con torer¨ªa se lo llev¨® a tablas para acabar el cap¨ªtulo. Ejecut¨® bien la suerte pero la espada cay¨® trasera y necesit¨® de un golde de verduguillo.

Distinto de aquel segundo fue el quinto, un casta?o retinto bien armado como toda la corrida. Sueltecillo con la capa, Fortes pudo sujetarlo en el platillo con un manojo de lances y chicuelinas m¨¢s eficaces que brillantes. Le dieron fuerte al toro en la primera vara y al segundo encuentro, se sali¨® suelto. Antes de cambiar el tercio, tuvo tiempo Fortes para hacer un quite de frente por detr¨¢s, en el centro del ruedo a pies juntos y vertical. Sin calentamiento previo, Fortes se lo trajo por derechazos. El toro, descubierto quien mandaba en el trance, no tard¨® en contraatacar y se puso defensivo. La faena se decant¨® entonces por un cuerpo a cuerpo, con dominio total por parte del torero. Consinti¨® Fortes muy de cerca, pis¨® firme y le aguant¨® valiente las miradas. No hubo brillo, pero s¨ª gran actitud. Y m¨¦rito. Con el toro acobardado en tablas, Fortes remat¨® con unas manoletinas de cite frontal. La partida fue del torero, que acab¨® por apabullar al manso toro de Fuente Ymbro.

No fue complicado el tercero, pero en manos de un Duque muy novel pareci¨® menos claro que lo que realmente fue. Distra¨ªdo de salida, el toro no fue nada en el primer tercio. Con el p¨²blico a favor, Duque quiso m¨¢s que pudo. Querer a veces es poder, pero no siempre. Faltaron recursos y un desarme le puso en apuros. Y aunque el toro amag¨® con irse a tablas al final, la cosa ya se hab¨ªa diluido bastante antes. El sexto, para torero tan en agraz, sac¨® mayores dificultades. Rebrincado de salida y sin nada que decir en el primer tercio, embisti¨® a golpes y con frenazo de golpe seco. Duque lo intent¨®, pero su preparaci¨®n no estaba a la altura del tema. El toro, que no perdi¨® detalle alguno, se le arranc¨® a destiempo y le peg¨® una voltereta fuerte sin consecuencias mayores. Valent¨®n acab¨® Duque, tanto como fr¨¢gil y falto de soluciones.