Alberto, el mejor regalo de Reyes
La Junta gestion¨® el acogimiento familiar para 3.957 menores en 2014
Alberto lleg¨® a la casa el 5 de enero de 2012. Fue una noche m¨¢s que especial para una familia compuesta por madre, padre, dos hijos biol¨®gicos y una hija adoptada: en esa fecha entr¨® en su hogar el esperado hijo de acogida. ¡°?Qu¨¦ mejor regalo para el d¨ªa de Reyes!¡±, exclama el padre Carlos D¨¢vila. Alberto (nombre ficticio) fue recogido de su ciudad natal con los dos a?os ya cumplidos y esas Navidades se convirti¨® en uno m¨¢s en la casa de los D¨¢vila Acosta. Su situaci¨®n era compleja. Hab¨ªa nacido con cinco meses, pes¨® 900 gramos, ten¨ªa meningitis e hidrocefalia, entre otras enfermedades. ¡°Estaba pendiente de adopci¨®n pero su situaci¨®n echaba para atr¨¢s y en dos a?os no lo adopt¨® nadie. En cambio, nosotros no ten¨ªamos ning¨²n problema, al rev¨¦s, quer¨ªamos tenerlo¡±, detalla Margarita Acosta, la madre.
Esta familia salmantina, que vive en un pueblo de la sierra onubense, lleva tres a?os con Alberto en casa. ¡°Es uno m¨¢s y tenemos interiorizado que estar¨¢ siempre con nosotros¡±, aseguran contentos los padres. En 2014, la Junta gestion¨® el acogimiento familiar para 3.957 menores tutelados por el Gobierno andaluz, 3.377 de ellos fueron acogidos por familias sin finalidad adoptiva y los otros 580 se acogieron en estado preadoptivo, por lo que de forma paralela se puede gestionar la documentaci¨®n para la adopci¨®n. Alberto, alg¨²n d¨ªa, podr¨ªa tener los apellidos D¨¢vila Acosta.
Pero de momento, su familia tiene la idoneidad para acoger en la modalidad profesionalizada, que se gestiona cuando los menores tienen graves necesidades. Para ello, uno de los padres debe tener formaci¨®n para asumir la tarea. ¡°Lo justo es que todas las personas tengan una familia, y en estos casos, incluso m¨¢s¡±, considera Acosta, que es psicopedagoga y maestra. Ella confiesa tener una sensibilidad especial con las personas que requieren de cuidados. Su hija adoptada tambi¨¦n ten¨ªa un perfil complejo. ¡°Renunciaron a ella reci¨¦n parida, tiene problemas de movilidad, numerosas intolerancias y trastornos de atenci¨®n. Pero ya est¨¢ much¨ªsimo mejor¡±, dice satisfecha. Unos minutos antes, la menor, que tiene 10 a?os, se ha colocado un casco de h¨ªpica para pasar la tarde montando a caballo. ¡°Es una actividad que le viene de maravilla y se le da muy bien¡±, detalla la madre.
Modalidades y remuneraci¨®n
- Simple: Es de car¨¢cter transitorio y se promueve cuando se prev¨¦ la reinserci¨®n del menor a corto plazo. El tiempo m¨¢ximo recomendado es de dos a?os.
- Permanente: Se realiza cuando no hay previsi¨®n de reinserci¨®n del menor. La acogida puede durar hasta la mayor¨ªa de edad.
- De urgencia: Se aplica a menores sobre los que hay que intervenir de forma inmediata. Como requisito, al menos uno de los miembros de la pareja acogedora o el acogedor (si es una persona), deber¨¢ estar a plena dedicaci¨®n. Va dirigido a menores de siete a?os y la permanencia es de un m¨¢ximo de nueve meses.
- Profesionalizado: Para menores con necesidades especiales ocasionadas por enfermedad, discapacidades o v¨ªctimas de malos tratos. Como requisito, uno de los acogedores debe acreditar formaci¨®n para asumir este acogimiento y mantener alta disponibilidad. Puede durar hasta la mayor¨ªa de edad.
- En funci¨®n del parentesco entre el ni?o y la familia acogedora: Condiciones especiales.
- Remuneraciones por acogimientos:
Euros al mes.
Primer menor: 318,50
Segundo menor: 254,80
Tercer menor: 191,09
Prestaci¨®n adicional para los acogimientos de Urgencias y Profesionalizado: 509,66
Prestaciones extraordinarias: Variable.
Tanto para ella como para su marido, la experiencia de acoger menores es absolutamente recomendable. Alberto es el tercero de ellos. Durante ocho a?os tuvieron a otros dos hijos en acogida hasta que se fueron en 2010. ¡°Ahora est¨¢n con su madre biol¨®gica pero todav¨ªa tenemos contacto con ellos¡±, detalla Acosta. Sus hijos biol¨®gicos acumulan hermanos conformen pasan los a?os, ya son seis en total. Los dos biol¨®gicos, la menor adoptada, los dos acogidos en primer lugar y Alberto, que es el menor, con cinco a?os ya cumplidos. ¡°Estoy muy contento con Alberto, compartimos cuarto y me gusta, es como un hermano normal, pero creo que a veces le prestan m¨¢s atenci¨®n a ¨¦l que a m¨ª¡±, dice simp¨¢tico uno de los hijos biol¨®gicos, que tambi¨¦n tiene 10 a?os, como la menor adoptada. Podr¨ªan ser mellizos.
En la casa hay espacio para todos y en las paredes tambi¨¦n. Hay dispuestos retratos de todos los hijos a distintas edades, juntos, por separado... ¡°Me gustar¨ªa que la gente se animara a acoger, a veces no se hace por desconocimiento. Puede parecer mucho esfuerzo, pero el d¨ªa a d¨ªa es m¨¢s sencillo¡±, considera Acosta, que no est¨¢ empleada y dedica su atenci¨®n al menor, porque la disponibilidad permanente de uno de los padres es un requisito para este tipo de acogida, que se remunera con 828 euros al mes.
La Junta sigue como premisa ¡°velar siempre por el bienestar de los menores¡±, y 2014 se cerr¨® con 2.096 menores que todav¨ªa resid¨ªan en centros, de los cuales 1.340 ten¨ªan menos de 15 a?os. Seg¨²n sus datos, la estancia de los menores en condiciones normales se establece en una media de 60 euros al d¨ªa, y si es un menor con discapacidad, 100.
¡°Una familia es el entorno en el que debe crecer un menor, les da la oportunidad de estar vinculados afectivamente con cuidadores espec¨ªficos y especiales. Se integran de forma natural en la sociedad... Es lo m¨¢s conveniente, y desde luego necesitamos m¨¢s familias. Siempre faltan familias¡±, declara Karima El-Harchi, presidenta de la asociaci¨®n Aldaima, que gestiona acogidas.
Todas las familias de acogida saben que lo m¨¢s dif¨ªcil llega si tuvieran que separarse de los menores. ¡°Pero su presencia aporta m¨¢s al d¨ªa a d¨ªa en casa que lo que duela la separaci¨®n. Lo que necesitan es la seguridad que da una familia, que el menor sepa que va a estar acompa?ado¡±, a?aden los padres. En el caso de Alberto, es fundamental. Su estado de salud requiere que el menor est¨¦ permanentemente en operaciones y pruebas de hospital. ¡°Pero ¨¦l lo hace todo muy f¨¢cil, es un ni?o especial, y no es pasi¨®n de madre¡±, dice Margarita Acosta.
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